Las previsiones erraron. Se esperaba que las negociaciones de PP y Vox para la formación de los gobiernos autonómicos emanados de las urnas del 28 de mayo se dilataran incluso hasta después de las elecciones generales del 23 de julio. Pero no ha sido así en la principal autonomía que los populares lograron arrebatar al PSOE hace menos de tres semanas, en la Comunidad Valenciana. Ya hay acuerdo entre PP y Vox para gobernar juntos la Generalitat, pacto que implica que el candidato valenciano de la ultraderecha, Carlos Flores Juberías, condenado por violencia machista, sale de escena para saltar a las listas de las generales. Para los socialistas y para el Gobierno, eso no cambia nada: es una "vergüenza", creen que se use la violencia contra las mujeres como "moneda de cambio". La alianza entre las dos formaciones de la derecha evidencia, a su juicio, que el PP está dispuesto a "gobernar a cualquier precio".

La rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes comenzó antes de que hubiera trascendido el resultado de la reunión de PP y Vox en la Comunidad Valenciana. La noticia saltó al final de la rueda de prensa, y la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, alertó de que los "efectos" y las "consecuencias" de esos pactos son "responsabilidad" de los partidos que los firman, y la violencia de género es "suficientemente grave como para no frivolizar, como para no ser blanqueada y como para no ser moneda de cambio". Para el Gobierno, al trenzar el acuerdo con Vox en la Comunidad Valenciana, que supondrá que el popular Carlos Mazón releve en la presidencia al socialista Ximo Puig a cambio de que el candidato de la ultraderecha compita el 23-J como cabeza de cartel, supone "consumar la vergüenza de aceptar a un condenado por violencia de género".

Los socialistas creen que "traspasar una línea roja muy grave" acabará pasando factura al PP

Fuentes gubernamentales insistieron en el mismo término, "vergüenza", y añadieron que el pacto también demuestra que el PP "no tiene líneas rojas" con la formación de Santiago Abascal y que se ha atrevido a "mercader" con la violencia machista. Al aceptar que Flores Juberías concurra en las generales, solo "mueve" esa supuesta línea roja que enunció el portavoz de campaña de los conservadores, Borja Sémper, de Valencia a Madrid. En la Moncloa califican de "barbaridad" y de sumamente "grave" lo ocurrido, y están convencidos de que acabará pasando factura al PP, porque para el partido de Alberto Núñez Feijóo supone "traspasar una línea roja muy grave", la de la violencia de género, hasta ahora aceptada por todas las fuerzas, salvo Vox, que impugna el hecho mismo. La ultraderecha niega que exista violencia machista. Sémper llegó a decir incluso que Flores, condenado por maltrato, "no debería dedicarse al ejercicio activo de la política", y que esa "línea roja" que le ponía el PP vale "para Valencia, Euskadi y Andalucía".

Más contundente que Rodríguez fue, obviamente, la portavoz del partido, Pilar Alegría. Ella atendió a los medios desde Ferraz y podía cargar con más rotundidad contra los populares ya que, en la Moncloa, la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros está muy vigilada por la Junta Electoral Central (JEC), que ya ha abierto expediente sancionador contra Rodríguez hasta en dos ocasiones.

"Vergonzante, bochornoso"

"La coherencia del PP es absolutamente inexistente y su cinismo, absolutamente bochornoso", sostuvo, para enfatizar que desde 2003 son ya 1.206 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. "A mí se me caería la cara de vergüenza. Les debería dar vergüenza. Y me da igual que este señor [Carlos Flores] esté sentado en una consejería del Gobierno de la Comunidad Valenciana o lo traigan aquí de cabeza de lista por Valencia. Lo que hoy han hecho es vergonzante, bochornoso. Han cerrado un acuerdo con un partido que dice que no existe la violencia machista y para más gravedad este señor está condenado por violencia machista", denunció Alegría, evidenciando su total indignación por el acuerdo.

Se sentarán con Vox las veces que haga falta y ocuparán los gobiernos que hagan falta"

PILAR ALEGRÍA, PORTAVOZ DEL PSOE Y MINISTRA DE EDUCACIÓN Y FORMACIÓN PROFESIONAL

La portavoz recordó que el PP lleva tiempo diciendo que "había que respetar la lista más votada y que ellos no iban a pactar con cualquiera". Pero los populares están dispuestos a arrebatar gobiernos autonómicos y alcaldías al PSOE valiéndose del apoyo de la ultraderecha. En Elche, tercera ciudad valenciana (235.580 habitantes), ya se ha cerrado de hecho el acuerdo para gobernar juntos, y desplazan así a la fuerza más votada, el PSOE. "Se sentarán con Vox las veces que haga falta —sostuvo— y ocuparán los gobiernos que hagan falta. Ellos lo que quieren es gobernar a cualquier precio, aunque con quien se sienten esté condenado por violencia machista", caso de Flores Juberías, que ha participado en las negociaciones con los populares. Para Alegría, la prioridad del PP "no es que los ciudadanos sepan cuáles son sus planes" para gobernar.

En la Moncloa, junto a la portavoz del Ejecutivo comparecieron los ministros de Exteriores y Cultura, José Manuel Albares y Miquel Iceta. El primero explicó los trabajos de preparación de la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea que llevó a la reunión del Gobierno y que oficialmente presentará Pedro Sánchez el jueves. En línea con lo afirmado ayer lunes por el presidente, el jefe de la diplomacia advirtió de que la paralización de la llegada de los fondos europeos "no es una hipótesis", sino que podría ocurrir si hay una "vuelta atrás" en las condiciones pactadas con Bruselas. Cualquier "eliminación" o marcha atrás de las iniciativas acordadas con la Comisión llevan aparejadas "inmediatamente" la apertura de "procedimientos sancionatorios" y el bloqueo de los "consiguientes desembolsos". Así ha ocurrido en otros países, recordó, y podría ocurrir aquí si llegaran al Ejecutivo PP y Vox.

Riesgo de "politizar" la presidencia española de la UE

Albares subrayó que el contenido de la presidencia, en la que el Ejecutivo lleva trabajando desde hace más de un año —el comité organizador se formó en febrero de 2022—, se ha compartido con los grupos de la oposición (se reunió con la Comisión Mixta Congreso-Senado), con los europarlamentarios españoles y con la sociedad civil. Y, por tanto, cree que no tiene sentido que el PP se queje de no haber sido informado, pese a que fueron sus eurodiputados los que no acudieron a la cita que él convocó. "¿Por qué el Partido Popular no quiere participar de una política de Estado y de un diálogo?", se preguntó.

Sánchez acudirá a las cumbres de la OTAN y de la UE-CELAC. Albares insiste en que no hay "dudas" en Europa ni "resquemor" por el hecho de que se celebren elecciones generales en plena presidencia

En todo momento, insistió en que el semestre de la presidencia rotatoria, que arranca el 1 de julio, se ha planteado como un "auténtico proyecto de país", porque la última vez que España llevó las riendas fue hace 13 años, en 2010, y pasarán tantos años o más para la siguiente presidencia. "Espero que nadie tenga la tentación de politizar algo tan excepcional como una presidencia del Consejo de la Unión Europea", dado que es un momento "único" para mostrar el "liderazgo" de España y para que España "ayude" a Europa en un momento muy delicado por la guerra de Ucrania. "Politizar" la presidencia, abundó, sería un "fracaso para España y para Europa".

El ministro enfatizó que "por fin la voz de España se oye con fuerza en Europa y en el mundo" y se va a oír para "mantener a Europa unida" y utilizar ese liderazgo para "hacer avanzar" al club comunitario. Sánchez sabe que su faceta como mandatario internacional es sólida y piensa aprovecharla a su favor. En plena campaña electoral del 23-J se celebran las cumbres de la OTAN en Vilna (11 y 12 de julio) y de la UE-CELAC (17 y 18 de julio). El responsable de la diplomacia recordó que ambas convocatorias están diseñadas a nivel de jefe de Estado o de Gobierno y por tanto el presidente acudirá a ambas "con total normalidad", porque "ese es el formato".

Asimismo, Albares restó importancia al hecho de que la presidencia coincida con un periodo electoral y con el hecho de que el Ejecutivo entre en funciones desde el 23 de julio. Señaló que durante el semestre francés (enero-junio de 2022) hubo tres votaciones (presidenciales a doble vuelta y legislativas) y un cambio de Gobierno, y no por ello dejó de ser un éxito, y Suecia, que concluye ahora su semestre, lo arrancó con un Ejecutivo que se acababa de formar. Ha habido presidencias con ejecutivos en funciones durante los seis meses o con mociones de censura. Por lo tanto, que haya generales en España "no es algo que preocupe a nadie". "Nadie en Europa ha planteado ninguna duda ni ningún resquemor al respecto, y los hechos demuestran que se puede tener presidencias completamente exitosas con ciclos electorales", completó el ministro.