"¿Urnas o corona? ¿Democracia o monarquía?". El enunciado ya es bastante indiciario de por dónde va a ir el tono de la mesa de debate que Podemos ha programado para su Fiesta de la Primavera este sábado. Una convocatoria destinada a convertirse en demostración de fuerza y de pulso político frente a los que dan por amortizado al partido morado, en general, y muy especialmente con la mente puesta en Yolanda Díaz y el acto que celebró en Magariños hace quince días para anunciar su candidatura a la presidencia del Gobierno.

El debate en torno a la monarquía estará encabezado por Rafa Mayoral, diputado y secretario de Horizonte Republicano, e intervendrán en el mismo Isa Serra, portavoz de Podemos; la también parlamentaria morada Antonia Jover; el periodista de El Salto Pablo Elorduy; el doctor en Historia Carmelo Romero, y, por último la socióloga y politóloga, además de miembro de la plataforma Ideas en guerra, Miriam Jiménez.

Rafa Mayoral será el encargado de coordinar la mesa de debate sobre la monarquía

Y aunque esta mesa de debate estaba prevista mucho antes de conocerse que el Rey emérito tiene previsto visitar España la próxima semana -"y es habitual tratar el asunto de la monarquía en nuestros actos", dicen fuentes de Podemos- no deja de ser una coincidencia feliz para los morados en la medida en que trae dicha cuestión a primer plano. Juan Carlos I tiene previsto trasladarse a la localidad gallega de Sanxenxo los días 22 y 23 donde se celebra la Copa de España de Vela. Viajaría desde Londres, tras mantener un almuerzo privado con el rey Carlos III, pendiente todavía de su ceremonia de coronación.

Calienta Podemos así el ambiente en torno a una visita que crea indisimulable incomodidad a Moncloa y no menos a la Casa Real, que se ha escudado en que el rey Juan Carlos tiene vida privada y, por lo tanto, no tienen constancia en Zarzuela de sus actividades y movimientos. Esto abre la puerta a las especulaciones en torno a si Felipe VI conocía o no la intención de su padre de visitar España un año después de su anterior y polémico viaje, culminado en una larga cita en Palacio donde el jefe del Estado recriminó a su antecesor una serie de comportamientos poco ejemplares que pusieron a la Corona en el punto de mira.

Los morados ya dejaron claro ayer qué pensaban de la presencia de Juan Carlos I en Galicia para participar en las regatas. "Que tengamos un jefe del Estado emérito que no ha dado cuentas en sede judicial de sus fechorías y que se permita volver a España sin dar ninguna explicación, es una indecencia democrática que no nos podemos permitir como país", afirmó, tajante, el coportavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, en una comparecencia en la Cámara Baja. Todo ello sin dejar de olvidar las quince intentonas por constituir una comisión de investigación en el Congreso sobre las andanzas del padre del Rey, cortocircuitadas una y otra vez por su socio de gobierno en la Mesa del Congreso uniendo sus votos a PP y Vox.

Incomodidad de Moncloa

Por su parte, Moncloa deja traslucir incomodidad, temerosa de que se repita la exhibición pública de hace un año cuando creen que estas visitas deberían circunscribirse al ámbito privado, algo imposible en una regata y menos con la expectación mediática que conlleva. Entonces se le reprochó públicamente la falta de explicaciones y de petición de disculpas, a pesar de que todas las causas abiertas en España están ya archivadas y regularizó su situación fiscal.

La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, lamentó entonces cómo el emérito perdió la oportunidad "que merece la sociedad española y también la democracia. Debía haber aprovechado esta visita para dar cuenta de aquellas acciones que hemos conocido y que no son compatibles con la ejemplaridad y la transparencia que se le exige a una institución como la Casa del Rey».

Pero doce meses después ha optado por apelar a que se trata de una decisión residenciada en el "ámbito de su vida privada" y ante la insistencia de los periodistas se limitó este martes a recordar que «el Gobierno ha manifestado en múltiples ocasiones su opinión respecto a los hechos que se conocieron hace tiempo sobre la conducta del rey emérito y seguimos manteniendo la misma opinión".

La Monarquía y el modelo de Estado fueron dos de las cuestiones aparcadas en la negociación para la coalición de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos. De hecho, pactaron las discrepancias sobre estos asuntos, incluida la libertad de cada grupo político para manifestar al respecto lo que estimara conveniente. Ello no significa que los socialistas se sientan cómodos con la estrategia de Unidas Podemos, aunque de momento han conseguido embridar los debates más desagradables.

Ahora todo depende de que el rey emérito mantenga un perfil más discreto que hace un año a pesar de la enorme expectación en torno a la que es su segunda visita a España desde que decidiera, un ya lejano año 2020, en mitad de la pandemia del Covid, abandonar España para residir en Abu Dabi, donde ha decidido instalarse y trasladar su domicilio fiscal.