Santiago Abascal vuelve a intentar marcar el paso a Pablo Casado y éste, a su vez, rehúye de la envolvente que plantea su homólogo de Vox. La moción de censura vuelve a ser el instrumento que enfrenta a las dos formaciones del espectro de la derecha política: Vox presiona y el PP se desentiende. "Asuma su responsabilidad", insistía este miércoles Abascal en el Congreso de los Diputados, donde no dudó en dedicar un par de minutos de su intervención a apretar a Casado con el asunto. También pidió a la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, que "se ahorre" salir rápidamente a decir que "no dan los números" y que, en todo caso, se tomen su tiempo para madurar la propuesta.

Fuentes de la dirección de Vox aseguran que, al menos de momento, mantendrán su compromiso de no "meter prisa" a los populares y descartan fijarles un plazo máximo hasta el que puedan mover ficha. "Sé que puede llevar tiempo. Sabemos que no es fácil", reconocía el propio Abascal desde la tribuna este miércoles Lo que tienen claro en la formación es que una moción de censura contra Sánchez tras la reciente aprobación de los indultos a los políticos independentistas encarcelados por el procés es "necesaria" y que "no puede no haberla", de modo que no cierran la puerta a que, llegado el momento, sea Vox quien vuelva a empuñar la batuta de una iniciativa de estas características.

Los de Santiago Abascal prefieren trabajar, al menos de momento, sin un calendario y no confirman si el próximo otoño sería la fecha idónea para volver a llevar una moción al Congreso en caso de que el Partido Popular siga manteniéndose firme en su negativa a presentarla. En Vox se muestran convencidos de que los indultos son sólo "el principio" de la agenda de Sánchez con el secesionismo catalán, y recuerdan que el independentismo ya ha vuelto a desafiar al Estado con el "siguiente paso", como se encargó de dejar claro el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en la jornada de ayer. "Dice que no habrá referéndum de autodeterminación, pero también dijo que no habría indultos. Denos tiempo", espetaba a Sánchez.

También desprecian en Vox el argumento que esgrimen desde las filas populares de que una moción de censura condenada al fracaso por pura aritmética parlamentaria -el Ejecutivo de coalición conserva una mayoría exigua pero sólida en el Congreso- no hace sino reforzar la figura del presidente del Gobierno. De hecho, el propio Sánchez desafiaba este miércoles al jefe de la oposición con presentar una moción en sede parlamentaria. "Atendiendo a su oposición destructiva, la única actitud lógica y cabal que le queda es una moción de censura", retaba.

A juicio de las fuentes consultadas de Vox, la iniciativa no sólo no reforzaría a Sánchez "como no lo hizo la que se presentó en octubre", sino que incluso "beneficiaría" a los populares. Creen, además, que aunque sea "difícil" recabar los apoyos parlamentarios, están convencidos de que, al menos, "hay que intentarlo" porque la dinámica y la agenda de algunas formaciones minoritarias -y citan como ejemplo al PRC o a Teruel Existe- ha cambiado tras la aprobación de los indultos, una polémica decisión que ha abierto heridas incluso dentro del propio Partido Socialista. En principio, a los diputados de PP y Vox se sumarían los votos de Ciudadanos, cuya formación ha cambiado de rumbo y ha vuelto a posicionarse justo enfrente de Pedro Sánchez tras la "traición" de los indultos. Su líder, Inés Arrimadas, ha animado también en los últimos días a presentar una moción que sus diputados sí apoyarían, siempre y cuándo venga bajo el brazo de Pablo Casado.

"Moción de censura, en las urnas"

En el PP, por contra, no se han movido un ápice de la negativa a ceder a la presión de sus homólogos de Vox. Pablo Casado no hizo una sola alusión a la propuesta en ninguna de sus intervenciones durante la sesión extraordinaria de este miércoles, en la que se limitó a pedir a Sánchez que "dimita" y "convoque elecciones". Fuentes de la dirección deslizan, además, que la petición de Vox no pasa de fuego de artificio y que no creen que los de Santiago Abascal se atrevan finalmente a presentar una segunda moción de censura tras el fiasco de la anterior. "La moción de censura, en las urnas", sentencian.

"Casado no se lo plantea", comentan otras fuentes del grupo parlamentario popular, que añaden que el hecho de que "todos le animen a hacerlo", incluido Sánchez, "puede acabar de disuadirlo". Y agregan además que una iniciativa de estas características, sabiendo de antemano que terminará en fracaso, el único beneficio que puede tener para quien la presenta es "visibilidad", algo que el jefe de la oposición "ya tiene". "Por eso a Vox le interesó y le funcionó para Cataluña. Pero para el PP no existe ninguna ventaja", zanjan.