Pedro Sánchez presenta este viernes su programa electoral para las generales del 23-J, pero ya ha ido anticipando algunas medidas. Ampliación del permiso de paternidad y maternidad a 20 semanas —de la 17 a la 20, compaginándolo con trabajo a tiempo parcial—, garantía por ley de que el salario mínimo interprofesional llegue al 60% del salario medio, 5.000 millones cada año para la hucha de las pensiones, objetivo de pleno empleo al final de legislatura y un mayor alivio hipotecario para las familias con una renta de hasta 37.800 euros al año. Y otra más, anunciada este jueves por la noche en Informativos Telecinco: una ley para limitar los tiempos máximos de espera de las operaciones quirúrgicas (cuatro meses) o de las consultas con el especialista (60 días).

El presidente del Gobierno y candidato socialista adelantó esta medida casi al final de su entrevista con Pedro Piqueras, la segunda en televisión en esta semana y la segunda también en Mediaset, porque el martes estuvo en El programa de Ana Rosa. Ante Piqueras, el jefe del Ejecutivo apuntaló sus argumentos de campaña y volvió a negar que pensara en indultar al expresident Carles Puigdemont. "Su palabra vale lo que vale su declaración de independencia, es papel mojado. Puigdemont era un problema para España, y hoy es una anécdota", aseguró.

Según el Ministerio de Sanidad, el tiempo medio de espera para una operación es de 120 días, pero el 20,8% de los pacientes llevaba en 2022 más de seis meses

Pero Cataluña no es, al menos por ahora, el foco del 23-J. Lo es, para el PSOE, la necesidad de desactivación del sanchismo, aunque ahora que arranca la campaña oficial también el presidente necesita presentar su propuesta para la próxima legislatura. Por eso anticipó su compromiso de limitar por ley las listas de espera sanitarias, consciente de que existe un "problema" en la atención de los servicios públicos. Y aunque su Gobierno ha aumentado, recordó, tanto el volumen de recursos como la plantilla de funcionarios, entiende que hay que dar un paso más.

Sánchez aseguró que, si repite en la Moncloa, una de las primeras leyes por tanto que aprobará su Ejecutivo es una ley de tiempos de atención máximos, para que "no sea más de 120 días lo que dure la espera para una intervención quirúrgica, para que no sea más de 60 días la espera para las consultas externas especializadas, que no sean más de 30 días para las pruebas complementarias y que no sean más de 15 días para la atención de salud mental de los menores de 21 años".

Según los datos del Ministerio de Sanidad, a partir de la información suministrada por las comunidades autónomas, el tiempo medio de espera para una intervención quirúrgica no urgente en el conjunto del Sistema Nacional de Salud (SNS) se situaba, en diciembre de 2022, en esos 120 días citados por el presidente, si bien el 20,8% de los pacientes llevaba en la lista de espera más de seis meses. Anualmente, se practican 3,4 millones de operaciones en los hospitales del SNS, incluyendo tanto las que se programan en lista de espera como las que se llevan a cabo con carácter no programable o urgente. El tiempo medio de espera para la primera consulta con el especialista se sitúa globalmente en 95 días (bastante por encima, pues, de los 60 días comprometidos por Sánchez), seis más que en 2021 pero por debajo de los 115 días que llegaron a alcanzarse con la pandemia.

Lo planteó también Díaz

También Yolanda Díaz, líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, prometió este miércoles aprobar una ley que regule las listas de espera, estableciendo un tiempo máximo de permanencia en ellas y elaborando un registro público "transparente para que en cualquier momento se pueda comprobar en qué puesto se halla esa persona para ser atendida". Para Díaz, hay que acabar con las largas listas de espera porque son "la puerta de entrada de la sanidad privada" en el sistema, informa Servimedia.

Sánchez busca el apoyo no solo del votante socialista tradicional, señala, sino también de aquellos electores que nunca han apostado por el PSOE pero que quieren que España "avance" y no retroceda

Para Sánchez, Alberto Núñez Feijóo "se va a llevar un disgusto" porque el PSOE será el partido que gane las elecciones. El presidente subrayó que su partido no pide solamente la confianza del votante socialista tradicional, sino incluso el de aquellos electores que nunca hayan cogido la papeleta del PSOE y que quieren que España "avance cuatro años" más y el país no se se sumerja en ese "tráiler de película tenebrosa" que, con sus pactos, ya están presentando PP y Vox.

Este jueves, Puigdemont, en una entrevista en RAC1, reiteró que "personas del PSOE" mantuvieron contactos con él "más de una vez" en el Parlamento Europeo "antes, durante y después de los indultos" a los líderes del procés condenados por el Tribunal Supremo. El Gobierno negó esa propuesta en su momento y también este 6 de julio, pero el PP contraatacó otra vez y habló de "pacto oculto" del Gobierno con el expresident para indultarle. Sánchez, en Telecinco, recalcó que no dejan de "sorprenderle" que PP y Vox den por buenas las acusaciones de Puigdemont, porque su palabra "la palabra de Puigdemont vale lo que vale su declaración de independencia, es papel mojado".

"Puigdemont era un problema para España y hoy es una anécdota", dijo. Las derechas "añoran la Cataluña de Puigdemont", denunció, mientras que él defiende la Cataluña de hoy, la que representa el PSC de Salvador Illa, que ganó los comicios del 28-M y que apuesta por la "unidad" y la "convivencia". Sobre los indultos, reiteró que es consciente de que fue una decisión "arriesgada", incluso "incomprendida" también para votantes del PSOE, pero cree que un presidente del Gobierno tiene que tomar decisiones no mirando solo en las siguientes elecciones, sino para "las próximas generaciones", y entendía que debía "fortificar la convivencia entre catalanes y entre los catalanes y el conjunto de los españoles". Y recordó que Puigdemont se fugó con el PP en la Moncloa y que el despliegue del artículo 155 de la Constitución contó el el apoyo del PSOE, con él al frente.