Sánchez ha arrancado el curso político con un acto de tinte triunfalista en la Casa de América de Madrid, en el que el presidente del Gobierno ha hecho alusión a la polémica por la subida récord del precio de la luz -que ha alcanzado un nuevo máximo este miércoles- en medio de la batalla que mantiene por esta cuestión con Unidas Podemos. Ante su Consejo de Ministros, empresarios y diferentes miembros de la sociedad civil, de la cultura y del deporte, el jefe del Ejecutivo se ha comprometido a "solucionar el alza" de la factura energética, aunque no ha concretado qué medidas llevará a cabo el Gobierno para cumplir con este objetivo, mientras la presión política o social sigue en aumento.

En todo caso, Sánchez sí ha prometido que toda acción del Gobierno en esta materia estará "dentro del marco regulatorio europeo", lo que implica de facto una enmienda a la propuesta de la formación morada, que exigió desde un principio intervenir de forma urgente los precios del mercado energético en contra de la posición de Bruselas. El máximo mandatario español ha enumerado una a una las medidas que ha ejecutado el Gobierno para tratar de poner freno a la subida desbocada de la energía, como fue la reducción del IVA de la factura de la luz, y ha asegurado que Moncloa "se hace cargo de la preocupación social" y que, por ese motivo, "seguirá actuando" para que la bajada de los precios energéticos sea una realidad en el corto plazo.

Además, el presidente del Gobierno ha manifestado que en su agenda está también la subida "inmediata" del salario mínimo, un anuncio que se produce justo el mismo día en que está prevista una nueva negociación entre el Ministerio de Trabajo, sindicatos y agentes empresariales para abordar esta cuestión. Después de meses de tensión entre los departamentos que dirigen Nadia Calviño y Yolanda Díaz, el Ejecutivo ha decidido decantar la balanza a favor de esta última por la progresiva mejora de los indicadores económicos.

Como el año pasado, Sánchez ha pronunciado su discurso ante destacadas figuras del mundo empresarial, como es el caso del presidente de ACS, Florentino Pérez; el de Telefónica, José María Álvarez-Pallete; o el de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri. Entre el público también se encontraba Isidre Fainé, presidente de Criteria Caixa; la presidenta de El Corte Inglés, Marta Álvarez; José Manuel Entrecanales, presidente ejecutivo de Acciona; y miembros del sector de la cultura, de la comunicación o del deporte, como el medallista olímpico Alberto Ginés. Entre las ausencias en comparación con 2020 ha destacado la de la presidenta de Banco Santander, Ana María Botín; o la del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. Precisamente, justo antes de que arrancase el gran acto de Sánchez, el líder de la patronal declaraba en una entrevista para Telecinco que "no es el momento" de subir el SMI porque "venimos de un año y medio horrible".

Ante parte la plana mayor del Ibex y también bajo la atenta mirada de los ministros del ala morada del Gobierno, Sánchez ha insistido en el despliegue de una ingente agenda social que vincula al progresivo crecimiento económico de España, auspiciado por la llegada de los fondos europeos. El jefe del Ejecutivo ha puesto en valor la necesidad de un "impulso reformista" y "modernizador" haciendo especial hincapié en la "revolución digital y verde", a lo que ha asegurado que se destinarán buena parte de las ayudas europeas que servirán para financiar el Plan de Recuperación español aprobado por Bruselas.

En esta línea, Sánchez, que fía su futuro político a la recuperación del país tras el impacto del Covid, ha prometido que en 2022 España ya estará en niveles económicos previos a la pandemia, una promesa con la que pretende afianzar su estancia en Moncloa ante una precampaña que arrancará en octubre, un mes en el que está prevista la puesta de largo tanto de Pedro Sánchez como de Pablo Casado en sendos cónclaves partidistas.

Al margen de la vertiente económica, Sánchez también a alardeado en su intervención de las cifras de vacunación. El acto de este miércoles ha coincidido con la consecución del hito del 70% de la población inmunizada, un objetivo que el Gobierno se había propuesto alcanzar a mediados del mes de agosto. El jefe del Ejecutivo ha querido resaltar en este punto el "éxito" de un proceso que arroja datos "tan positivos" como la reducción drástica del índice de mortalidad, que ha pasado de entre el 0,1% al 0,7% en la quinta ola a más del 12% que se produjo en la primera.