“Sabemos que vuestra experiencia es la de haber recibido muchas promesas nunca cumplidas. Yo quiero, por consiguiente, no prometeros algo, sino comprometerme con la Historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final”. Lo proclamó Felipe González en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia). Corría el año 1976 y decía sentir “vergüenza” por la salida de las tropas españolas. 47 años después, el PSOE ha transitado una particular travesía por el desierto. Entre las palabras de entonces y el programa electoral de este 23-J, dista un abismo. Un auténtico mar de arena.

Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final

FELIPE GONZÁLEZ, 1976

Una ruta que parte del que luego sería presidente del Gobierno, que dos años antes de su visita a Tinduf había liderado el cambio de rumbo ideológico del partido en el Congreso de Suresnes, y acaba en Pedro Sánchez y una carta, aún plagada de interrogantes, enviada a Mohamed VI y filtrada por la Casa Real marroquí. Por el camino, el PSOE se ha dejado unos de sus compromisos: el apoyo al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, habitantes de aquella provincia española que Marruecos ocupó aprovechando la agonía del dictador Francisco Franco.

“Sentimos vergüenza de que el Gobierno de España no haya solo hecho una mala colonización sino una peor descolonización, entregando el territorio en manos de gobiernos reaccionarios como los de Marruecos y Mauritania”, manifestó González en su visita a la hamada argelina en 1976, aún en plena conmoción por la salida de España del territorio y el traumático éxodo de la población saharaui, bajo plomo marroquí, hacia Argelia.

“El Pueblo Saharaui va a vencer en su lucha", jaleó en su discurso ante los saharauis. González llegó a rubricar con el Frente Polisario un comunicado conjunto en el que calificaba de “nulos e ilegales” los acuerdos tripartitos de Madrid que supusieron el reparto del territorio entre Marruecos y Mauritania. Durante su periplo, se habló de “traición”.

1986: "Una descolonización pendiente"

Felipe González -con Alfonso Guerra a la derecha de la imagen- saluda tras el triunfo socialista en 1982.
Felipe González -con Alfonso Guerra a la derecha de la imagen- saluda tras el triunfo socialista en 1982.

En el programa electoral socialista de 1986, ya en el Gobierno, se recoge el mismo compromiso con un alegato explícito a la realidad, que aún pervive, de que se trata del último territorio por descolonizar de África: “En la búsqueda de la paz y la estabilidad, España contribuirá a la solución del conflicto del Sáhara Occidental apoyando las resoluciones de las Naciones Unidas que consideran el conflicto del Sahara como un tema de descolonización pendiente que no concluirá hasta que el pueblo saharaui tenga la oportunidad de expresarse válidamente sobre su futuro en un referéndum de autodeterminación con garantías internacionales”.

Antes de su acercamiento -político y profesional- a Marruecos, González mantenía idénticas coordenadas. “Sobre el problema del Sáhara Occidental estamos totalmente de acuerdo con el Polisario. Hemos ido allí abajo, en 1976, y hemos hecho mucho para romper el muro del silencio que rodeaba la guerra. (…) En algunos lugares hemos llegado a hacer que el Frente Polisario fuera reconocido, y admitido en la Internacional Socialista”, explicó González durante la década de 1980.

En el programa de 1989, el PSOE volvía a insistir en su apoyo “a las iniciativas de paz para la solución del conflicto del Sáhara Occidental, de acuerdo con las resoluciones de las Naciones Unidas y las gestiones del Secretario General de la Organización”. Cuatro años después, el partido subrayaba sus buenas relaciones con Marruecos pero preservaba su aspiración a respaldar un referéndum de autodeterminación “de modo que este contencioso quede legítima y definitivamente solventado”.

1996: "Votación segura, libre y transparente"

En los comicios de 1996, que marcaron el fin del felipismo, el PSOE reiteraba su apoyo “al Plan de Paz que permite al pueblo saharaui decidir libremente mediante referéndum, bajo total supervisión de la ONU, sobre su futuro y el de su territorio”. “La legitimidad de este referéndum descansa en la autenticidad del cuerpo electoral y en el estricto cumplimiento de las condiciones fijadas por la ONU para realizar una votación segura, libre y transparente”, deslizó.

En 2000 el PSOE erradicó cualquier mención a los saharauis

Cuatro años después, con Joaquín Almunia como candidato, Ferraz erradicó cualquier mención al Sáhara de su programa en favor de Rabat. “Impulsaremos una política encaminada al establecimiento de una relación preferente con Marruecos, en cuyo seno encuentren satisfacción los intereses conjuntos o compartidos de nuestros dos países”.

En 2004, ya con José Luis Rodríguez Zapatero, el partido afeaba al PP su “notable falta de sensibilidad y de capacidad de entendimiento” con el régimen alauí. “Es cierto que entre Marruecos y España existen visiones diferentes respecto a la solución que las Naciones Unidas están ofreciendo para el contencioso del Sáhara Occidental. No es menos cierto que existen serias discrepancias comerciales y el drama de la emigración ilegal se ha convertido en un gravísimo problema humanitario. No son problemas nuevos para nuestra política exterior, pero nunca se desbordaron al punto de haber podido producir un conflicto armado”, esbozó el programa.

Rodríguez Zapatero durante la conferencia este viernes en Tetuán.

2008: "En el marco del derecho internacional"

“En este sentido nuestra posición como socialistas consiste en apoyar activamente las gestiones y las resoluciones del Consejo de Seguridad tendentes a la solución del conflicto del Sáhara Occidental en el marco de las Naciones Unidas y del derecho internacional. A tal fin nos comprometemos por contribuir a crear un marco de diálogo que facilite el acercamiento de las posturas enfrentadas favoreciendo la recuperación del diálogo directo entre las autoridades marroquíes y el Frente Polisario”, agregaba. Por aquel entonces, Ferraz consideraba que el contencioso saharaui era "un gran obstáculo para la estabilidad y la paz en el Magreb. "La cuestión del Sáhara Occidental interfiere no solo en la política exterior española sino en las propias relaciones de vecindad entre los países del Magreb".

En las generales siguientes, las que revalidaron a Zapatero -convertido luego en un partidario acérrimo de las tesis del majzén-, el PSOE exhibió su respaldo a “las negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario bajo el auspicio de Naciones Unidas, con el fin de alcanzar para el conflicto del Sáhara, en el marco del derecho internacional, una solución política justa, duradera, democrática y aceptable para todas las partes implicadas que permita la autodeterminación del pueblo saharaui”.

Durante la década siguiente, los términos variaron poco aunque se había ido produciendo una transformación semántica que se agudizaría años después. En 2015 Ferraz se mostraba favorable a “promover la solución del conflicto del Sáhara Occidental a través del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas que garantizan el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui”. “Esto facilitará el diálogo entre Marruecos y Argelia y favorecerá una mayor integración, desarrollo y estabilidad en el Magreb. España impulsará el seguimiento del respeto de los derechos humanos, tanto en el Sáhara Occidental como en los campos de refugiados de Tinduf”.

El PSOE favorecerá el diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario

PROGRAMA ELECTORAL 2019

Un párrafo calcado a los comicios celebrados un año después. En abril de 2019 a la primera frase se agregaba el compromiso de “trabajare para alcanzar una solución del conflicto que sea justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, así como para fomentar la supervisión de los derechos humanos en la región, favoreciendo el diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario, con la participación de Mauritania y Argelia, socios claves de España, que el enviado de la ONU para el Sahara Occidental está propiciando”. En la repetición electoral, el Sáhara no fue siquiera mencionado.

2023: Adiós al plebiscito

En el programa del 23-J, publicado este viernes, el PSOE opta por enterrar cualquier mención al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui que durante décadas había figurado en sus propuestas electorales. Se limita a "seguir apoyando al Enviado Personal del Secretario General de Naciones Unidas para alcanzar una solución mutuamente aceptable en el marco de las Naciones Unidas".

"Mantendremos la ayuda humanitaria a la población saharaui en los campamentos, como hemos hecho siempre, siendo España el principal donante bilateral". Desde las filas del Polisario se tilda de “cobarde” y “pobre” la posición. El colofón a una legislatura en la que el PSOE, a las órdenes del ministro de Exteriores José Manuel Albares, ha dinamitado todos los puentes con el Polisario y Argelia, ofreciéndose como valedor de Marruecos en la Unión Europea. La última estación de un viaje que hace 47 años inició González en los campamentos de refugiados saharauis -”Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final”, murmuró- y que concluyó Sánchez el pasado febrero en Rabat, en el mausoleo de Hasán II, el monarca tiránico que pergeñó la Marcha Verde. 

1986-2023: La mutación del programa socialista

2023. En relación con el Sáhara Occidental, seguiremos apoyando al Enviado Personal del Secretario General de Naciones Unidas para alcanzar una solución mutuamente aceptable en el marco de las Naciones Unidas. Mantendremos la ayuda humanitaria a la población saharaui en los campamentos, como hemos hecho siempre, siendo España el principal donante bilateral.

2019. Promoveremos la solución del conflicto de Sáhara Occidental a través del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, que garantizan el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Para ello, trabajaremos para alcanzar una solución del conflicto que sea justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, así como para fomentar la supervisión de los derechos humanos en la región, favoreciendo el diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario, con la participación de Mauritania y Argelia, socios claves de España, que el enviado de la ONU para el Sahara Occidental está propiciando.

2016. Promover la solución del conflicto de Sáhara Occidental a través del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas que garantizan el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Esto facilitará el diálogo entre Marruecos y Argelia y favorecerá una mayor integración, desarrollo y estabilidad en el Magreb. España impulsará el seguimiento del respeto de los derechos humanos, tanto en el Sáhara Occidental como en los campos de refugiados de Tinduf.

2011. Mantendremos una postura constructiva para la solución definitiva del conflicto del Sáhara Occidental apoyada en dos principios: un acuerdo entre todas las partes, y el respeto a la legalidad internacional y a la doctrina de las Naciones Unidas. Por ello, trabajaremos para alcanzar una solución del conflicto que sea justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa del principio de autodeterminación del pueblo saharaui.

2008. España apoya las negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario bajo el auspicio de Naciones Unidas, con el fin de alcanzar para el conflicto del Sáhara, en el marco del derecho internacional, una solución política justa, duradera, democrática y aceptable para todas las partes implicadas que permita la autodeterminación del pueblo saharaui.

2004. Nuestra posición como socialistas consiste en apoyar activamente las gestiones y las resoluciones del Consejo de Seguridad tendentes a la solución del conflicto del Sáhara Occidental en el marco de las Naciones Unidas y del derecho internacional. A tal fin nos comprometemos por contribuir a crear un marco de diálogo que facilite el acercamiento de las posturas enfrentadas favoreciendo la recuperación del dialogo directo entre las autoridades marroquíes y el Frente Polisario.

2000. Sin mención al Sáhara.

1996. Finalmente reiteramos nuestro apoyo al Plan de Paz que permite al pueblo saharaui decidir libremente mediante referéndum, bajo total supervisión de la ONU, sobre su futuro y el de su territorio. La legitimidad de este referéndum descansa en la autenticidad del cuerpo electoral y en el estricto cumplimiento de las condiciones fijadas por la ONU para realizar una votación segura, libre y transparente.

1993. Defender, tanto bilateralmente como desde nuestra actual posición en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la celebración de un referéndum de autodeterminación en el Sahara occidental de modo que este contencioso quede legitima y definitivamente solventado.

1989. Seguiremos apoyando las iniciativas de paz para la solución del conflicto del Sahara Occidental, de acuerdo con las resoluciones de Naciones Unidas y las gestiones del Secretario General de la Organización.

1986. En la búsqueda de la paz y la estabilidad, España contribuirá a la so lución del conflicto del Sahara Occidental apoyando las Resoluciones de las Naciones Unidas que consideran el conflicto del Sahara como un tema de descolonización pendiente que no concluirá hasta que el pueblo saharaui tenga la oportunidad de expresarse válidamente sobre su futuro en un referéndum de autodeterminación con garantías internacionales.