El Congreso dio ayer luz verde por la mínima a la octava ley educativa de la democracia, la controvertida 'ley Celaá', que salió adelante gracias al apoyo de ERC y PNV tras una tensa jornada en que todos los partidos de la oposición hicieron mucho ruido -además literalmente- para mostrar un enérgico rechazo a un proyecto de "dudosas garantías democráticas", que "ataca la libertad educativa" y que denota tics "totalitarios" en la izquierda, según censuraron este jueves diversos portavoces de Cs, PP y Vox, respectivamente.

La reforma educativa a punto estuvo de no salir adelante. Contó sólo con 177 votos a favor, uno por encima de la mayoría absoluta que necesitaba el Gobierno para su aprobación. Votó en contra, por equivocación, el presidente del grupo confederal de Podemos en el Congreso, Jaume Asens, un error cuya réplica podría haber sido mortal para los planes del Gobierno. Pero salió adelante. Y la 'ley Celaá' tiene un importante efecto colateral para los equilibrios presupuestarios de Moncloa, y es que Ciudadanos se queda prácticamente fuera en lo que queda de negociación pese a las presiones internas del propio Gobierno.

El desánimo cunde en las filas naranjas. La resignación, también. De puertas para afuera, como evidenció la propia Inés Arrimadas en rueda de prensa en el día de ayer, Ciudadanos mantendrá la mano tendida hasta el final para las cuentas públicas e iniciará en paralelo una "lucha por la libertad" con el objeto de paralizar la reforma educativa, como harán PP y Vox. Pero en privado, diversas fuentes de la cúpula naranja asumen que "Sánchez ya ha elegido" y reconocen que están más cerca del 'no' que nunca.

El motivo es que el Gobierno no haya dado marcha atrás en la enmienda transaccional pactada con ERC, por la que se suprime el castellano como lengua vehicular en la enseñanza y se blinda el modelo de inmersión lingüística catalán, toda una "humillación" para los liberales que aparece en el texto final de la nueva ley educativa. Ciudadanos trasladó a Sánchez otras tres 'líneas naranjas', sí, pero la del idioma era clave para que la "vía moderada" de cara a los Presupuestos siga viva.

El texto tiene que pasar ahora por el Senado, donde el PSOE aún podría rectificar y corregir el proyecto para devolverlo al Congreso sin la enmienda lingüística. Pero no hay esperanza entre los de Inés Arrimadas. Fuentes de la dirección afirman que, con lo sucedido este jueves en el Congreso, Sánchez ha "desperdiciado" definitivamente la "oportunidad de rectificar" y, aunque a nivel técnico no es difícil "deshacer lo andado", sí lo ven muy complicado "políticamente" hablando al entender que el presidente del Gobierno ya ha tomado una decisión en la disyuntiva de elegir o a Ciudadanos o a ERC y Bildu.

Ciudadanos ve muy complicado "políticamente hablando" que Sánchez dé marcha atrás

Hasta el último momento, el PSOE ha mantenido el discurso de pactar unas cuentas transversales en que estén todas las fuerzas, y ha pedido a los dirigentes de los partidos susceptibles de apoyar el proyecto un "esfuerzo" para hacerlo posible, a sabiendas de que es una vía muerta.

"Sánchez ha dejado claro cuál es su opción, cuando ha tenido posibilidad de elegir", se reafirma otro dirigente de la ejecutiva naranja, que confirma la estrategia del partido de seguir en la carrera presupuestaria pese a todo, porque la tesis que aún vive y que defenderán "hasta el final" es la de que Sánchez "no va a poder escapar del hecho de que, hasta el último momento" tuvo otra "posibilidad", a tenor del manido argumento esgrimido en numerosas ocasiones por el líder del Ejecutivo de que es la oposición la que le ha empujado a los brazos de nacionalistas vascos y catalanes. "Si las cosas siguen por estos derroteros", comenta, la abstención de Ciudadanos no será suficiente para rechazar las cuentas. El voto será 'no'.

Protestas en las calles contra la "sectaria" ley Celaá

La plataforma Más Plurales, que aglutina a asociaciones de padres y madres, así como a sindicatos y colectivos del sector de la educación concertada, han convocado para este domingo 22 de noviembre concentraciones en diversos puntos de España que contarán con la presencia de miembros de la cúpula del PP, según anunciaron ellos mismos este jueves. Por el momento, el número dos de Casado, Teodoro García Egea, estará en la concentración de Murcia; e Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida irán a la de Madrid.

Vox también estará presente en estas propuestas, según confirman fuentes del partido, mientras que Ciudadanos aún no ha decidido si asistirá o no para apoyar a estas plataformas contra una ley que tildan de "sectaria" e "injusta".

Arrimadas sí llevará la lucha contra el Gobierno en materia educativa ante el Tribunal Constitucional, y candidatos no le van a faltar para sumar los 50 diputados necesarios para presentar un recurso ante dicho órgano. Ciudadanos ha denunciado ya la cuestión, por medio de la eurodiputada Maite Pagazaurtundúa, ante el Consejo de Europa y la Comisión de Venecia y no descarta recurrir al Defensor del Pueblo para tratar de paralizar el controvertido proyecto.