La variante ómicron ha obligado a los países a repensar el modo de actuar frente a la pandemia, y España no será una excepción. Mientras las hospitalizaciones y los ingresos en UCI se mantienen estables, los contagios siguen desbocados, batiéndose cada día récords diarios de nuevos positivos. Aunque la gravedad de la enfermedad se ha reducido notablemente, la explosión de casos ha llevado a los gobiernos autonómicos a explorar nuevas restricciones y formas de afrontar el virus a priori incongruentes, como el regreso a los toques de queda o la reducción de las cuarentenas.

Una de las principales cuestiones que ha traído más quebraderos de cabeza a las instituciones desde que comenzó la pandemia ha sido la de cómo afrontar la vuelta a las clases. La escalada de la incidencia -se sitúa ya al borde de los 1.400 casos- ha llevado a algunas comunidades autónomas a estudiar implantar nuevas medidas de cara al reinicio escolar previsto para los primeros días de enero, aunque la inconcreción de las mismas y la ausencia de una hoja de ruta común dibuja un escenario aún difuso sobre cómo podrían concretarse unas decisiones que pueden ir desde el retraso de la 'vuelta al cole' hasta el retorno a las clases online hasta que las cifras comiencen a mejorar. Según ha adelantado El País, el Gobierno convocará el próximo 4 de enero una reunión intersectorial de los ministros de Sanidad, Educación y Universidades con los consejeros de las respectivas carteras de las regiones para abordar la situación.

Extremadura ha sido la primera comunidad autónoma en solicitar formalmente en el seno del Consejo Interterritorial de Salud -que celebra este miércoles a las 16.00h la última reunión del año- una reunión urgente y conjunta entre el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Educación para elaborar un documento común que sirva de propuesta a las comunidades autónomas para elaborar su propio protocolo de cara a la vuelta a las aulas, tal y como ha sucedido en otras ocasiones. Fuentes autonómicas confirman que el departamento que dirige Pilar Alegría consultará al que dirige Carolina Darias para celebrar una intersectorial una vez se debata la cuestión con el resto de autonomías.

La región que dirige Guillermo Fernández Vara no ha tomado ninguna medida para frenar la nueva variante, si bien su consejero de Sanidad, José María Vergeles, ha abogado por establecer un criterio único a la hora de abordar el regreso a las aulas para no incurrir en "errores" como en la primera ola, cuando algunas comunidades autónomas optaron por suspender las clases mientras que otras siguieron apostando por la educación presencial. "Esto debe ser una decisión de cogobernanza (...). Todo tiene sus pros y sus contras y para la variante ómicron es una eternidad desde el día de hoy al 10 de enero", aseveró ante los medios de comunicación.

Y Extremadura no es la única autonomía que se plantea medidas y que no cierra la puerta a tomar una decisión en los próximos días. La Comunidad de Madrid, que presume también de no imponer nuevas restricciones que lastren a la economía y que apuesta por la "cultura del autocuidado" tampoco descarta implantar nuevas normas en el ámbito escolar. La responsable de Salud Pública en la Comunidad de Madrid, Elena Andradas, reconoció en rueda de prensa conjunta con el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, que con esta nueva variante y con la mayoría de la población diana vacunada, los brotes se concentran en muchos casos en los niños más pequeños, en los niveles de Educación Infantil y Primaria, y abogó por "monitorizar" la situación durante en los próximos días para tomar una decisión en firme "la próxima semana", sin cerrar la puerta a escuchar las propuestas de parte del Gobierno.

Y no son las únicas: Galicia planteó también este martes "estudiar" la evolución de los contagios y "tomar medidas" si resulta necesario especialmente en los primeros niveles educativos. Otras regiones consultadas por este medio, como es el caso de Castilla-La Mancha o Aragón, aunque no han tomado medidas "de momento", tampoco descartan nuevas propuestas. Por ahora ninguna autonomía ha anunciado el retraso del inicio de las clases.