Pensiones, reformas de gran calado como la laboral para adaptarse a un mercado flexible, ley de la ELA y un intento de despuntar entre el bipartidismo para, al menos, garantizar la continuidad del proyecto una legislatura más. Esa es la carta de presentación que el 'nuevo Ciudadanos' está exhibiendo de cara al votante, al menos de cara a la primera gran cita electoral del año que trascurrirá en dos meses y ocho días. El 28-M será crucial en el devenir de la formación naranja a nivel territorial, con un centenar de alcaldías y pactos de gobierno en juego, así como presencia autonómica. Pero también lo será para el futuro inmediato de la organización liberal en el Congreso de los Diputados.

Como ya ha publicado El Independiente, el grueso de los parlamentarios afines a Edmundo Bal en las pasadas primarias internas nacionales y José María Espejo-Saavedra, que se mantuvo neutral, valorarán cualquier oferta laboral del ámbito privado que se les presente y, en ese caso, estudiarán abandonar la cámara baja. Sin embargo, las sensaciones en las capas altas del partido es que de confirmarse la debacle de la marca, se podrían acelerar esas salidas, incluso producirse una desbandada, complicando los últimos meses del ciclo político, dado que se requeriría la incorporación de nuevos miembros a la bancada. Con la posibilidad, por las posibles bajas que se hayan ido produciendo o la situación del proyecto, de que nadie quisiera transitar brevemente por el hemiciclo, quedando los escaños vacíos.

Las fuentes consultadas apuntan a varios diputados que no quieren continuar o no tienen cabida ya en el partido una vez concluya la legislatura. Señalan a la portavoz económica María Muñoz, diputada por Valencia y "crítica con el nuevo aparato"; y al coordinador en Alicante y representante por la provincia Juan Ignacio López-Bas, y a María del Carmen Martínez, diputada por Cádiz, con los que Ventas no cuenta. También inciden, igualmente, en Espejo-Saavedra, pero por su deseo de retomar cuanto antes su actividad en el derecho bancario. Lo definen como una persona "discreta y astuta" que "sabe que no hay por donde continuar". Incluso le sitúan como uno de los potenciales preferentes a abandonar el barco si, como se prevé, el varapalo electoral municipal y autonómico es importante.

Como contraste, la triada de nombres que se estima que resistirán hasta la disolución de las Cortes son los principales protagonistas de las primarias nacionales que materializaron el divorcio de las dos corrientes que integran Ciudadanos: la liberal conservadora y la socialdemócrata. Son la ya portavoz Inés Arrimadas, su escudero de facto y ahora coordinador parlamentario y viceportavoz nacional Guillermo Díaz, y el propio Bal. Los dos primeros continuarán porque lideran el grupo, entienden fuentes naranjas, pero Bal lo hará, pese a un retroceso del protagonismo, presente solo en las sesiones plenarias y en los debates, y pocas veces ya en las ruedas de prensa, por sus aspiraciones de consolidarse como candidato a la presidencia del Gobierno.

La idea que mueve a Bal desde la derrota en las primarias de enero es la de presentarse a las segundas primarias del año, que someterán entre las bases el nombre del candidato que optará a La Moncloa. Será en otoño, como se estipuló en el proceso de refundación, y entre las candidaturas no se descarta que Arrimadas también quiera participar. Guasp, que sería la opción natural al ocupar el liderazgo político, afirma que lo decidirá después de los comicios regionales. Ella es la candidata a la presidencia de las Islas Baleares, aunque las opciones para Guasp peligran: las encuestas no le estiman ningún escaño a Ciudadanos allí. Fuentes de la organización ponen en tela de juicio que pueda continuar, porque si pierde su acta de diputada balear "deberá volver a su puesto de trabajo" al estar en excedencia. Ello trasladaría, al menos de manera temporal más responsabilidades al secretario general [un cargo orgánico y sin opciones de concurrir a las primarias por veto en los estatutos] Adrián Vázquez.

La dirección nacional de CS rebaja las expectativas y no ve una "base" que lleve a esa previsión porque "Arrimadas y el resto no están participando en la campaña": "si hay salidas, será de gente que concurra en mayo"

Respecto al diputado por Madrid y portavoz de Interior, Miguel Gutiérrez, que recientemente renunció a sus cargos en el Comité Autonómico de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid por la disposición de Begoña Villacís a abrirse a pactos con el PP, y mantiene un papel discreto en el grupo, se estima que continúe junto a Bal para apoyarlo en "dar la batalla". Y por su parte, aunque Sara Giménez, la portavoz de Derechos Sociales es "una de las más socialdemócratas", tiene mucha "reputación interna" y podrá ofrecérsele continuar dentro al término de la legislatura. "Otra cosa es que quiera seguir, por que las discrepancias ideológicas son notables", admiten.

Consultados por ello, desde la dirección nacional rebajan la preocupación ante una posible marcha grupal, porque "no hay base alguna" para hacer esas valoraciones, argumentan. Y es que consideran que es pronto para prever ningún escenario. "Lo lógico es que si alguien se hubiera querido marchar, lo habría hecho después del congreso de enero, cuando hubo más tensión por el posicionamiento de candidaturas, y no fue así", afirman las mismas fuentes de la dirección. Matizan, además, que "nadie" está en el Congreso de los Diputados con los resultados municipales y autonómicos como condicionantes, y de hecho ninguno de los diputados está muy metido en la elaboración de la campaña y la estrategia. "Su presencia es ligera", aseguran. Ante estas proyecciones, de dimisiones en cascada, lo atribuyen más "a deseos de algunos, que a la realidad". Concluyen que de haber salidas, será de gente que concurra a las urnas el 28M, gente que, por el momento, "está muy comprometida".

Otras fuentes nacionales llaman a estar centrados en el momento electoral e insisten en que ahora toca preparar bien la campaña para trasladar el mensaje. "Después del 28M se harán las valoraciones oportunas", insisten.

La sangría de bajas territoriales, sin embargo, no deja de aumentar. Este jueves se han sumado la vicepresidenta primera de la Diputación de Alicante y diputada de Cultura Julia Parra. Ella sigue a su único compañero de la formación, Javier Gutiérrez, que ya se anticipó. De esta manera, Ciudadanos se queda sin representación en la Diputación, en la que desde 2019 ha gobernado en coalición con el PP de Carlos Mazón.

Las pensiones, el principal eje electoral

Ante la reforma que está planteando el Gobierno para el sistema de pensiones, y de la que el PP se desentiende, Ciudadanos está cimentando su campaña electoral. Es una de las principales bazas a la que Ventas se agarra para conseguir resistir electoralmente, pero una vez más, como ocurrió con la propuesta de deflactar el IRPF hecha a principios del año pasado, antes de la guerra de Ucrania, los populares acaban capitalizando la oposición al PSOE y a la propuesta de José Luis Escrivá. Ciudadanos, en un intento de salir aventajados en el asunto, valora los cambios del titular de Seguridad Social y Migraciones como un "parche" que lleva a la inviabilidad del sistema de pensiones, que conciben como "quebrado".

El Consejo de Ministros ha aprobado este jueves la segunda fase de la reforma. Ésta, contempla subidas de las bases máximas y de cotizaciones, mejoras en las pensiones más bajas, y la instauración un modelo dual para calcular la pensión: o 29 años, descartando los dos peores, o 25, como hasta el momento. Los naranjas quieren avanzar hacia un sistema "sostenible financieramente" que no "hipoteque a las nuevas generaciones". Este mensaje lo explotarán en su réplica a Tamames y Vox en la moción de censura, que se debate entre el 21 y 22 de marzo. La idea es centrar el mensaje en "las familias exprimidas".