Era difícil que la portavoz del Gobierno pudiera sustraerse a la catarata de preguntas de los periodistas sobre lo ocurrido este martes en los actos del Dos de Mayo en Madrid. No lo hizo, pero se limitó a expresar el mensaje medido del Ejecutivo y poco más. Porque el Ejecutivo no quiere dar más hilo a la cometa. Lo que pretende Isabel Díaz Ayuso es insistir en una "campaña de deslegitimación" contra el Gabinete de Pedro Sánchez. La Moncloa siente que tiene delante a un PP "antisistema".

Lo que está claro es que la presidenta madrileña no da un paso atrás. Este miércoles, a menos de cuatro semanas ya de las elecciones municipales y autonómicas, Ayuso refrendó en una entrevista en la SER que su equipo de Protocolo impidiera físicamente al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, acceder a la tribuna de autoridades que presidió el acto cívico-militar en la Puerta del Sol, con motivo del Día de la Comunidad de Madrid. Ella misma defendía que Bolaños acudió al acto a "provocar", porque quería "presidirlo", su intención era, dijo, ir a "reventarlo".

Rodríguez recuerda que el decreto que ordena el protocolo del Estado es de 1983 y desde entonces "no ha habido problemas"

El Gobierno estalló en cólera y enseguida acusó al Gobierno autonómico de "incumplir" la normativa. En concreto, le reprochó haberse saltado el real decreto 2099/1983 que ordena las precedencias del Estado, que estipula cómo es el protocolo en este tipo de actos. "Sorprende" que se pueda "estirar tanto" ese real decreto, ironizó la portavoz del Ejecutivo y titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este miércoles. La ministra recordó que ese texto es de 1983, de hace 40 años, y que ha "guiado a todas las administraciones e instituciones pública" durante estas cuatro décadas, y desde entonces "no ha habido ningún problema". "Aquí está todo, y aquí está todo escrito", señaló, mostrando el real decreto en la sala de prensa tal cual fue publicado en el BOE ese año.

Tras "compartir la evidencia" de la existencia de ese real decreto, la portavoz insistió en que el Gobierno suele asistir a este tipo de actos por la fiesta de la comunidad respectiva —recordó que la ministra de Educación, Pilar Alegría, a su izquierda, había estado en Zaragoza el pasado 23 de abril, por el Día de Aragón—, y que aunque es normal que acuda el titular de Política Territorial, es "el Gobierno quien decide qué ministro le representa en un acto de estas características".

"Ocurre en otras partes del mundo"

La propia Rodríguez fue invitada este año por la Comunidad de Madrid. Pero ella declinó y se lo manifestó "oficialmente" y "con tiempo" al Gobierno de Ayuso "quién iba a asistir" en nombre del Ejecutivo, en este caso Bolaños. "Así ha sido siempre y nunca ha habido problemas", adujo.

Cuando "se ataca a un Gobierno legítimo, se ataca la democracia", sentencia la portavoz, que incide en que Ayuso ha de atender las preocupaciones de la mayoría de la gente

"Ciertamente, lo que vimos ayer es inédito, no había ocurrido en estos 40 años que se produjera, en un acto de estas características, este tipo de comportamientos. Es un paso más en una campaña de deslegitimación del Gobierno de España. Una campaña del PP —denunció Rodríguez—. Y lo digo con pesar, porque este tipo de campañas, de atacar a gobiernos legítimos, están ocurriendo en otras partes del mundo, pero las protagonizan partidos extremistas o antisistema. Y lo lamentable es que en España la está protagonizando el PP, que fue un partido de gobierno".

A juicio de la Moncloa, esta "campaña de ataque" al Gobierno "empezó" con Pablo Casado cuando estaba al frente del principal partido de la oposición, "sigue" con Alberto Núñez Feijóo y "Ayuso siempre en medio". "Esto sí conviene reflexionarlo", alertó la portavoz, porque cuando "se ataca a un Gobierno legítimo, se ataca la democracia". Para el Ejecutivo, insistió, no deja de "causar sorpresa" que una norma de 1983 dé "problemas" ahora en 2023.

A partir de esa primera respuesta, la portavoz actuó de muro. Las preguntas le siguieron llegando, pero se aferró prácticamente a sus palabras. No juzgó el papel de la ministra de Defensa, Margarita Robles —que permaneció en la tribuna de autoridades, al lado de Ayuso, durante toda la parada militar, aunque se la vio incómoda al comprobar que su compañero de Gabinete no estaba junto a ella—, ni hizo autocrítica, ni contestó si podía haberse evitado esa imagen. La "preocupación" del Gobierno no está en un real decreto de 1983, incidió, sino en las medidas que adopta para ayudar a los ciudadanos, y señaló entonces las aprobadas en el Consejo de Ministros de este miércoles, como los 1.307 millones de inversión "histórica" en Formación Profesional presentados por Alegría.

La portavoz recalca que Bolaños acudió a los actos del Dos de Mayo en calidad de ministro, "faltaría más", no como acompañante de Robles

Es decir, que el Ejecutivo está volcado en "atender la realidad de la gente" y entiende que "las ocupaciones de la Comunidad de Madrid" debieran ser las mismas. En Madrid hay "muchos asuntos mucho más importantes que un real decreto de 1983", como la saturación de la atención primaria, los precios "prohibitivos" de la vivienda en alquiler y compra o la dificultad de acceso de "más de 30.000 jóvenes" a una plaza de FP. Cuestiones que dependen directamente del Gobierno autonómico y que este no aborda, insistió. Lo que el Ejecutivo central reprocha a Ayuso es que ella está obsesionada en buscar el cuerpo a cuerpo con Sánchez para no rendir cuentas de su propia gestión en la Comunidad.

Sí hubo un dato que Rodríguez precisó, y es que Bolaños no acudió como acompañante de Robles, como había deslizado Sol. Asistió "en calidad de ministro, faltaría más", respondió. No adelantó si se adoptará alguna medida contra la Comunidad de Madrid, habida cuenta de que juzga ha incumplido el real decreto. Las relaciones con el Ejecutivo regional serán, dijo, las habituales, y en todo caso el Gobierno de España "cumple con los madrileños". Y frente a la acusación de Ayuso de que Bolaños fue a "provocar", Rodríguez fue tajante: "No provoca quien quiere, sino quien puede". A partir de ahí, "nada más que añadir", zanjó.