Laura Borràs no ha convencido a nadie con las explicaciones ofrecidas ante la Junta de Portavoces del Parlament por la suspensión del escaño del diputado de la CUP Pau Juvillà. La presidenta de la cámara se ha visto forzada a abrir las puertas de la Junta, para que esas explicaciones fueran públicas, y ha visto como toda la oposición -excepto el PSC- pedía su dimisión.

Ha evitado, eso sí, que ERC y la CUP se sumaran a la reprobación general por la gestión del "caso Juvillà", aunque ni siquiera sus socios de gobierno han dado por cerrado el caso. "Hubo momentos en que se rompió la confianza por falta de información" ha advertido la republicana Meritxell Serret, que ha reclamado "poder ir al fondo de este caso para mantener credibilidad y confianza para los casos que vendrán".

Cuándo dejó de ser diputado Juvillà

Borràs sigue sin dejar claro cuándo se acató la suspensión de Juvillà y ha señalado a los funcionarios como responsables de que el diputado de la CUP no pudiera participar en el pleno en el que se debatió su situación. "Hay una realidad paralela entre legalidad española y el Parlament" ha defendido Borràs para explicar la celebración de un pleno cuando los servicios jurídicos de la cámara ya daban por suspendido a Juvillà.

Un argumento que ni siquiera han aceptado sus socios de ERC y la CUP. Los antisistema han afeado además a Borràs que "ponga el foco en los trabajadores" de la cámara. "Si la secretaria general no dio las ordenes hasta la tarde noche del 5 de febrero algo no cuadra" le ha recriminado Eulalia Reguant, al recordar que "no estar convocado la Pleno -como sucedió con Juvillà- es de facto no ser diputado".

Los grupos han acusado a Borràs de mentir también ante el Pleno, cuando aseguró que la votación se haría a mano alzada porque no había habido tiempo de introducir las delegaciones de voto en el sistema informático. Hoy ha afirmado, sin embargo, que los funcionarios se negaron a activar el sistema de voto "para evitar" que Juvillà intentara votar, comprometiéndolos.

Tuit no autorizado

Borràs ha explicado que la secretaria general, Ester Andreu, registró un escrito ese mismo 4 de febrero en el que "por imperativo legal da instrucciones ejecutivas" para hacer efectiva la suspensión del diputado de la CUP. Y acusa a los propios trabajadores de la cámara de haber quitado a Juvillà de la web del Parlament y emitido un tuit con la publicación oficial de ese escrito.

"No es admisible que los servicios de la cámara ejecuten ordenes antes de que la mesa lo haya visto" se ha lamentado Borràs. "¿Ha perdido la confianza en su secretaria general?" le ha preguntado el diputado de CatEC David Cid. Una pregunta que no ha respondido.

Mentirosa y autoritaria

"Lo que es evidente es que mintió ante el Pleno pretendiendo hacer ver que desobedecía cuando no lo estaba haciendo. Debe dimitir por esa tomadura de pelo" ha concluido Martín Blanco

"Debe dimitir y ERC le tiene que retirar la confianza porque ya no tiene autoridad para presidir Parlament" le había advertido antes Cid. "Lo ha demostrado este finde en la Meridiana quiere ser jefa de la oposición".

El portavoz de Vox Antoni Gallego también le ha recriminado su presencia en la manifestación para concluir que "su presidencia es un desastre". El verde ha pedido la dimisión recriminándole además la suspensión de la actividad de la cámara. "Cierra Parlament porque le da la gana y habla de derivas autoritarias. ¿No le parece autoritario cerrar el parlamento?".