De finalidades electorales. De ello irán la mayor parte de los movimientos políticos, en las próximas semanas, desarrollados por los partidos nacionales que concurren a las elecciones municipales y autonómicas de mayo. También de intentar poner las del contrario en tela de juicio mientras se pasa de puntilla por las propias, igualmente meditadas y tomadas a conciencia. Un ejemplo claro se ha producido este lunes en la sede nacional de Vox de manera muy singular y ligada a la explotación de una de sus principales bazas electorales: la inmigración. En concreto, el vicepresidente del partido ultraconservador y portavoz de la acción política del grupo Jorge Buxadé, hacía alusión a la "finalidad electoral" que denota para él "la concesión masiva de nacionalidades por la mera residencia en territorio español" del Gobierno. Algo que, no obstante, solo ha enfocado a ciudadanos de origen marroquí cuando son los migrantes procedentes de Latinoamérica y descendientes de segunda o tercera generación de españoles los que más se están beneficiando desde la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática.

Inicialmente se preveía esta medida para afectados por el exilio durante del Guerra Civil y años posteriores, pero ésta ya se ha ampliado a los hijos y nietos de cualquier emigrante español. Independientemente del origen, Vox ha recuperado una piedra ya lanzada con anterioridad y ha sugerido un interés de Moncloa por registrar nacionalizaciones "masivas" que puedan transformarse en votos para los partidos que integran la coalición. Vox añade a ella otra "finalidad electoral" prevista para incentivar el voto, aunque ésta vez no la achaca exclusivamente al PSOE, sino que también la extiende a su principal competidor de espacio; al PP. Y ello afecta a la reforma de la ley de garantía integral de la libertad sexual, comúnmente conocida como del 'sí es sí'.

Este lunes se ha superado la ponencia de la proposición de ley orgánica para la modificación presentada por el PSOE y apoyada en toma en consideración por el PP [con un esquema similar a la propuesta presentada en diciembre por Génova]. Y este martes se reúne la Comisión de Justicia para valorar las enmiendas parciales. Unas incorporaciones en las que, a priori, solo se tendrán en cuenta las del PP de Alberto Núñez Feijóo para atajar los cambios y garantizar la luz verde a la propuesta de los socialistas. Más tras las disconformidades para refrendar la PL y las diferencias notables con su socio Unidas Podemos y los externos ERC y EH Bildu.

Buxadé, en su comparecencia posterior al Comité de Acción Política, aludía a la "nefasta" ley impulsada por la coalición en noviembre. Pero no definía su posición de voto respecto a la modificación de la norma, que elevará las penas de haber agresión, por parentesco y de menores; y evita que la ley penalice a los menores [ahora con las enmiendas del PP aceptadas se atiende, entre otros asuntos más técnicos, a la distribución de imágenes por internet de carácter sexual. Ver aquí el desglose completo]. Sí afirmaba que "la posición de Vox no va a cambiar y sucederá lo que se espera de nosotros" pese a que el PSOE no ha atendido a sus enmiendas como sí ha hecho con los de Feijóo.

Vox afirmaba que su posición en la votación de la reforma del 'sí es sí' del jueves sería la esperada, pero en lugar de la abstención esperada el partido ha anunciado que no participará ni fijará sentido de voto"

Ese posicionamiento tampoco lo trasladaban fuentes de Vox a El Independiente, que cedían de la misma manera que hacía desde Bambú Buxadé esas competencias al portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros. Hoy, éste ha trasladado que Vox no participará en la votación. "Es un gran acuerdo para que todo caiga en el olvido. No vamos a ser cómplices. No podemos votar no; no queremos votar sí, porque desoye la lógica; y tampoco nos podemos abstener. Una posición, no obstante, a la que parecía transitar la formación este lunes.

Ya alertaban desde el partido, que no ha visto refrendada ni atendida ninguna de sus enmiendas parciales que había "muchas y se requiere una buena revisión. Porque han aprovechado para meter nuevos tipos delictivos". Lo cierto es que el apoyo a la proposición de ley orgánica de los socialistas quedaba descartado desde el principio. Ni si quiera el Grupo, con su líder Santiago Abascal a la cabeza, aprobó la toma en consideración de la reforma, sino que se abstuvieron. Y es que ésta ley desde su base es rechazada por Vox. En términos de delitos sexuales, la formación de Abascal aboga por modificar el Código Penal, pero haciéndolo de una manera mucho más contundente y dando pie a condenas más extensas. Se apuesta por la prisión permanente revisable para quien participe y agreda vía violaciones grupales. Asimismo, se defiende la retirada de la nacionalidad española para aquellos extranjeros que, tras conseguirla, incurran en agresiones sexuales.

El desistimiento de una posible abstención radica en que el partido cree más adecuado no participar ni refrendar a medias unas medidas de las que son "corresponsables PP, PSOE y Podemos". Y por la "que los peores criminales sexuales vean la luz en lugar de estar encarcelados", ha dicho Espinosa de los Monteros desde el atril de la sala de prensa del Congreso. La cifra de rebajas, según fuentes judiciales, ya se aproxima al millar, como hace una semana denunciaba la portavoz del PP desde el Congreso Cuca Gamarra. De cara a este jueves, Vox meditará la fórmula para esquivar la votación.

"Una trampa potente" de uso electoral

Fuentes de Vox entienden que el objetivo final de esta reforma es electoral [también para el PP], por lo que el posicionamiento negativo sería perjudicial. Definen el pacto entre el PSOE y el PP para incorporar las enmiendas de los segundos como "una trampa potente" que podrá usarse de cara a las próximas elecciones del 28-M para sacar rédito a pesar de que "no se soluciona nada". Prevén que socialistas y populares venderán a su público potencial que la reforma "resuelve los problemas", todo pese a seguir predominando "la ley más favorable" como principio básico del Derecho para aquellos acusados o condenados que se hayan acogido ya a la actual legislación. "La van a seguir luchando por mucha enmienda transitoria" que se añada, aseguran las mismas fuentes.

Los delincuentes que ya han solicitado la rebaja van a seguir luchando la legislación más favorable por mucha enmienda transaccional que se añada"

Aunque de votar negativamente Vox a la reforma, se preveía que el PP capitalizaría ante el electorado la oposición a la ley y la presión que ha conseguido ejecutar la reforma de la ley del Gobierno como paso previo a una futura modificación del Código Penal con Feijóo en la presidencia, la formación de Abascal se ha posicionado en este punto de pronunciamiento rompiendo la premisa que Buxadé anunciaba el lunes, de raramente habrá sorpresas que perjudiquen a Vox y le haga entrar en contradicciones.

"Vuelta al texto original"

El movimiento del PP para reconducir la actual ley es entendido en Bambú como una muestra del encanto que hay por "celebrar grandes acuerdos para consolidar el bipartidismo" con el PSOE, quien acaba siendo el socio preferente, dicen. Pero se destaca por parte de Vox que la situación en la que queda el Código Penal es casi similar al previo a la reforma de socialistas y morados. En el partido se aboga por extremar las condenas y las consecuencias para los violadores y delincuentes sexuales, algo que para el Ministerio de Igualdad no rompe de raíz del problema, cimentado en la educación.

En una entrevista reciente para Servimedia, Buxadé aposto por implementar "condenas muy altas" y cada vez "más severas". Incluso sugirió "aplicar la cadena perpetua" como método de protección real. "No puede hacer término medio en la lucha contra la delincuencia, contra el delito, contra la inseguridad y contra los ataques a la libertad o a la vida", dijo. Para él, la consolidación de esta reforma será una nueva vuelta a "al texto original", que ya requería "una reforma para incrementar penas y para responder a nuevas modalidades delictivas importadas".