Ni una cama libre. Las páginas de reserva echan humo ante la llegada de una Semana Santa atípica, en la que la Comunidad de Madrid, como el resto del país, echará previsiblemente el cierre, dejando el turismo interior como la única salida de ocio para miles de madrileños en estas fechas tan señaladas. Sin embargo, los que se estén planteando ahora un plan diferente en las fiestas sin salir de la región, ya llegan lo menos un par de días tarde: prácticamente la totalidad de los alojamientos en los pueblos de la sierra madrileña y otros puntos del Madrid rural han colgado ya el cartel de 'completo'.

Basta con echar un vistazo a distintos buscadores de reservas para hacerse una idea de la magnitud de la ocupación que se espera para Semana Santa, en su mayoría madrileños que buscan un plan alternativo ante el cerrojazo autonómico que casi con toda seguridad quedará aprobado este mismo miércoles en el Consejo Interterritorial de Salud entre el 26 de marzo y el 9 de abril, a pesar de la enérgica oposición que ha manifestado la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, a la decisión.

Ahora mismo es misión casi imposible encontrar un sólo hueco en hoteles, casas rurales, viviendas de uso turístico e, incluso, hostales de carretera en enclaves como Cercedilla, Navacerrada, Guadalix, Guadarrama o Rascafría entre el 1 y el 4 de abril, los días festivos de la Semana Santa de 2021. Pero la lista de localizaciones en la Comunidad de Madrid sin alojamiento disponible es mucho mayor.

También se encontrarán con un 'No Disponible' aquellos viajeros que busquen estancia en las citadas fechas en todas las localizaciones perfectas para desconectar del ruido de la ciudad sin salir de Madrid: San Lorenzo de El Escorial, Miraflores de la Sierra, Pelayos de la Presa, Cadalso de los Vidrios, Cenicientos, San Martín de Valdeiglesias, Buitrago del Lozoya, Somosierra, Soto del Real, Patones, Manzanares el Real, Villaconejos o Colmenar de Oreja. Mientras, se cuentan con los dedos de una mano las habitaciones disponibles en otros emplazamientos turísticos alejados de la capital, como Chinchón, Aranjuez o Bustarviejo.

Los hoteles y casas rurales han colgado el cartel de completo a pesar de las restricciones vigentes en la Comunidad de Madrid. Desde la Consejería de Sanidad recuerdan que, al menos de momento, están prohibidos los encuentros sociales en espacios privados entre personas que no sean del mismo grupo de convivencia, por lo que un viaje a estas localizaciones con amigos, por ejemplo, infringiría las normas que rigen para frenar la expansión del Covid-19. Esta medida, no obstante, se revisará el próximo 15 de marzo aunque desde el ejecutivo madrileño hacen hincapié en esta norma en particular porque, según sus cálculos, el 80% de los contagios se producen en espacios privados en los que también se incluyen las casas rurales o las viviendas de alquiler vacacional.

Aforo completo también para el puente de San José

El mismo patrón se repite en la lista de pueblos madrileños mencionados para el puente de San José -del 19 al 21 de marzo-, una fecha en la que se volverá a colgar el cartel de 'completo' en la mayoría de hospedajes rurales. La demanda en este sentido ha ido in crescendo después de que este mismo martes se conociese la intención del Ministerio de Sanidad de cerrar perimetralmente todas las comunidades autónomas para evitar la movilidad también durante el mencionado puente, y más concretamente entre el 17 y el 21 de marzo.

Las únicas comunidades autónomas que, salvo cambios posteriores, iban a mantener sus 'fronteras' abiertas para las fiestas con motivo del Día del Padre eran Madrid, Extremadura, Baleares y Canarias, aunque todo apunta a que ahora la movilidad interregional está complicada incluso entre estos territorios. De este modo, el previsible aluvión de cancelaciones tendrá ahora incluso una mayor repercusión en los niveles de ocupación turística dentro de la propia Comunidad de Madrid.

Gobierno y comunidades autónomas afrontan este miércoles una cita clave, en la que se debatirá el documento marco que impone un cierre perimetral de las autonomías entre el 17 y el 21 de marzo y entre el 26 de marzo y el 9 de abril. También se abordará rebajar el toque de queda en todo el país a las 22:00 horas de la noche, aunque este punto aún está pendiente de discutir, igual que lo está la limitación de encuentros sociales a un máximo de cuatro personas en el interior de bares y restaurantes y seis en el exterior.

Todas estas medidas han contado con una oposición frontal desde el primer minuto de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, partidaria únicamente de los cierres en las zonas de mayor incidencia y de poner el foco en la prohibición de las reuniones en los domicilios para no hostigar más la "maltrecha" economía autonómica y nacional. "Hay dos maneras de gestionar. Una es el atropello sistemático de derechos y libertades fundamentales, el cierre de regiones enteras sin informes sanitarios", alegaba la líder regional. Ayuso se ha quedado prácticamente sola en su reivindicación de que los cierres sean la "última opción" para contener al virus en Semana Santa y el puente de San José, aunque habrá que esperar a la cita de esta tarde para conocer la posición definitiva del resto de autonomías.