Todo apunta a que la gran banca española habrá cerrado 2023 con unos beneficios récord. Ya se veía así con los últimos datos publicados en octubre. Hasta septiembre del año pasado, los seis grandes bancos españoles ganaron 19.761 millones de euros. Esta cifra supone que en los nueve primeros meses del año lograron un beneficio no sólo récord sino también muy cercano a todo lo ganado en todo el año 2022, cuando ganaron 20.850 millones de euros. Aún faltan por conocer las cifras del último trimestre 2023, que se conocerán a final de mes, pero todo apunta que en 2024 no serán tan grandilocuentes.

El pasado miércoles, Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, avisó que después de un ejercicio récord de ganancias las valoraciones del sector "continúan comprimidas" y lanzó una advertencia sobre la sostenibilidad de la banca en el largo plazo. De Guindos ha pedido en numerosas ocasiones a los bancos que rebajen la euforia de la subida de tipos de interés, porque en un principio que el precio del dinero esté más elevado es beneficioso para ellos, pero luego esos tipos altos hacen que la economía se ralentice y se pida menos dinero. "El crédito no está creciendo, en algunos segmentos se está contrayendo, y esto afectará a los resultados, aparte de los elementos de incertidumbre", ha señalado en numerosas ocasiones.

En este año que acaba de empezar los bancos se enfrentan a nuevos retos. El primero de ellos es que se quedan sin el impulso de los tipos de interés. El mercado descuenta que los tipos se van a mantener en el 4,5% actual hasta después de verano para luego bajar lentamente. Por lo que en este punto, la banca, que en 2023 ha visto cómo sus márgenes han mejorado, no tendrá esa baza para seguir creciendo. 

Los directivos de estas seis grandes entidades han explicado durante todo este tiempo (desde julio de 2022, cuando empezaron a subir los tipos) que unos tipos de interés altos no es algo extraordinario, si no es volver a la normalidad. También recordaban que lo “extraordinario” era tener los tipos a cero e incluso negativos.

Desde Singular Bank apuntan a un estancamiento en los beneficios de los bancos después de unos doce meses anteriores estelares. "El euríbor y el aumento de la remuneración de los depósitos ya descuenta esta moderación", señala Roberto Scholtes, jefe de estrategia de Singular Bank, para agregar que uno de los factores clave "está en la tasa de morosidad". 

El año pasado, el margen de interés de los bancos aumentó porque el dinero que recibían por los préstamos (hipotecas o créditos) fue mayor y a la vez no remuneraban los depósitos. De hecho, Héctor Grisi, consejero delegado de Banco Santander, vinculó la no remuneración de estos productos a un crédito más barato. Pero estas entidades ya han empezado a elevar la rentabilidad de los depósitos a plazo, aunque no tanto como se esperaba.

Otro de los puntos que puede entorpecer el camino de los bancos es el impuesto a la banca que se ha prorrogado, convirtiéndolo en permanente. A pesar de que los beneficios récords se consiguieron con ese gravamen, lo van a tener que pagar aún no obteniendo esas cifras, algo que seguirá pesando en las cuentas de los bancos.

Barclays apunta a que los riesgos clave para las entidades incluyen “una aceleración de las betas de los depósitos más allá de nuestras previsiones”, es decir, que la métrica que se utiliza para ver la predisposición a mejorar la retribución del pasivo no sea más alta de lo que ellos esperan. De acuerdo con los cálculos de los expertos de Barclays, la beta de depósito promedio de los bancos que ellos evalúan (Santander, BBVA, CaixaBank y Banco Sabadell) será del 35% en 2024.

Además, la subida de tipos del Banco Central Europeo hace que los préstamos estén más caros, por lo que la demanda baja. De esta manera, uno de los principales negocios de los bancos se verá mermado, ya que las estimaciones marcan que en 2024 bajará aún más esa demanda. Así que en 2024, los bancos se enfrentan a una mayor remuneración del ahorro de los clientes, a una menor demanda de préstamos y a unos tipos en reducción. 

“La revalorización de los depósitos presionará sobre los márgenes”, aseguran los analistas de calificaciones de instituciones financieras de Scope Ratings. Durante el segundo y el tercer trimestre, las entidades bancarias aceleraron la transmisión de los tipos de interés, con lo que se reducirán los márgenes netos de intermediación. “La gran base de financiación minorista representa un punto fuerte de los bancos españoles, pero los clientes están cambiando cada vez más las cuentas corrientes por depósitos a plazo”, apuntan.

La rentabilidad es otro de los puntos en los que se considera que los bancos van a marcar un punto máximo en 2023, pero que en 2024 volverá a empeorar. Los analistas de Scope Ratings consideran que los bancos españoles han alcanzado su máximo de rentabilidad en 2023 debido a factores como la importante mejora de los márgenes de intereses, las limitadas provisiones para insolvencias y la contención de costes. “La revalorización de los depósitos y el ligero aumento del coste del riesgo podrían provocar un descenso moderado de la rentabilidad global”, explican desde la firma. Pero esta rentabilidad, junto con una calidad de los activos controlada y unas posiciones de capital adecuadas, “seguirán respaldando el perfil crediticio de los bancos españoles en el año que viene”, añaden.

Por otro lado, los bancos sí que mejorarán en el ámbito internacional. E aumento de la brecha de comportamiento entre las operaciones domésticas e internacionales en 2024 se deberá principalmente a un mayor crecimiento de los préstamos en los mercados emergentes, ya que “los volúmenes de préstamos en España se están estancando y eventualmente disminuirán a medida que la demanda se ajuste a las menores expectativas de crecimiento y a unos tipos de interés que permanecerán elevados”.