El PP de María Guardiola no cede y ha permitido la exclusión de Vox en la Mesa de la Asamblea de Extremadura en alianza con el PSOE, que ocupará la presidencia de las Cortes y dos de los cinco cargos del resto del órgano: una de las dos vicepresidencias y una de las tres secretarías. El PP tendrá esas mismas competencias y entrará un cargo de Unidas Podemos como secretario apoyado por el PSOE. En declaraciones posteriores a la constitución de las Cortes, Guardiola ha dicho que Vox "ha antepuesto sus ansias de poder y esa soberbia al cambio", lo que, a su juicio, "parece que obliga a ir a elecciones" en Extremadura.

Así lo ha avanzado Guardiola en rueda de prensa al finalizar la sesión, asegurando que, pese a todo, intentará "por todos los medios" y "hasta última hora" que haya pacto con Vox. Eso sí, externo. "Ahora mismo no es el poder lo que está en juego", sino "la dignidad de esta tierra", ha señalado. "No puedo dejar entrar en el gobierno a aquellos que niegan la violencia machista" y "a quienes colocan una lona y tiran a la papelera la bandera LGTBI". Creo "en una Extremadura inclusiva, moderna, respetuosa y solidaria", ha considerado Guardiola.

Veto a Vox en la Mesa de la Asamblea

Tras una primera votación sin mayoría clara, con cada partido apoyando su papeleta a excepción de Unidas Podemos, que ha respaldado la propuesta socialista para la presidencia, se ha procedido a la repetición del mecanismo, que ha dado el mismo resultado y atribuido a Blanca Martín, del PSOE, esas competencias rectoras. Los de Santiago Abascal "lamentan" que el PP, a diferencia de Baleares o la Comunidad Valenciana, hayan seguido la estrategia de Murcia. Aunque "la mano sigue tendida" para un pacto que ya solo se contempla con una coalición.

El PP había comunicado al inicio del pleno, a las diez horas de este martes, sus tres propuestas para la Mesa: Abel Bautista para la presidencia, Manuel Naharro para una de las dos vicepresidencias, y Elena Nevado para una de las tres secretarías. Vox abogaba por Ángel Pelayo, su candidato electoral, para la presidencia. Y pese a que las posturas estaban enquistadas, Vox no ha cedido sus votos a Bautista para superar al PSOE y evitar que pase a integrar la presidencia. Este hecho refleja el nivel de tensión entre populares y ultraconservadores. El equipo negociador de Guardiola ofreció en la víspera a este evento constituyente la presidencia de la cámara a Vox y un programa de gobierno enfocado en quince puntos calcados a los del acuerdo valenciano con Carlos Mazón. Pero la insistencia a entrar en el Ejecutivo a modo de coalición llevó al fracaso de esa primera propuesta de diálogo.

Con este gesto, el PP pone sobre la mesa un órdago similar al del presidente en funciones de Murcia, Fernando López Miras; el de o gobierno en minoría con apoyo externo como el desarrollado en la primera legislatura de Moreno Bonilla en Andalucía o el segundo de Ayuso en Madrid, o repetición electoral. Todo con un porcentaje representativo desproporcionado de 28 a 5 escaños en el caso extremeño, y de 21 a 8 en el murciano.

Vox sigue tendiendo la mano

A sabiendas de esta exclusión, el vicepresidente de Vox Jorge Buxadé se pronunciaba a la entrada de la Asamblea de Extremadura en Mérida, a la que ha asistido para la apertura de la XII Legislatura. A su llegada, el 'dos' de Vox ha destacado que desde Bambú "creemos que es posible construir esa alternativa. Se trata de un acto de generosidad". Pero "con el PP necesitamos estar en los gobiernos para garantizar el cumplimiento de los pactos", ha sostenido como hizo en la última rueda de prensa posterior al Comité de Acción Política de esta semana. "Exigimos, como respeto a nuestros votantes, formar parte del Gobierno para verificar y asegurar el cumplimiento de esos cambios en las políticas de Extremadura" como ha sucedido en la Comunidad Valenciana, donde el PP "lo ha entendido", ha añadido Buxadé.

Desde Vox recalcan que esta petición no conlleva implícito un "apego por los sillones", pero pide a Guardiola que no siga "intereses partidistas" propios o de Génova. Y es que desde Bambú se señala a Feijóo como artífice de un bloqueo territorial con el objetivo de llegar lo menos vinculado posible a Vox para las generales. En las horas previas a la apertura de las Cortes, los de Santiago Abascal esperaban una cesión desde el PP, como ha recogido El Independiente, para encarrilar las conversaciones de una irrenunciable coalición. Y ahora, dadas las circunstancias, Vox cree que se ha estado "perdiendo el tiempo". Todo, dicen, "por el desprecio a los votantes de Vox y a las inaceptables líneas rojas".

El diputado Le Senne, presidente del parlamento balear

En contraste con la votación extremeña, como ya se adelantó a última hora de la noche, PP y Vox sí han llegado a un acuerdo para la distribución de la Mesa de las Cortes de Baleares. El diputado Gabriel Le Senne será el rosto que controle el máximo órgano que rige la cámara. En un parlamento compuesto por 59 escaños, la propuesta ha alcanzado 34 votos a favor entre los grupos de PP, Vox y s'Unió; una mayoría absoluta en primera votación. Ni si quiera ha habido propuesta por parte de los populares de Marga Prohens.

A falta de detalles, y aunque Vox sigue presionando para entrar en el Consell balear, se estima que Prohens conseguirá una investidura en solitario con un acuerdo programático donde la educación y la libertad de lengua tendrán un especial protagonismo. El paso del candidato de Vox Jorge Campos a las listas del Congreso para el 23-J dejan, como él mismo ha dicho, "encauzada" la negociación.