—¿Por qué nos ha mentido tanto entonces, presidente?
—Dígame usted en qué.
—Pffff —resopla el periodista, Carlos Alsina.
—Empiece —le emplaza Pedro Sánchez.
—Tengo una lista larga.
La cita del presidente del Gobierno este lunes con Carlos Alsina, en Más de uno (Onda Cero), la primera entrevista radiofónica tras la convocatoria de las elecciones generales del 23 de julio, discurría así en los primeros minutos. El periodista había preguntado primero a Sánchez cómo se ve en el espejo, y él recordó que lo vivido estos cinco años ha sido "inédito" por "complejo" y "disruptivo", por la pandemia, la erupción del volcán de La Palma o la guerra de Ucrania, y que ha tratado de "acertar", aunque haya cometido "errores", y de gobernar para las "mayorías sociales". Le inquirió si se ve "fiable", y el presidente replicó que "los hechos están ahí" y que a la hoja de servicios de su Ejecutivo se le puede poner "un notable como calificación". Le dijo si se cree un "hombre de palabra, con principios". "Siempre he tratado de cumplir con mi palabra", señaló. Si se ve "sincero". "Trato de serlo".
Los resultados están ahí", sostiene para defender el manejo de la situación catalana. Y recuerda que Valls ya facilitó la investidura de Colau, como ahora ha hecho el PP con Collboni
Y entonces Alsina le espetó el "¿por qué nos ha mentido tanto?". La "lista larga" de lo que entiende como "mentiras" de Sánchez, como sentar en el Tribunal Constitucional a su ministro de Justicia, o hacer fiscal general del Estado a Dolores Delgado, que había ocupado esa cartera, Justicia, antes, o el indulto a los líderes del procés, medida que prometió, en la campaña de las generales de noviembre de 2019, que no adoptaría.
La entrevista en Más de uno se condujo sobre todo por esos derroteros, por el recordatorio del pasado y de las contradicciones del presidente más que por la mirada al futuro. Por el repaso a "errores" como la ley del sí es sí, el retroceso de un feminismo "integrador" por culpa del discurso feminista "de confrontación" de la ministra Irene Montero o los zigzagueos en su política. Sánchez reconoció que ha tenido "cambios de posición política en asuntos de Estado", en "asuntos importantes" como la gestión de la crisis en Cataluña porque ha tenido que tomar "decisiones muy difíciles, muy arriesgadas, y también muy complejas".
Pero la política, cree, está "para resolver problemas, aportar soluciones y no dar rienda suelta a las venganzas de nuestras propias pasiones". Cataluña, esgrimió, no es un problema para España como sí lo era en 2019, o dos años antes, en 2017, cuando hubo de aplicarse el artículo 155. Ese es el mensaje que el presidente lanza para convencer a aquellos que le pudieron votar hace cuatro años y ahora lo rechazan por decisiones como los indultos, que asume que muchos españoles pueden no "entenderlos". "Los resultados están ahí, y afortunadamente Cataluña, sin haberse resuelto del todo, es uno de los principales activos de mi acción de Gobierno", sostuvo. Alsina también le recordó que en la campaña de 2019 prometió volver a tipificar como delito la convocatoria de un referéndum ilegal. Sánchez argumentó que una de las lecciones que pueden extraerse del procés es "conocer los instrumentos" de los que dota la Constitución al Estado, y el 155 "otorga esa capacidad de respuesta ante emergencias políticas y crisis institucionales". En todo caso, esgrimió, "no hay color" entre la Cataluña de hoy y la de 2017.
En ese sentido, Sánchez destacó que hoy día una fuerza constitucionalista, el PSC, el partido hermano del PSOE, es el primer partido de Cataluña, y que Barcelona tiene desde el sábado un alcalde socialista, Jaume Collboni, investido gracias al voto de los comunes y del PP. "Es curioso que ahora parezca que [Alberto Núñez] Feijóo se convierte en un hombre de Estado, un estadista. No hizo más que [Manuel] Valls hace cuatro años para evitar que hubiera un alcalde independentista, y también como ha hecho el PSOE en Pamplona no dando la alcaldía a Bildu y dándosela a la fuerza conservadora de UPN. No estamos en con quién sino en para qué", aseveró.
"Desdichadas" las palabras de Fran Martín
Bildu entonces entró en escena. Sánchez también se dirigió a los electores que se sienten descontentos por sus alianzas con la formación de Arnaldo Otegi. Pero recordó que, pese al discurso de la derecha, el PSOE no ha "gobernado con Bildu", como lo prueba que no hay ministros del partido independentista. Tampoco hay, recordó, ni acuerdo de investidura con la izquierda abertzale, ni de legislatura. Lo que ha habido es una "dinámica parlamentaria", "acuerdos puntuales en leyes concretas", y dio un dato: el PP ha votado más veces, 51, a favor de la convalidación en el Congreso de reales decretos leyes del Gobierno que Bildu, 48. "¿Significa eso que hemos gobernado con el PP? No". Conclusión: "No es cierto que haya gobernado con Bildu".
Sánchez subraya que el PP ha convalidado más decretos leyes que Bildu, y eso no significa que gobierne con los de Feijóo. Con la formación 'abertzale', esgrime, ha habido acuerdos puntuales sobre leyes
El presidente sí calificó de "desdichadas" las palabras de Fran Martín, delegado del Ejecutivo en Madrid del pasado jueves, cuando elogió el papel de la formación de Otegi en esta legislatura, que ha hecho más que "todos los patrioteros de pulsera juntos". No "comparte" esas declaraciones: "Él se equivocó y se disculpó [...]. No podemos elevar a categoría eso".
Y si no ha habido más acuerdos con el PP es porque este, subrayó, "no lo ha puesto fácil", porque ha optado por el "bloqueo" y la "deslealtad institucional". Para Sánchez, el partido de Feijóo se ha sumido en una deriva trumpista. "Que haya un PP que incumple la Constitución española", al negarse a renovar el Poder Judicial, dijo, "es trumpista, y el trumpismo también es poner en cuestión los resultados electorales", como hizo Isabel Díaz Ayuso horas antes de las elecciones del 28-M advirtiendo de que podía haber "pucherazo".
Y para el presidente también es trumpismo "deshumanizar a tu adversario", afirmar que es "bolivariano, soberbio, pagado de sí mismo y que no tiene sentimientos", al hablar de "sanchismo". Con "ese intento de deshumanizar al líder del PSOE, una constante en la estrategia del PP", se han superado "todas las líneas rojas", a su juicio. Y, por esa razón, que Feijóo plantee la campaña como "o Sánchez o España", a imagen y semejanza del "o Budapest o Bruselas" del ultraconservador húngaro Víktor Orban o del "o Trump o socialismo" del expresidente norteamericano es "una coña". Porque la disyuntiva, explicó, no puede ser tampoco "o Feijóo o la felicidad", "o Feijóo o la Tierra", sino "o Sánchez o Feijóo".
Insiste en que el 'sí es sí' fue un "error" por el que se disculpó. Admite "discrepancias" con Montero, y si no la echó del Ejecutivo fue por "primar la estabilidad institucional y política"
Alsina pasó al examen de la coalición, recordando las palabras de Sánchez de septiembre de 2019, cuando aseguró que "no dormiría" tranquilo si Podemos se hiciera cargo de la política energética, de Hacienda o de la Seguridad Social, que fue lo que Pablo Iglesias le exigió en la investidura fallida. Sánchez apuntó que cumplió su palabra, porque esos tres ministerios, y también los de Estado (Defensa, Interior, Exteriores y Justicia) están en manos socialistas. ¿Está orgulloso de la gestión de Irene Montero?, le preguntó. El presidente admitió que ha tenido "discrepancias" con ella, como la ley del sí es sí. Pero reconoció el "error" y se disculpó. Alegó que si tardó más en rectificar fue porque trató de "persuadir" a Podemos de la necesidad de reformar la norma, pero tras constatar su cerrazón, la "imposibilidad" de que hubiera una modificación pactada, decidió que su grupo presentara su propio texto.
Sin embargo, Montero sigue en el Ejecutivo y, en cambio, ha sido vetada por Sumar para ir en sus listas. El jefe del Ejecutivo recalcó que en esta legislatura ha habido "avances en materia de igualdad y de género" y adujo que ha intentado "primar la estabilidad institucional y política" para responder a los shocks de la legislatura. "¿Las políticas de Igualdad, dirigidas por Irene Montero, se han planteado más desde el conflicto?", le inquirió Alsina. Sánchez señaló que hay hombres de entre 40 y 50 años que pueden haberse sentido "incómodos" con algunos discursos —no tanto con las políticas— hacia ellos.
Debates que "pertenecen a otra época"
"Coincido con Nadia Calviño con interpretar el feminismo como un movimiento social integrador —señaló—. Lo que queremos es un país en igualdad, donde las mujeres crecen libres y seguras. Y creo que esa apelación a ese feminismo integrador es probablemente la tarea pendiente que tiene la España progresista durante los próximos años. Es probablemente donde algo hemos retrocedido, y eso es una constatación, es un dato objetivo, porque yo también tengo amigos que se han sentido incómodos con algunos discursos que se han planteado más de confrontación que de integración".
Sánchez esgrime que ha tratado de gobernar "dando la cara", pero no "ignorando los desafíos", "aun con errores"
Sánchez dejó entrever que si el PP fuera la lista más votada, el PSOE no facilitaría su investidura para evitar que dependiera de Vox. Alsina le recordó que en 2019 él defendió que se dejara gobernar a la formación con más apoyos si no había ninguna alternativa viable, el presidente arguyó que tras lo que ha pasado desde entonces y visto que los populares han pactado sin empacho con la ultraderecha para arrebatar gobiernos a los socialistas, esos debates "pertenecen a otra época". En cualquier caso, "el PSOE sale a ganar estas elecciones" y la realidad "tan fragmentada llevará a un Ejecutivo de coalición. De la suma de PP y Vox "solo sabemos quién será el vicepresidente" de Feijóo, Santiago Abascal. El PSOE, a su vez, tiene como socio a Sumar. Así que el PP plantee de nuevo el debate de la lista más votada no deja de ser, a su juicio, un "ejercicio de cinismo".
El presidente volvió a reclamar debates cara a cara con el líder del PP. "Mañana mismo" tendría el primero con Feijóo si él quisiera. No especificó qué medios considera él que hacen campañas en su contra, pero sí constató que hay una "desproporción en la representación de voces progresistas" en las tertulias y en los propios medios, cuando España sociológicamente es un 50% de derechas y otro 50% de izquierdas.
"¿Cómo quiere ser recordado?", acabó el conductor de Más de uno. Sánchez insistió en que han sido años "difíciles", "convulsos", en los que ha tratado de gobernar "dando la cara", pero no "ignorando los desafíos", "aun con errores", repartiendo las cargas de manera "solidaria", y viendo en los retos una "oportunidad".
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