El PP y Vox han alcanzado un pacto de coalición en la Región de Murcia que se materializará en un acuerdo programático "próximamente". La propuesta de pacto la adelantaba el PP, que cedía finalmente, a media tarde de este viernes, y quedaba confirmado por la formación de Santiago Abascal, que ha emitido un comunicado alegrándose por el éxito "del diálogo, el entendimiento y la responsabilidad". Asimismo, Vox pondrá al presidente del Consejo de Transparencia murciano, que asumirá las funciones de la Oficina del Defensor del Pueblo. Así queda cerrada la posibilidad de repetición de elecciones autonómicas a una semana de agotarse el plazo para investir a un presidente autonómico, que finalizaba el jueves 7 de septiembre.

El PP de Fernando López Miras reconocía, tras ceder la exigencia de Vox de entrar en el Ejecutivo, "avances en las negociaciones". Y trasladaba el ofrecimiento de carteras, que ha sido asumido íntegramente por los de José Ángel Antelo, el presidente y candidato de Vox en Murcia. Ello, pese a que no terminaba de convencer a la formación, que demandaba asumir Agricultura.

"El PP, en su propuesta a Vox para formar parte del Gobierno regional, ha ofrecido las consejerías de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, ésta última con rango de vicepresidencia". "El PP considera que es una propuesta con la que se podría alcanzar un acuerdo que desbloquearía la situación actual y descartaría definitivamente unas nuevas elecciones -las terceras en seis meses- que no benefician a la Región de Murcia", indicaba el texto difundido.

En Vox celebraban el "acercamiento de posturas que hace desatascar la negociación", pero se reclaman tres consejerías en su lugar con la cartera rural como condición sine qua non. Y es que Agricultura se ha convertido en la joya de la corona para Vox en cada territorio. La fuerza ultraconservadora entendía que al frente de la consejería "podemos aportar un gran valor añadido en esta nueva etapa". Así se pronunciaba Antelo como primera valoración tras trascender el principio de acuerdo.

El Independiente ya adelantó al principio de las negociaciones que la pretensión de Vox era, al menos, controlar Agricultura, ello en "un paquete" amplio donde cupieran las competencias medioambientales, de Agua y relacionadas con el Mar Menor [más información, a continuación]. Sin embargo, se han tendido puentes. El PP, más allá de no querer dar entrada a los de Antelo, se negaba a la línea roja de Vox para negociar: la derogación, o en su defecto, la modificación profunda de la Ley de Protección y Recuperación del Mar Menor. Las carteras asignadas no tendrán competencias medioambientales, y salvo un punto de acuerdo programático posterior, López Miras consigue preservar ese principio, cuya cesión provocaría revuelo social.

Murcia es la única región que participó en el ciclo electoral que no ha renovado todavía su gobierno, el cuál permanece en funciones. López Miras, a dos escaños de la mayoría absoluta, con 21 de 23 necesarios, venía esgrimiendo que esa posición, que solo requiere la abstención de Vox, era suficiente para limitar un pacto a un acuerdo programático como en Baleares. Sin embargo, Vox, que tiene su principal granero electoral en Murcia, ponía como requisito esa participación dentro del Consejo. El argumento básico ha sido la denuncia de la falta de confianza en el PP por no cumplir el acuerdo de gobierno externo tras su ruptura con Ciudadanos, así como continuar la gobernabilidad gracias a tránsfugas de Vox.

Se desconoce si se mantiene la oferta programática de 88 puntos que el PP hizo a Vox en julio y si el pacto se cimentará sobre él"

Tras varias reuniones sin éxito, una propuesta programática y cesiones como un senador autonómico o un puesto en la Mesa de la Asamblea vía previa reforma del reglamento para subsanar el veto a Vox en la constitución de la legislatura, López Miras acudió a investidura fallida entre el 6 y el 10 de julio. Antelo le hizo una contraoferta de 12 puntos donde la modificación de la ley de protección y reparación del Mar Menor es clave. Y en añadido pidió una vicepresidencia y dos consejerías. A la opción de Agricultura se unía Políticas Sociales y Educación.

La fricción entre las formaciones y dirigentes, tras un plantón de Antelo a finales de julio, era patente en las últimas semanas. Vox se quejaba de que López Miras no levantaba el teléfono para retomar las conversaciones, mientras que en el PP rechazaban por encima de todo ceder cuota de gobierno a Vox. Por este motivo, PP y Vox a nivel nacional, entre Génova y Bambú, asumieron el diálogo. Tal y como ha publicado El Independiente esta semana, hoy 1 de septiembre era la fecha clave para saber si se podría llegar a un acuerdo.

Esta disposición de acuerdo viene dada primero por las encuestas, que no prevén casi cambios de ir a una nueva contienda electoral. Pero, especialmente, se debe al acuerdo entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal para la investidura del gallego, que pese a todo apunta a fallida estando a cuatro escaños de la mayoría necesaria; imposibles de cosechar. Para poder trasladar Feijóo al Rey capacidad de lograr la investidura, Abascal lanzó un órdago a Génova para que aceptara cuatro "condiciones". Entre ellas el respeto al electorado de Vox, algo que, tenía referencia parlamentaria tras el veto en la Mesa del Congreso, pero indirectamente también respecto a Murcia, donde los de Abascal lograron un 17,7% de voto.

El silencio de Vox esta última semana tras reconocer la apertura de "una nueva etapa" con el PP, daba cuenta de ello, de ese acercamiento. De hecho, fuentes de Vox apuntaban a que Murcia podía haber sido moneda de cambio. Una teoría que adopta notoriedad, más ante movimientos como la apertura de Feijóo a negociar con Junts, aunque "dentro del marco constitucional". Y, especialmente, ante el ofrecimiento de un pacto de investidura al PSOE, ya rechazado. Desde el PP aseguraban que no habría reacción alguna de Vox, por compromiso de objetivos comunes.

Con un avance significativo que permite el diálogo, no se descarta que a lo largo del fin de semana se traslade el documento programático definitivo. El lunes o el martes, como muy tarde, debe ser convocado el debate de investidura.