La aerolínea española Plus Ultra alquiló un avión el pasado noviembre al Gobierno cubano para que el presidente, Miguel Díaz-Canel, acompañado de ministros y altos funcionarios, realizase un tour por países de Oriente Medio y acudiese a la COP 28 en Dubái. Es ya una práctica habitual que la sociedad alquile aviones a Cubana de Aviación. Sin embargo, este viaje diplomático, como lo califica la aerolínea en la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, provocó que Plus Ultra tuviera que alquilar otro avión para recolocar a los pasajeros de una de sus rutas comerciales habituales (Madrid-Lima).

Plus Ultra, compañía que fue una de las primeras rescatadas por el Estado con un crédito de 54 millones financiado por la Sepi durante la crisis del Covid, fue objeto de críticas por la participación de la empresa pública en la operación. El Partido Popular y Vox promovieron una investigación en el Congreso de los Diputados. El partido de Abascal llevó el caso a los tribunales, si bien ha quedado archivado.

Vuelo del avión de Plus Ultra (Madrid-La Habana)
Vuelo del avión de Plus Ultra (Madrid-La Habana)

Conviene recordar que la Sepi acordó dotar de capacidad financiera a una “empresa estratégica” a pesar de que apenas tenía cuatro vuelos regulares en su porfolio y poco más de 300 empleados. La sociedad pública dio un crédito participativo de 34 millones, lo que le hacía ser virtualmente propietaria de Plus Ultra. La aerolínea está participada en un 45% por Snip Aviation, controlada por los empresarios Rodolfo José Reyes Rojas, Raif El Arigie Harbie y Roberto Roselli.

Líneas de negocio

Que una aerolínea alquile uno de sus activos a una persona, empresa u organismo es habitual. De hecho, Plus Ultra tiene tres líneas de negocio. La primera de ellas es la de los vuelos regulares; la segunda, los vuelos chárter privados y la tercera; los ACMI (un acuerdo de arrendamiento de aeronaves celebrado entre dos líneas aéreas, en el que una de las líneas aéreas -la arrendadora- proporciona los aviones, tripulación, mantenimiento y seguros a la otra aerolínea -la arrendataria-, que es quien paga las horas trabajadas).

La controversia del acuerdo entre Cuba y Plus Ultra está en que la aerolínea se vio en la necesidad de realquilar una nave a otra compañía (Wamos) para poder dar servicio y no dejar tirados a miles de pasajeros del avión retirado para alquilarlo al gobierno cubano.

De acuerdo a las diferentes fuentes consultadas del sector aeronáutico, estiman que el servicio ofrecido a Cuba ronda los 10.000 dólares la hora de vuelo mientras que el acuerdo con Wamos se acerca a los 8.000. Las cifras comienzan a no cuadrar, según las mismas voces, en el momento que Plus Ultra debió asumir todos los costes operativos de combustible, permisos de sobrevuelo o el catering.

“Se hace complicado imaginar donde estaría la ganancia para Plus Ultra ya que tendrían que vender a precio de oro el hora de vuelo para que les compense todo los costes que acarrea está operativa”, señalan fuentes del sector aeronáutico.

Este periódico ha contactado con el CEO de Plus Ultra, Roberto Roselli y quien afirma que “este tipo de operaciones es normal” y que es una de las “fuentes de ingresos de la compañía”. El consejero delegado se defiende de la viabilidad del alquiler explicando que “según plan de viabilidad acordado con la SEPI, nuestra empresa no realiza operaciones que no sean rentables”.

Roselli, que si bien indica que “fue un vuelo que produjo ingresos adicionales a la empresa”, prefiere declinar contestar a las razones por las que se tuvo que subarrendar un avión para poder operar dentro de su negocio de vuelos regulares.

En este sentido, el consejero delegado afirma que “el alquiler de aeronaves es parte importante de nuestro negocio” y “se hace con la capacidad disponible de aeronaves fuera de la operación regular”. No obstante, Roselli omite que Plus Ultra tuvo que acudir a otra empresa para poder cubrir su ruta habitual a Lima.

Vuelo alquilado por Plus Ultra (Madrid-Lima)
Vuelo alquilado por Plus Ultra (Madrid-Lima)

Como se comentaba anteriormente, viene siendo habitual que Cubana de Aviación alquile aviones de Plus Ultra para vuelos internacionales. La aerolínea estatal tiene algunas aeronaves de modelos antiguos, como el Ilyushing Il-96-300, un avión que estuvo en mantenimiento en Rusia, desde 2019 hasta finales del pasado año, según publicó el medio especializado Preferente. El mismo medio indicó que Cubana de Aviación dispone de seis aviones Antonov, pero están fuera de servicio después de que uno se estrellase en 2018.

Las fuentes consultadas indican que es muy difícil y costoso poner en marcha estos aviones que están parados durante años por falta de piezas para sus reparaciones o mantenimiento. Por ello, Cubana de Aviación tendría acuerdos con Plus Ultra para poder realizar rutas internacionales, como el viaje de Díaz-Canel por Oriente Medio.

Así fue el viaje

El viaje comenzó el 27 de noviembre y se extendió durante ocho días. Tal como muestran los registros de Flight Radar, el avión con matrícula española despegó de Barajas en dirección La Habana, y allí tuvo que realizar un vuelo de seguridad, una práctica habitual, según fuentes conocedoras de la operativa para comprobar el buen estado del aparato.

Así, el primer trayecto fue hasta Turquía, país en el que suelen hacerse paradas técnicas de repostaje y mantenimiento cuando los viajes van desde América hasta Oriente Medio. La aeronave partió a las 23:00 (Cuba) y aterrizó hasta la ciudad otomana a las 12:50 (Turquía), según los datos a los que ha tenido acceso este medio.

Un día más tarde (28 de noviembre) el avión de Plus Ultra, en el que iba a bordo la comitiva gubernamental cubana, despegó de Estambul con destino Dubái. Casi siete horas después, según los registros obtenidos por este periódico, la expedición aterrizó. El avión no tendría actividad hasta pasados varios días. En concreto, los motores se volvieron a encender el 2 de diciembre, fecha en la que el Gobierno cubano visitó Doha para estrechar lazos con Qatar.

Tres días más tarde (5 de diciembre), el aparato alquilado a las altas esferas políticas cubanas por parte de Plus Ultra retomaría el viaje de vuelta a La Habana. Antes, volvería a hacer parada técnica en Estambul durante cuatro horas y a las 22:20 horas en la ciudad turca emprendería el vuelo a La Habana.

Vuelo del avión de Plus Ultra (Esambul-La Habana)

El trayecto del avión, propiedad de Plus Ultra, terminaría con el vuelo de La Habana a Madrid, sin ocupantes en la cabina. Fuentes del sector relatan que el viaje de vuelta no suele entrar en las tarifas por lo que los costes “podrían ser más”. La aeronave salió de la capital cubana el 6 de diciembre al filo de las dos de la tarde y aterrizó en Madrid casi siete horas después.

El viaje diplomático

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, anunció el viaje por Oriente Medio en su cuenta de Twitter y dio buena cuenta de las reuniones que tuvo con dirigentes políticos en Irán y en los Emiratos Árabes.

Con Díaz-Canel viajaron, según medios cubanos, varios ministros. El titular de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, el de Turismo, Juan Carlos García Granda, así como miembros del Ministerio de Ciencia y Tecnología y del departamento de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera. El titular del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y directivos de Biocubafarma, la compañía de biotecnología del país.

Durante el viaje, los cubanos visitaron los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar e Irán. La visita de Díaz-Canel a Irán no fue la primera reunión entre el presidente del régimen islámico y el cubano. De hecho, el presidente iraní visitó La Habana en junio del mismo año. Ambos países han tejido alianzas ya que ambos sufren sanciones por parte de Estados Unidos.

En Emiratos fue donde más se concretaron las relaciones económicas del país caribeño con esta región. Cuba acumula una deuda millonaria con el Fondo de Abu Dhabi para el desarrollo, del que ha recibido financiación para el impulso de energías renovables. Durante su visita, el presidente cubano abrió la puerta a ampliar la colaboración con el país árabe. “El Jefe de Estado repasó los buenos resultados de la cooperación que se ha desarrollado hasta ahora entre los dos países, como el uso por la Isla de las bondades del Fondo Abu Dhabi para el desarrollo de la infraestructura hidráulica y las fuentes renovables de energía, entre otras. Y ahora también es propósito, dijo, desarrollar nuevos negocios con este fondo”, señaló en una nota de prensa el gobierno cubano.

Además, Díaz-Canel abrió la puerta a acuerdos relacionados “con la protección recíproca de inversiones y la eliminación de la doble tributación; la creación de una comisión intergubernamental, la constitución de un comité empresarial bilateral, la decisión de elaborar una agenda de cooperación económica y la firma de un memorando de entendimiento entre los bancos centrales de ambos países”.

En Qatar, el presidente cubano se reunió con el emir. Según la prensa catarí, el Emir elogió la cooperación catarí-cubana, especialmente en los sectores de las inversiones, el intercambio comercial y la medicina. Cabe señalar que desde 2012 existe en la ciudad un centro sanitario cubano, que visitó Díaz-Canel durante su estancia en el emirato, el Hospital Cubano de Duckhan.

El papel diplomático de la medicina cubana

Los lazos entre Cuba y Qatar en el sector sanitario son muy estrechos. Tanto es así que hay 475 doctores del país trabajando en Dukhan. Está en pleno desierto, a dos horas en autobús desde Doha. En su exterior ondean las banderas de ambos países.

A pesar de que los dos gobiernos han alentado este acuerdo, las dudas y las incertidumbres por el trato recibido a pacientes y al personal cubano se ha reflejado en diversos artículos de la prensa internacional.

Por ejemplo, la BBC quiso hacer un reportaje sobre el centro sanitario y no obtuvieron los permisos necesarios para poder entrar y grabar. Además, el gobierno cubano, el Ministerio de Sanidad y la embajada cubana en Qatar no respondieron a las numerosas solicitudes de información.

Asimismo, como suele suceder con “las misiones internacionalistas” impulsadas por el régimen, los médicos cubanos perciben sólo el 10% de lo que ganan otros profesionales de la salud extranjeros en Qatar: 1000 dólares al mes. El otro 90% de sus salarios se lo queda el gobierno cubano, según la misma información. “Somos esclavos modernos”, relata una trabajadora para el medio especializado Árbol Invertido.