En su cuarto "cara a cara" con el presidente del Gobierno, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha arrancado con un tono inusualmente duro, más propio de mitin electoral que de debate parlamentario. Ha habido una descalificación global tanto de las políticas del Gobierno de coalición como de la propia figura presidencial. "No use Doñana como disparadero electoral como ha dicho Guerra", le ha reprochado sobre el debate en torno al parque natural andaluz y unas palabras que hoy mismo ha pronunciado el ex vicepresidente socialista de época de Felipe González.

Al hilo de esta reflexión ha acusado a Sánchez de "haber tardado cinco años en preocuparse por el agua", a pesar de tratarse de una una cuestión de Estado. Era de prever que Sánchez iba a usar este asunto como arma arrojadiza una vez que la Comisión Europea ha advertido a la Junta de Andalucía que legalizar zonas de regadío en la corona norte de Doñana no va por buen camino y advierte de conseuencias. A cambio ha ofrecido un pacto de Estado, la creación de una autoridad nacional del agua y recursos para cumplir con las promesas en infraestructuras con presupuestos que no se han ejecutado.

Feijóo le ha exigido al Gobierno que hable bien de la Junta de Andalucía en Europa y ante la afirmación presidencial de que "Doñana no se toca", ha añadido que "y tanto. En 40 años no le han tocado, salvo su palacio de vacaciones". Además, el procedimiento que hay abierto en Europa sobre Doñana, ha dicho, "es como consecuencia de las actuaciones de la Junta en 2014", gobernando el PSOE-A. En definitiva, "el único que no está cumpliendo la sentencia de Europa es su gobierno y usted".

"Vive de empobrecer la rentas medias y bajas de España"

Entre otras cosas, Feijóo le ha acusado de vivir "de la deuda, del déficit, de los impuestos, de la recaudación y de empobrecer la rentas medias y bajas de España". Ese ha sido el aperitivo de una intervención mucho más breve que la de Sánchez, pero con mucha más carga de profundidad. Así, tras acusarle de seguir ocultando información sobre la intervención de España en la guerra contra la invasión de Ucrania -que era uno de los motivos de su comparecencia de este martes- le ha reprochado dibujar un trampantojo sobre la situación del país, ocultando, ha dicho, el mayor endeudamiento en 44 años de democracia, el alto índice de paro, la tardanza en recuperar el PIB prepandemia y de haber elevado la inflación.

Especialmente llamativas han sido sus alusiones a la ley del "sí es sí" que este miércoles pasa por el Senado, asunto sobre el que Sánchez ha pasado de puntillas. Ha anunciado que, en su calidad de senador, "votaré" la reforma socialista. Era una manera de afear la doble ausencia de Sánchez, que no respaldó la toma en consideración de la proposición de ley que su propio Grupo presentó para cambiar los efectos indeseados del proyecto de Irene Montero ni el texto final el jueves de la semana pasada.

Feijóo exige ceses por la ley del 'sí es sí'

"Votaré que se dé mayores garantías ante los violadores y pederastas. De nada, no hace falta que me de la gracias. Lo hago por las mujeres, no por las elecciones como usted. Ni siquiera ha tenido la valentía de votar la reforma", ha dicho el líder popular para exhortarle a que "o cesa a alguien de una vez o váyase usted. Le avergüenza que el PP le haya corregido su peor equivocación y a mi me gusta ser útil al país".

Cree Feijóo que Sánchez "no está a la altura" como presidente ni tampoco "como jefe de la oposición en Galicia y Andalucía", ha ironizado. Luego se ha enredado respecto a su manera de llegar al liderazgo del PP. "Le echaron en 2016 porque cosechó los peores resultados y temían que pactara con Podemos, ERC y Bildu" y hasta le recordó que "le pillaron manipulando las urnas" en la sede federal del partido. Mientras tanto, él llegó, ha dicho, a lomos de cuatro mayorías absolutas en Galicia con el PSOE como última fuerza política. Tras considerar que tiene el apoyo de los suyos, incluidas las baronías, ha anunciado que "el día el día que dejen de querer compartir actos conmigo, me iré" y que su voluntad es "derogar el sanchismo".