El pasado siempre vuelve. El recuerdo de la relación de Alberto Núñez Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado ha ido ganando fuerza a lo largo de la campaña del 23-J. No emergió más que muy de soslayo en el cara a cara con Pedro Sánchez el pasado 10 de julio en Atresmedia, pero quien lo metió en el debate público fue la líder de Sumar, Yolanda Díaz. Y ayer miércoles, en el combate a tres en RTVE, sí que afloró con rotundidad, aunque el jefe de los populares no estaba delante. Dirigentes del PSOE sí que lo han ido deslizando, pero no había hecho referencia directa a ello el presidente. Pero este jueves sí lo hizo: Feijóo, señaló, tiene que explicar la "inquietante" relación que mantuvo con Dorado.

Sánchez elevó así un peldaño la presión sobre el líder del PP, aunque no fue a iniciativa propia. Se lo preguntó en el plató de Al rojo vivo (La Sexta) su director, el periodista Antonio García Ferreras. El presidente indicó que Feijóo perdió "una oportunidad de aclarar realmente" qué nexo tenía con el contrabandista cuando el propio Ferreras le preguntó por ello la víspera. El dirigente gallego se escudó en que ya ha dado sobradas "explicaciones" desde que aparecieron sus fotos con Dorado en un yate en 2013 y que todo este asunto le parece "muy cansino".

Feijóo ha insistido en que Dorado no tenía "ninguna acusación" por narcotráfico en los 90, y que ahora hay Google. Pero Dorado ya estaba en las noticias de los periódicos desde los 80

Pero el narco ya había sido noticia en los periódicos desde los ochenta, cuando fue procesado por contrabando de tabaco. El candidato popular alegó que en los noventa, de cuando datan sus fotos con él, no sabía que era un narco. "En aquel momento no tenía ninguna acusación por ello, ahora es más fácil saber cosas porque hay internet, porque hay Google, en aquel momento no, pero vuelvo a reiterar, hasta que yo le conocí, este señor no tenía ninguna causa en relación con el narco", respondió en La Sexta.

Para Sánchez, esas palabras son "mentiras", "excusas" que "se caen por su propio peso". "Perdió una gran oportunidad, mintió y tiene una deuda con los españoles: la deuda con la verdad", subrayó, tras calificar de "inquietante" la "estrecha" relación de Feijóo con el narco.

El presidente explicó que si no ha utilizado este asunto en este camino al 23-J es porque quiere hacer una "campaña en positivo". "Este es un momento en el que los españoles lo que tienen que saber es cuál es la propuesta de los candidatos para los próximos cuatro años", razonó.

Sánchez fue preguntado por el debate de ayer en RTVE, en el que hizo frente común con Yolanda Díaz. Ambos funcionaron como un bloque coordinado y como jefes de una coalición engrasada, aunque también evidenciaran las diferencias entre ellos, como en la cuestión de la vivienda, la "gran causa nacional" para los próximos cuatro años, en palabras del presidente. "Hay matices. Tenemos el mismo objetivo, pero distintas formas de entender cómo atajar el problema de la falta de acceso a la vivienda por parte de los jóvenes y de las familias con menores a cargo". Los socialistas, por ejemplo, defienden la medida aprobada por el Gobierno de que el ICO avale el 20% de la compra de una vivienda jóvenes y familias vulnerables, y Sumar en cambio defiende la política de alquiler.

Primó la "estabilidad institucional"

El presidente reconoció tensiones con Unidas Podemos en esta legislatura, "momentos difíciles, sin ninguna duda". Al plantearle si hubo alguna ocasión en que pensó en romper la coalición, admitió que hubo un capítulo que le sentó "particularmente" mal, que fue "muy desagradable": cuando Podemos acusó al PSOE de ser el "partido de la guerra", en el arranque de la invasión de Rusia sobre Ucrania. Estaba sugiriendo, pues, que se le pasó por la cabeza sacrificar la continuidad del Ejecutivo. Pero, de nuevo, Sánchez esgrimió que en estos cuatro años ha priorizado la "estabilidad institucional en un momento convulso", y por eso no rompió su Gabinete. Porque eso le ha permitido aprobar tres Presupuestos "en tiempo y forma" y más de 200 leyes.

El candidato socialista anticipa que la situación será "infinitamente peor" en Cataluña con un Gobierno de PP y Vox, y reitera que no habrá consulta soberanista

¿Qué error no debiera volver a producirse? El líder socialista indicó que el problema han sido "más las formas". "Ha habido algunas veces decibelios de más en los debates internos". Pero anticipa que con Díaz la relación será distinta: son dos organizaciones políticas diferentes, pero que comparten "objetivos". Ambos priman la "colaboración, la cooperación" y, "en un momento en el que la ciudadanía necesita certidumbre, claridad". Eso "lo garantiza el Gobierno de coalición progresista", y no su alternativa, insistió, el Ejecutivo "de Feijóo con [Santiago] Abascal".

También el jefe del Ejecutivo hizo alusión a las declaraciones del jefe de Vox del pasado martes, cuando apostó por una intervención más dura de Cataluña y cuando preconizó que habría tensiones territoriales, y más fuertes. La situación en Cataluña, dijo Sánchez, será "infinitamente peor". El candidato socialista volvió a apostar por la política de "convivencia" e insistió en que si retiene la Moncloa no habrá consulta soberanista, como le piden formaciones como ERC. "No ha habido referéndum de autodeterminación ni lo habrá", ratificó. A los republicanos les contestó que lo que ellos querían era la "amnistía", no un "indulto condicionado" a los presos del procés, que fue finalmente lo que se aprobó.

Sánchez volvió a desmentir que su Ejecutivo plantee imponer peajes a partir de 2024, como se comprometió con Bruselas, aunque posteriormente el propio Gobierno trasladó a la Comisión que quería renegociar la medida. El presidente recordó que lo que ha hecho su Gabinete es quitar peajes en Burgos, Galicia, Comunidad Valenciana, Cataluña o Cádiz, como la autopista que une Sevilla y Cádiz. "Hemos levantado 1.000 kilómetros de peajes", recalcó, advirtiendo de que la propia ley de movilidad sostenible no incorporó esa cuestión, "por mucho bulo que tanto Feijóo como Abascal" traten de propalar.

Se declara "animado, emocionado y agradecido" y cree que habrá finalmente una gran movilización de la izquierda

De nuevo, Sánchez se mostró convencido de que ganará las elecciones, de que hay una corriente de fondo a favor de la izquierda que las encuestas no detectan y que se ha despertado en los últimos días. Se declaró no "cansado", pero sí "animado, emocionado y agradecido", expectante ante una España que se está movilizando "como hacía años que no se movilizaba". Así, estima que el 23-J habrá una "grata sorpresa" de la España progresista. "Vamos a vivir una gran jornada electoral", anticipó. Agarrándose a esa pronóstico, no quiso aclarar qué hará si no vence y no logra mantener su Ejecutivo.

El presidente se mostró dispuesto a volver a Al rojo vivo la próxima semana. Pero sobre todo prometió volver a todos los medios adversos que ha recorrido en esta campaña y a los que, admitió, tenía que "haber ido más y conversado con esa otra España" que le ha "caricaturizado". "No soy perfecto, pero soy una persona limpia, autónoma y defiendo el interés general", remachó.