La posición de Teodoro García Egea en el Congreso de los Diputados y el Partido Popular (PP) ha quedado comprometida tras la última polémica entre Génova y el PSOE, a cuenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). La filtración hecha por el Gobierno a mediados de agosto, de un documento firmado por el exsecretario popular y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en el que la 'administración' de Pablo Casado aceptaba desbloquear el órgano de los jueces y reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial, ha reabierto heridas dentro en el seno de los populares. Principalmente, y como denuncia la actual dirección, por no haberles puesto al corriente del acuerdo durante el "despacho de poderes" en abril.

La versión del presidente Alberto Núñez Feijóo, así de como otros dirigentes competentes, como el vicesecretario de Política Institucional, Esteban González Pons, que es el interlocutor designado para afrontar las negociaciones con Bolaños en materia judicial, es que durante estos cinco meses de mandato, desconocían la existencia de dicho pacto. Es más, éste "nunca" ha sido abordado durante una reunión del comité de dirección. El matiz lo aporta el propio líder de Institucional, que afirma, en cambio, haber tenido constancia de su existencia durante un primer encuentro con el titular de Presidencia. No obstante, indica que el socialista aceptó desecharlo y reiniciar las conversaciones "desde cero". Eso, recientemente, ha sido negado por Bolaños, que insiste en que Pedro Sánchez comentó el acuerdo a Feijóo en su citación de Moncloa tras la designación del popular.

Más allá del debate entre ambas partes implicadas, e intencionalidades de desprestigio mutuo con fines electoralistas a las puertas de una carrera inminente de cara a las municipales, autonómicas y, posteriormente, generales, el tema de la renovación del CGPJ ha afectado de manera interna al PP. Y es que el propio García Egea, que desde una posición de diputado 'raso' ha conseguido en este tiempo reencontrarse con sus compañeros a todos los niveles internos -incluso Feijóo le ha 'recompensado' nombrándole presidente de la comisión parlamentaria de Seguridad Vial-, vuelve a estar en el punto de mira de la dirección.

Génova le cuestiona su falta de lealtad por no haber puesto al corriente de la gestión a Feijóo y su equipo

Fuentes del PP aseguran a El Independiente que García Egea está "completamente desacreditado" entre las filas populares, tanto en el ámbito global de partido, como en el propio grupo del Congreso. Y, aunque entre sus amistades políticas dentro de las siglas también culpan al Gobierno de emprender una campaña para "desviar la atención" mediante "trucos de verano", hay una crítica común a la falta de lealtad y a la ausencia de explicaciones por parte del parlamentario nada más conocerse el pacto, cuyo texto que lleva su rúbrica. Pero, además, y como ya reprochó el propio Feijóo en una comparecencia desde Porto do Son (A Coruña), por no haber puesto al corriente del asunto a la dirección provisional de Cuca Gamarra y González Pons, en marzo, y, después al equipo conformado por el gallego.

El comité de dirección, sin información

Las mismas fuentes consultadas alertan de un asunto que implicaría una alta gravedad: ni Casado ni su 'segundo' habrían puesto el pacto con Bolaños, siquiera, en conocimiento del anterior comité de dirección entre octubre del año pasado, cuando se alcanzó, y febrero de este año, antes de producirse el cisma interno a raíz de los resultados en las elecciones en Castilla y León, la negativa a pactar con Vox para impedir a la izquierda tener opciones gubernamentales en otros territorios, y al calor de la pugna con Isabel Díaz Ayuso por el congreso autonómico del PP de Madrid y el supuesto espionaje. Sería a cuenta de esa 'ocultación' al resto de la cúpula de los populares, por lo que la actual secretaria general, vicesecretaria de Política Social con Casado, no pudo poner al tanto del asunto a Feijóo. Tampoco la portavoz europea Dolors Montserrat, o Javier Maroto, entonces y ahora portavoz del Senado, y actualmente mano derecha del presidente en esa cámara.

Este problema de desinformación, además, vendría a justificar por qué Pablo Montesinos, exvicesecretario de Comunicación y la única persona de la dirección saliente que por el momento se ha postulado al respecto, ha insistido en que durante el despacho de poderes se puso al corriente "de todo" a la entrante; incluso en materia judicial. Así lo ha expresado públicamente el periodista, que ha retomado su faceta de tertuliano recientemente en La Sexta.

García Egea habría gestionado de manera individualizada el pacto con Bolaños, sin comunicarlo al comité de dirección

A esta supuesta falta de transparencia del anterior tándem de Génova, se uniría la confianza depositada por González Pons en Bolaños para desentenderse de las negociaciones anteriores. Pese a todo, mientras quedaría justificado por qué el canal de la anterior estructura, como Gamarra o Maroto, no pudo poner al corriente a Feijóo y la versión de Montesinos a raíz de este hecho, queda en el aire la razón por la que el vicesecretario de Política Institucional no puso al tanto del "papelito" a su líder como mera anécdota. Por pura información para estar al tanto desde el nuevo punto de partida. Más, si, a pesar de haber acordado con Bolaños no tenerlo en cuenta y empezar las conversaciones como ha detallado el propio eurodiputado, éste ha sido objeto de presión por parte del ministro, que amagó con publicar el acuerdo tarde o temprano durante toda esta nueva etapa de negociaciones.

Sin diálogo con Feijóo

Según ha podido saber este diario, dos semanas después de que se conociese el acuerdo, García Egea y Feijóo no han hablado del asunto, lo que certifica que las relaciones entre ambos son malas y peores que frías. La principal frustración del también senador por designación del Parlamento de Galicia es no haber estado al tanto del asunto al inicio de su mandato, lo que habría permitido establecer una estrategia de comunicación adecuada con la que gestionarlo. No contar con ello, ha dado al PSOE cierto oxígeno para llevar la iniciativa y situar al PP ante la opinión pública como partido que "no es de fiar" porque no cumple lo que firma, en un contexto electoralista.

El silencio particular del diputado tampoco ayuda a aportar algo de luz a los hechos, y lo deja en una posición muy complicada de cara a los próximos meses. Fuentes parlamentarias consultadas prevén que Génova no tomará ninguna medida concreta que precipite su marcha inmediata a poco más de un año para los comicios generales. Tampoco su cese como cabeza de la comisión de Seguridad Vial. Pero sí contemplan que el nombre del murciano no estará en las próximas listas electorales.

La omisión del pacto de renovación del CGPJ alcanzado entre el PP de Casado y Moncloa ha frenado de bruces la reinvención de García Egea. Quien durante su mandato en la cúspide de la dirección dejara numerosos detractores y consiguiera comenzar a resarcirse a principios de junio, ofreciéndose al partido para cualquier tarea al haber "pasado página", ve como un nuevo escándalo lo aparta de nuevo de la corriente política gestada en marzo y consolidada en abril en el congreso extraordinario de Sevilla.