La agenda de Hafdalla Bachir es un trasiego de compromisos electorales. El joven saharaui, que aterrizó hace décadas en España como niño de acogida, se estrena como candidato en los comicios locales del próximo 28-M. Lo hace a contracorriente, bajo las siglas del PSOE, el partido que hace un año protagonizó el cambio de posición en el contencioso del Sáhara Occidental y desde entonces presume de acercamiento a Marruecos.

Bachir, un entusiasta de la política con experiencia entre bastidores, lo aborda sin medias tintas. “Son totalmente comprensibles las dudas dada la posición en los últimos tiempos del Gobierno español. Lo que yo puedo responder es que soy un socialdemócrata convencido”, esboza en conversación con El Independiente. “La socialdemocracia es la mejor vía, no solo para Europa sino para gran parte del mundo para solventar los problemas de las personas”, comenta Bachir, graduado en Ciencias Políticas y Derecho. Es una de las contadas excepciones de candidatos saharauis del PSOE. El resto de saharauis que se presentan a las elecciones militan en partidos rivales, desde las filas del PP a las de EH Bildu.

El joven, que usa como apodo “Willy” en homenaje a su padre de acogida español, aspira a ser concejal socialista en Peligros, un pueblo del área metropolitana de Granada con alrededor de 11.000 habitantes. En los últimos comicios fue una confluencia próxima a Podemos la que resultó vencedora en las urnas. Bachir, que lleva ya algunos años militando en la formación de Pedro Sánchez, se muestra ilusionado, aunque no esconde sus discrepancias con el giro dado por Ferraz. “El PSOE tiene muchas sensibilidades aunque ha actuado mal en este asunto desde una perspectiva moral”.

Hafdalla Bachir, candidato saharaui del PSOE en el municipio granadino de Peligros.
Hafdalla Bachir, candidato saharaui del PSOE en el municipio granadino de Peligros.

Simpatías saharauis en el PSOE

“Es un cambio que no ha sido unánime. La base y la mayoría de los simpatizantes siguen apoyando al pueblo saharaui y el derecho de la autodeterminación y consideran que es un problema de derecho internacional que está en manos de la ONU”, indica Bachir. “Habría que recordarle a la gente que unos meses antes de este cambio hubo una crisis con Marruecos por lo contrario, por la decisión de una ministra también nombrada por Sánchez de ofrecer la entrada a España a Brahim Ghali [líder del Polisario]”.

Con todo el respeto, creo que Albares, mi compañero de partido, es promarroquí

Sobre el actual ministro de Exteriores, el también socialista José Manuel Albares, Bachir tampoco guarda dudas. “Con todo el respeto, creo que mi compañero de partido es promarroquí y está casado con  una francesa. No sé lo que le ha llevado a dejar de mantener ese frágil equilibrio entre Marruecos y Argelia sobre el Sáhara y se ha decidido a mover ficha. Pero no somos los primeros porque ya lo hizo Trump y lo mantiene Biden y también Alemania”.

Bachir se muestra también crítico con el Frente Polisario. “Hay que buscar un cierto equilibrio y salirnos del encasillamiento. El Polisario se lamenta mucho, como nosotros, por la situación pero no ha entrado en la vía política que está usando Marruecos. Marruecos es Israel y, nos podrán gustar más o menos esos regímenes, pero han sabido hacer política a diario”.

"No es un país racista"

A su juicio, no obstante, el plan de autonomía para el Sáhara planteado por Marruecos “es hoy un brindis al sol”. “Es incompatible con su sistema político. Los ingenieros del plan de regionalización marroquí se miran en las autonomías españolas pero están a años luz”, replica. Sobre Marruecos, el aspirante a concejal opina que, aunque “es nuestro vecino y España tiene que velar por sus intereses”, se trata de “un vecino poco de fiar”. “Es incómodo y molesto”, apostilla. Un pragmatismo que también traslada a la estrategia de su propio partido.

“En España hay actualmente más de 1,2 millones de marroquíes, más de cuatro veces el Sáhara Occidental entero. Donde ha habido más integración política de los migrantes en general es en el PSOE desde hace tiempo”, arguye. “Es el partido que ha dado más cabida a los migrantes y la mayoría son marroquíes. Más allá del lobby, que puede haberlo pero que no creo que maneje el partido, el asunto es el poder de la comunidad marroquí. En 10 años el voto marroquí será muy decisivo. Obviamente hay que ser pragmático. Para llegar al poder te tienen que votar”.

Para Bachir, “la situación migratoria está controlada en España” en comparación con lo que sucede en otros países del entorno como Italia. “Hay muchísimos candidatos marroquíes ya en el PSC, por ejemplo. Como miembro del PSOE, apostaría por la opción de atraer el voto marroquí como política de integración. Es la mayor comunidad extranjera, también entre esas 150.000 nacionalizaciones al año que se producen en nuestro país”.

A propósito del racismo, una de las polémicas que han marcado la recta final de una descafeinada campaña electoral, Bachir niega que lo haya en España. “No lo hay pero lo que sí existen son instrumentos jurídicos y políticos ineficaces y pocos contundentes. Más allá de algunos energúmenos, de los que se aprovechan algunos partidos como Vox, no puedo estar de acuerdo con esa afirmación. Y lo dice alguien que es extranjero y está muy integrado”.

El candidato, padre de dos niños, admite haber recibido algún reproche entre los suyos desde que hiciera pública su participación en la candidatura socialista. “No he recibido insultos pero sí algunos comentarios que no son oportunos. Voy a alzar la voz dentro del partido como lo ha hecho Odón Elorza. Se puede estar en el PSOE y apoyar al pueblo saharaui. Creo que puedo aportar mi experiencia al partido en el tema de la integración de los migrantes”.