Fue el anuncio estrella de su discurso de investidura, aunque la propuesta lleva madurándose en la cabeza de Isabel Díaz Ayuso desde mucho antes de que ésta decidiese pulsar el botón de adelanto electoral el pasado mes de marzo: una bajada de medio punto en todos los tramos del IRPF autonómico, convirtiendo a Madrid en la comunidad autónoma con el tipo impositivo mínimo más bajo de España. La presidenta regional ya avanzó entonces que su aprobación sería "inminente". Y en su gabinete gubernamental trabajan ya con una fecha en mente: antes de que finalice el próximo mes de octubre, con el objetivo de que los madrileños "puedan beneficiarse" de la bajada impositiva en la declaración de la renta de 2022.

Según las fuentes autonómicas consultadas, el equipo económico de Díaz Ayuso, con Javier Fernández Lasquetty al frente, debate ya si incluir la rebaja impositiva dentro del texto presupuestario o tramitarlo como una normativa autónoma a las cuentas públicas, sobre las que también se ha comenzado ya a trabajar con el objetivo de tenerlas listas justo después del verano. De lograrlo, la dirigente del PP conseguiría el hito de presentar en la Asamblea este otoño sus primeros presupuestos desde que se hizo con las riendas del Gobierno de la Comunidad de Madrid en el verano de 2019. Ayuso llegó a trabajar en un texto presupuestario cuando gobernaba en coalición con Ciudadanos, pero éste nunca vio la luz: la fallida moción de censura de PSOE y Cs en la Región de Murcia llegó antes y, con ella, una convocatoria electoral imprevista en la Comunidad de Madrid que borró a Ciudadanos del mapa y encumbró a la candidata popular.

Ya vayan dentro o fuera del texto presupuestario, lo cierto es que la bajada impositiva que prevé el PP en la Comunidad de Madrid coincidirá en el tiempo con la negociación de los Presupuestos Generales del Estado a nivel nacional, en que el Gobierno de Sánchez abriría de nuevo las puertas a sus socios de investidura, con ERC ocupando un papel protagonista tras la efectiva aprobación de los indultos a los condenados por el procés catalán.

La bajada impositiva de Ayuso en otoño servirá como una suerte de ofensiva autonómica a la intención declarada del jefe del Ejecutivo de promover no sólo una subida generalizada de impuestos, sino también una armonización fiscal de los tributos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones. Precisamente, ésta última fue una condición de Rufián a Sánchez para aprobar las pasadas cuentas públicas -el portavoz de ERC hizo un llamamiento a acabar con el "paraíso fiscal" de Madrid-, que los nacionalistas catalanes podrían volver a poner encima de la mesa en los próximos meses. De hecho, los contactos, aunque aún preliminares, podrían haber comenzado ya en Moncloa para sacar adelante sus próximas cuentas públicas. El próximo mes de septiembre, además, está previsto el inicio de la mesa de negociación entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès.

Pero la presidenta de la Comunidad de Madrid no será la única en plantear oposición desde las lindes territoriales al hachazo impositivo que prevé plantear el Gobierno central en los Presupuestos de 2022. Otro barón popular, en este caso el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, anunció este martes su apuesta por acometer la bajada de impuestos "más grande" realizada por un gobierno autonómico "en 40 años", un compromiso sobre el que aún se desconocen los detalles concretos pero que afectará, según el mandatario gallego, al IRPF y a los impuestos de Patrimonio, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.

Feijóo realizó este anuncio justo cuando está a punto de cumplirse un año de su presente mandato, que revalidó en julio de 2020 de nuevo por mayoría absoluta. "Otros políticos anuncian bajadas de impuestos cuando llegan las elecciones. Nosotros nos comprometemos a hacerlo cuando llevamos un año de legislatura", expresó el presidente de la Xunta, que justificó que "ahora" es el momento adecuado para llevar a cabo un tijeretazo fiscal porque "la economía lo permite y lo necesita".

El barón gallego aún no ha especificado en cuánto prevé reducir concretamente los tramos del IRPF autonómico, pero tendría que ejecutar un fuerte tijeretazo si quiere vincularlo al que se aplicará en Madrid tras la aprobación de la rebaja impositiva anunciada por Ayuso. Así, el tipo mínimo del tramo autonómico del Impuesto de la Renta se situará en la región madrileña en el 8,5% en el tipo mínimo y en el 20,5% en el máximo. Galicia, que cuenta con dos tramos más que la Comunidad de Madrid, los mantiene fijados en el 9,5% en su horquilla más baja y en el 22,50% en la más alta.