Pedro Sánchez decide acelerar en la recta finalísima del 23-J. Dar más tralla a su agenda, convulsionarla incluso, para intentar luchar contra el ambiente triunfalista en el que navega el PP, mecido por encuestas todas ellas favorables, salvo la del CIS. Tras el oxígeno recibido en Cataluña, en un caluroso acto central de campaña en Barcelona, el presidente del Gobierno va a intensificar su presencia en el territorio para consolidar y ganar escaños que están en disputa ahora mismo. Este lunes y martes, y no estaba previsto, combinará su asistencia a la cumbre de la Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (UE-CELAC), con dos mítines en Huesca y San Sebastián.

Ferraz diseñó esta campaña de generales de forma muy distinta a las anteriores. Había programado muchos menos actos para priorizar los contactos del candidato Sánchez en los medios de comunicación. En todo tipo de formatos. Había llegado a la conclusión, después del desastre de las autonómicas y municipales del 28 de mayo, de que tenía que dar una vuelta a su guion de campaña: no había servido de nada el gran esfuerzo movilizador, el montar grandes actos, con grandes aforos, vistosos en la tele, caros de logística, porque no tenían una traducción en votos. La militancia y los cuadros, cierto, se enchufaron, y de hecho las imágenes de espacios a reventar, más competitivas incluso que las que conseguía el PP —con la salvedad de la plaza de toros de Valencia—, convencieron a la cúpula de que habría un gran resultado, de que la tendencia a la baja que sí pintaban en las encuestas no tenía sustento.

Ferraz diseñó una campaña más centrada en los medios, pero finalmente ha decidido tener más presencia en el territorio, también para movilizar a las bases

La dirección optó entonces por qué de cara al 23-J Sánchez saliera al combate prioritariamente en entrevistas y debates. Porque también se comprobó que había permeado el antisanchismo, mucho más de lo que la Moncloa y Ferraz habrían podido pensar. De ahí que el presidente se desplegara en medios abiertamente hostiles como El programa de Ana Rosa (Telecinco) o El hormiguero (Antena 3), o en Más de uno (Onda Cero), con Carlos Alsina. La prueba salió bien, a la luz de unas encuestas que pintaban una tendencia al alza de los socialistas, nutrida además por los pactos de PP y Vox que siguieron a las urnas. Pero el cara a cara con Alberto Núñez Feijóo deprimió al partido y cortó en seco internamente la expectativa de remontada, y también se frenó ese tirón en los sondeos. Y acto seguido el PP metió en campaña sus dudas sobre el voto por correo.

Había que reaccionar. Sánchez, el partido y el Gobierno salieron al quite para defender el sistema electoral y después el presidente, este sábado en Valencia y el domingo en Barcelona, se centró en intentar levantar la moral de la tropa y pasar página del debate. La militancia, en ambas plazas, respondió, aunque en los cuadros permanecía cierto aire de pesimismo.

Sánchez vuelve este lunes a Bruselas para continuar con la segunda jornada de la cumbre, y al término volará a San Sebastián. "Un esfuerzo logístico y personal a la altura del acelerón", señalan en la Moncloa

El siguiente movimiento se dio este domingo por la tarde. La dirección confirmó dos mítines del presidente en Huesca, este lunes, y en San Sebastián, el martes 18, ambos a las 20 horas. Ferraz no había informado de ellos previamente. El miércoles el candidato participa en el debate a tres de RTVE, con Yolanda Díaz y Santiago Abascal, y es muy probable que el jueves tenga un nuevo mitin, quizá en Lugo, y que el viernes eche el telón en Madrid. Pero nada está completamente cerrado a partir del martes. Porque la cúpula quiere jugar también con el factor sorpresa.

La adición de los actos en Huesca y San Sebastián implica cambios en la agenda institucional de Sánchez. El presidente está desde primera hora del lunes en Bruselas, para la cumbre de la UE-CELAC. Desde la capital comunitaria atiende primero, a las 8.30, la entrevista en RNE, y luego ya intervendrá en distintos actos del encuentro de la Unión con los países sudamericanos y caribeños. La agenda se le acaba a las 16 horas, con su intervención en la inauguración de la III Cumbre UE-CELAC, a la que también asiste el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

Mantener el 2-1 en Huesca y lograr un 5-2 o un 5-1 en Euskadi

El presidente se saltará la cena de gala ofrecida por el presidente del Consejo Europeo. Desde allí, volará hasta Huesca. Esa misma noche del lunes, regresará a Bruselas para la segunda jornada de la cumbre, el martes, que concluirá más allá de las 15 horas con una comparecencia ante los medios, y después viajará hasta San Sebastián. Ferraz precisa que los vuelos necesarios para atender a su agenda de partido los hará en avión privado a cargo del PSOE, y no en el Falcon del Ejército del Aire. Es decir, que no hará uso de medios aéreos del Estado para acudir a los dos mítines y regresar de ellos. Se hará, pues, "un esfuerzo logístico y personal a la altura del acelerón", señalan en la Moncloa.

El debate a tres del miércoles en RTVE "puede ser clave en una campaña tan peculiar", por el mal desempeño en el cara a cara y por la "expectación" creada

En Huesca, en las elecciones de noviembre de 2019, el PSOE logró dos escaños, por uno del PP. Ahora, si se extrapolan los resultados del 28-M, el PP ganaría y se llevaría dos diputados, por uno de Sánchez. Lo que pretende Ferraz es evitar ese escenario y consolidar el 2-1 a su favor. En Gipuzkoa, hace cuatro años, los seis escaños se repartieron así: dos para el PNV, dos para EH Bildu, uno para el PSE y otro para Elkarrekin Podemos. Ahora, los socialistas quieren conseguir su segundo representante, que podría perder el PNV o bien Sumar. El PSOE anhela por tanto ganar un escaño y así sacar más ventaja al PP en un territorio en el que es muy débil: en 2019 los populares lograron un solo parlamentario (fue elegido por Bizkaia) y los socialistas tuvieron cuatro, y según GAD3, Sánchez podría mantener su representación (4) y el PP, pasar a tener dos asientos, uno por Bizkaia y otro por Álava. Por eso los socialistas quieren que la correlación sea mucho más favorable, de 5-2 o incluso de 5-1.

El miércoles, el candidato asistirá al debate a tres por la noche en RTVE, el cual, como dicen interlocutores suyos, "puede ser clave en una campaña tan peculiar", dado su mal desempeño en el cara a cara y porque su reaparición puede crear "gran expectación". En el encuentro en la tele pública no estará Feijóo, por decisión propia, aunque ese hecho, advierten, no evita que "virtualmente esté en el plató", por las múltiples referencias que se harán a él.

En la cúpula recuerdan que en este momento hay batalla en "más de 15 provincias", por lo que se volcará en ellas

El jueves y viernes, Sánchez será entrevistado, previsiblemente, en La Sexta —en el programa Al rojo vivo, por Antonio García Ferreras— y en TVE, y no se descarta algún otro contacto más en más medios. Y en cuanto a mítines, podría viajar a Lugo, donde también se disputa un escaño con el PP. El cierre de campaña, el viernes, se preveía en Madrid, pero Ferraz ya tampoco lo da por seguro.

En la cúpula recuerdan que en este momento hay batalla en "más de 15 provincias", por lo que se volcará en ellas. Es una cifra que casa con la del PP, que también detecta 20 circunscripciones en las que bailan escaños. Evidentemente, Sánchez no podrá estar en todas, pero sí incidirá en esos puntos calientes. Por ejemplo, en San Sebastián también estará este mismo lunes el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que está liderando la caravana b del partido, multiplicándose en territorios y entrevistas.

Qué dicen los sondeos

Ferraz no ha querido adelantar los pormenores de su campaña por adelantado a los periodistas. Para jugar con la "sorpresa" y no dar pistas al PP. "Nuestra agenda está viva —subrayan en el comité electoral—. Esta no es una campaña de los 80. Esta semana tenemos entrevistas, entrevistas en nuevos formatos, debate, mítines… es una semana de acelerón total. Y cerramos mítines en 24 horas si es necesario porque el partido tiene esa capacidad y está movilizado".

El candidato incidirá en la "movilización máxima", y es que en Ferraz creen que la participación, del 73%-76%, calculan, será mayor a la pronosticada por las encuestas (70%)

En la equipo de Sánchez afirman que ya están revirtiendo la tendencia a la baja que siguió al cara a cara, y recalcan que hay opciones. Apuntan, por ejemplo, a la encuesta de GESOP para Prensa Ibérica —editor de El Periódico de Catalunya y El Periódico de España, entre otras cabeceras—, publicada este mismo domingo, que otorga entre 126 y 130 diputados al PP, por los 104-108 de PSOE, los 44-48 de Vox y los 37-40 de Sumar. Y 40dB para El País y la SER indica este lunes un repunte de los socialistas, aunque las derechas quedarían cerca de la mayoría absoluta. Insisten en que si ocho diputados cambian de bloque, la diferencia entre izquierdas y derechas se atenúa y la suma de PP y Vox no alcanzaría la absoluta. Feijóo, en cambio, aspira a conseguir 168 diputados para poder gobernar en solitario con el apoyo de formaciones como PNV o Coalición Canaria, un umbral que ninguna encuesta, al menos por ahora, le concede. La más generosa con él es GAD3, que pronostica en torno a 151-152 representantes para el PP, por los 115 del PSOE, los 29 de la ultraderecha y los 25 de Sumar.

En este tirón final de la campaña, el PSOE incidirá en la importancia la "movilización máxima" del electorado progresista, como hizo este domingo Sánchez en Barcelona. Ferraz confía en que la participación sea incluso más alta de la que vislumbran los sondeos (70-71%) y se quede entre el 73% y el 76%, porque eso implicaría que los votantes de izquierdas esta vez no se quedan en casa.

Sánchez también está intensificando su llamamiento a los indecisos, que en el partido estiman en el entorno del 30%. Según la macroencuesta preelectoral del CIS, el 13,8% de los votantes —y ese dato está libre de cocina— dudaba entre varios partidos, y de ellos el 10,7% vacilaba entre el PSOE y PP, otro 36,4% entre PSOE y Sumar y otro 16,5% entre PP y Vox.

Los mensajes se dirigen a los indecisos, a las mujeres y a los jóvenes. Este domingo se viralizó mucho la entrevista de Sánchez con 'La Pija y la Quinqui', dos 'podcasters' de la llamada generación Z

Pero el presidente también está reforzando su llamada a las mujeres —el PSOE es el partido con más voto femenino, como muestran siempre todos los estudios demoscópicos— y a los jóvenes, como repitió este fin de semana. Bajo esos parámetros encajan sus últimos vídeos y también entrevistas como la que hizo Sánchez con Carlos Peguer y Mariang Maturana, La Pija y la Quinqui, el pódcast de referencia de la generación Z, y que se viralizó enormemente desde su publicación, este domingo. Allí, en su estudio, el presidente compartió bromas y confidencias —no hubo titulares de actualidad política—, como sus gustos musicales o las series que ve. Y de paso vertió elogios hacia dos "artistazas" del momento, Rosalía y Taylor Swift. E incluso se rio de algunos de los apodos que recibe (como Falconetti) o de los memes que le han dedicado ("más sabe Perro Sanxe por perro que por sanxe").

Todo abierto

Sánchez encara la semana decisiva de la campaña con un plus de actividad y con el empujón recibido por el PSC este domingo en Barcelona. 3.000 simpatizantes y militantes le aclamaron en su feudo. Cataluña es la comunidad fetiche para los socialistas, en la que no hay duda de que el partido recuperará su condición de primera fuerza en las generales, como lo fue en las autonómicas y las municipales. El CEO, el CIS catalán, prevé entre 16 y 18 diputados, por los 12 que obtuvo en 2019. Los socialistas catalanes aspiran a superar incluso el extremo alto de la horquilla, porque confían en aglutinar voto de los comunes o incluso de los independentistas, como vía para frenar a PP y Vox.

Sánchez intenta desmontar el anhelo de Feijóo de un Ejecutivo en solitario: "Aunque se avergüencen, solo puede haber un Gobierno de Feijóo con Abascal"

En la Moncloa y en Ferraz insisten en que la ventaja del PP no es tan amplia, y que Feijóo no se aproxima a los 168 escaños que ambiciona, y que por tanto está todo muy abierto. Por eso también, y para evitar que los populares sean percibidos como el voto útil para impedir que la ultraderecha entre en el Ejecutivo, el presidente incide en la asociación de las dos derechas, en que las urnas arrojarán dos opciones de coalición.

"Yo lo digo claro, a partir del 23 de julio gobernaré con el partido de Yolanda Díaz [Sumar]. Por el otro lado, aunque no lo digan, aunque se avergüencen, solo puede haber un Gobierno de Feijóo con Abascal", proclamó, a modo de aviso y para deshacer el anhelo del líder del PP de gobernar en solitario, un deseo que por ahora no tiene contraste en las encuestas. Y pese a que dirigentes como Zapatero, el expresident valenciano Ximo Puig o el primer secretario del PSC, Salvador Illa, que han recalcado que "el problema no es Vox, es el PP", el jefe del Ejecutivo aún mantiene a la ultraderecha en su menú.

Arranca la semana final de la campaña. Sánchez no da por perdida la batalla. Los dirigentes territoriales reconocen que el cara a cara hundió el ánimo de los cuadros, por la acumulación de "errores", pero no afectó tanto al electorado progresista, todavía fuerte. Ferraz confía en dejar atrás ya el debate con Feijóo y poder recuperar el tono y la iniciativa de la campaña. Con una corrección, eso sí, respecto a las previsiones iniciales.