"Nada está escrito", repite Pedro Sánchez. Nada. Es decir, que aunque las encuestas, todas, salvo el CIS, coincidan en situar al PSOE como segunda fuerza el 23-J, él está convencido de que en los apenas seis días que quedan hasta las elecciones será capaz de "remontar" y ganar incluso los comicios para "sumar" con Yolanda Díaz y gobernar con ella. La alternativa, repite, es un Ejecutivo de coalición de PP y Vox —no uno de Alberto Núñez Feijóo en solitario, como él quiere—, que sería, entre otras cosas, un "riesgo" para la convivencia en Cataluña, además de un pasaporte seguro a la "involución".

El presidente del Gobierno arrancó esta última semana de campaña en Bruselas, donde participa en la cumbre UE-CELAC —aunque regresará a España esta tarde para protagonizar un mitin en Huesca, y volará de vuelta a la capital comunitaria—, y desde allí atendió a Radio Nacional de España (RNE). El líder socialista, que ayer mitineó en Barcelona, fue preguntado precisamente por su política en Cataluña. También porque en el debate a siete en RTVE del pasado jueves el candidato de ERC, Gabriel Rufián, aseguró que su formación había forzado al Ejecutivo a aprobar los indultos a los líderes del procés.

El presidente responde a Rufián que tanto su partido, ERC, como Junts pidieron la amnistía, y lo que él concedió fue un perdón parcial y condicionado y que respetó la pena por inhabilitación

¿Lo hizo por convicción o por necesidad? Sánchez recordó que ERC y Junts querían la amnistía, no el indulto, y lo que su Gobierno aprobó fue esto último, un indulto "parcial y condicionado", que respetaba la inhabilitación que dictó el Tribunal Supremo. Eso le dio pie para reiterar que sí, que ha tomado decisiones "arriesgadas" que no han "gustado" a una parte de los votantes, incluso del PSOE.

El conductor de Las mañanas de RNE, el periodista Íñigo Alfonso, le preguntó si no explicó bien su decisión. "Muchas veces las cosas se explican con los hechos", recordó. Y los hechos son, dijo, que heredó una situación en Cataluña, el otoño del procés, no "provocada" por el PSOE, pues era "el PP el que estaba en el Gobierno". Y hoy en Cataluña, en cambio, "se cumple con la Constitución" y no se plantean "resoluciones inconstitucionales o ilegales". La situación allí "no tiene nada que ver". El hecho de que ganara el PSC las autonómicas de 2021 con Salvador Illa al frente, aunque no pudiera gobernar, que el partido sea también primera fuerza en las municipales, que Barcelona tenga alcalde socialista, es una "extraordinaria noticia también para la unidad de España".

"Otros lo resuelven a bofetadas como [Santiago] Abascal, otros como el PP nos llevaría a la situación de confrontación, de fractura y de dialogo territorial acabado, que ya vimos en el pasado. Ese riesgo existe", avisó. Sánchez recalcó que su Ejecutivo logró encauzar un conflicto "dificilísimo y con diálogo", como hizo José Luis Rodríguez Zapatero con el plan Ibarretxe, y eso "justifica" las decisiones tan "difíciles" como las que tuvo que tomar.

El líder del Ejecutivo reitera que pactará "con quien haga falta" para avanzar, mientras que el PP se alía con Vox para "negar la violencia machista", retirar banderas LGTBI o quitar carriles bici

En ese punto, el presidente respondió que "por supuesto" seguirá hablando con ERC y Bildu. "Yo para sacar adelante la reforma laboral busco votos hasta de debajo de las piedras, o para revalorizar las pensiones conforme al IPC, pero no para recortar derechos y libertades", subrayó, siguiendo la línea argumental de las últimas semanas. Es decir, que en la nueva legislatura, si es presidente, pactará "con todo el mundo, con quien haga falta", para avanzar, mientras que el PP, "y esto es lo doloroso", ha pactado con Vox para "negar la violencia machista", para retirar banderas del colectivo LGTBI o para destruir carriles bici. Esa "involución" de la que él advierte, añadió, "ya se está produciendo" en comunidades y ayuntamientos, no es una entelequia.

"Aquí estamos, aquí estoy"

El presidente acelera en esta recta final de la campaña. Y una de sus tareas es combatir la idea de que las elecciones ya están ganadas para la derecha, porque "la suerte no está echada, se echa el 23 de julio". Por eso también en los últimos días echa mano de su propia biografía política, y lo hizo igualmente en RNE. Tras denunciar la "clara intencionalidad" de las encuestas de medios conservadores, que cree que buscan desmovilizar al electorado progresista, recordó que en 2015 y 2016 se hablaba de sorpaso de Podemos, "y aquí estamos, aquí estoy". Que en 2018 nadie esperaba que ganara la moción de censura o que en 2019 no lograría gobernar y que incluso podría haber una suma alternativa de PP, Ciudadanos y Vox.

El candidato busca combatir la idea de que la victoria de la derecha está hecha: "Nada está escrito", "para nada la suerte está echada"

"El PSOE va a remontar y va a sacar un mejor resultado. Nosotros ganaremos las elecciones, nosotros sumaremos con el partido de Yolanda Díaz y estoy convencido de que no voy a poder contar con la abstención del Partido Popular", repitió una y otra vez. Con esta afirmación, Sánchez pretendía dar la vuelta a uno de los mensajes de campaña de Feijóo, y es su petición de abstención al PSOE para que le deje gobernar si gana. El presidente recalcaba así que los populares nunca lo harán, nunca se abstendrán, como no lo hicieron en 2019.

Así, "para nada la suerte está echada". "Vamos a jugar el partido, lo vamos a ganar y va a haber cuatro años más de políticas progresistas en este país", dijo. El candidato cree pues que aún puede vencer el 23-J pero, ante la hipótesis de que se ofreciera como candidato a la investidura aunque no fuera el más votado, respondió que no hay que precipitarse y que todo está reglado: la responsabilidad de la propuesta de un candidato corresponde al Rey.

Sánchez defendió de nuevo la limpieza del voto por correo —el trabajo de Correos y de los carteros es "absolutamente impecable"— y justificó que no acuda a la cena de gala de la cumbre UE-CELAC en Bruselas para asistir a un mitin en Huesca porque no podía estar dos días enteros sin hacer campaña. Este lunes por la noche, regresa a la capital comunitaria para la clausura del encuentro, el martes, jornada que acabará con un acto en San Sebastián.