Giro de guion. El PSOE no preguntará a su militancia solo por el acuerdo de coalición con Sumar, tal y como estaba previsto, sino también, y de forma previa, por las alianzas por venir con el resto de grupos parlamentarios. Es decir, que el presidente del Gobierno en funciones y líder del partido, Pedro Sánchez, demanda el aval de las bases socialistas a la futura ley de amnistía, eje de las conversaciones con ERC y Junts, como último impulso de cara a su investidura.

Fue el propio Sánchez quien anunció el cambio de postura de la dirección del PSOE durante la comparecencia posterior al Consejo Europeo ordinario, en Bruselas, este viernes. Y lo hizo la víspera de la reunión del comité federal, el máximo órgano de poder del partido que lanzará la consulta a las bases.

Sánchez alega que no puede preguntar por todos los acuerdos, porque entonces no llegaría a la investidura, ya que el plazo legal vence en un mes, el 27 de noviembre

El presidente recordó que en 2019 se preguntó a la militancia por la alianza con Unidas Podemos. Es lo que prescriben los estatutos del PSOE, de hecho: el artículo 50 indica que son obligatorias y vinculantes las consultas a la militancia "sobre los acuerdos de gobierno en los que sea parte el PSOE". Ahora, en 2023, la dirección había trasladado, ante las preguntas constantes de los periodistas, que el patrón se respetaría: se preguntaría a las bases por el acuerdo de coalición con Sumar. Pero Sánchez ha decidido introducir una novedad.

"A diferencia de lo que ocurrió en 2019, en esta ocasión también vamos a incorporar si la militancia avala el que logremos acuerdos parlamentarios con el resto de formaciones políticas que nos permitan lograr la mayoría para la investidura", aseguró el presidente desde la capital comunitaria. ¿Por qué el cambio? Sánchez explicó que la cúpula quiere que "efectivamente la militancia se pronuncie sobre los acuerdos" que vaya a firmar el partido "con el resto de fuerzas políticas". Y también porque demanda a las bases un aval previo, porque no puede reclamarles su conformidad sobre el "detalle", sobre el pacto concreto que se firme, porque está en marcha el proceso de negociación "no solo con Junts y con Esquerra Republicana, sino también con el PNV, con el BNG, con Bildu o también con Coalición Canaria".

El líder del PSOE argumentó que si la consulta se hiciera tras la firma de todos esos acuerdos, no llegaría a ser investido antes del 27 de noviembre, cuando vence el plazo constitucional de dos meses después de la primera votación fallida. Es decir, que solo habrá una consulta, ninguna más. Y el objetivo, dijo Sánchez, es que "todos" se posicionen, si están "todos", cuadros y militantes, de acuerdo en "lograr esa mayoría parlamentaria que permita tener una mayoría que permita la investidura".

Nuevas críticas de García-Page

Es evidente que la dirección ha cambiado de opinión. En todo momento negó que fuera a preguntar a las bases por los acuerdos con ERC y Junts. Ahora sí lo hará, aunque antes de que se firmen y sin que se cite explícitamente la amnistía. Y, como precisan fuentes de Ferraz a este diario, solo habrá una pregunta a las bases, cuya formulación exacta, en principio, se conocerá mañana.

Preguntado por Page, Sánchez subraya que los militantes pueden expresarse "libremente" y cuentan con su "respeto", pero añade que sabe que tiene el aval del PSOE porque ha hablado con muchos dirigentes

Hasta ahora, la reunión de este sábado del comité federal se esperaba tranquila, de apoyo al secretario general, aunque con la sola excepción notable del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que sí que tiene previsto acudir. Él mismo, desde Toulouse, donde tenía este viernes agenda institucional como presidente de la Asamblea de Regiones Europeas Vitícolas (AREV), volvió a mostrarse en contra de la amnistía y cargó contra el intento de los independentistas de que el Estado aparezca como "culpable" del 1-O. El comentario se explicaba porque ERC señaló este jueves que no podía aceptar que en la exposición de motivos de la ley de amnistía figurase que el referéndum del 1 de octubre fue un delito. "Lo que no pueden pedir es que se les perdone algo que, al mismo tiempo, ellos dicen que han hecho bien. Solo se perdona lo que se ha hecho mal. Esto es de libro", aseguró Page.

A Sánchez se le preguntó por las palabras del jefe del Ejecutivo castellanomanchego. El líder socialista respondió que todos los militantes del PSOE se pueden expresar "libremente" y cuentan con su "respeto". Pero al mismo tiempo aseguró que tiene "la absoluta y rotunda confianza", porque ha conversado "con muchísimos cuadros del PSOE" de que el respaldo que tendrá la consulta va a ser "muy importante". Es decir, que más allá de lo que opine Page, pesará muchísimo más el refrendo abrumador que espera a sus negociaciones de investidura.

El presidente dio a entender que mañana sábado dará más pistas sobre esos contactos, en su intervención de arranque del comité federal, a puerta abierta: "Ahí daré mi posición sobre los distintos aspectos que están involucrados o que afectan a este proceso de investidura". Deslizaba, por tanto, que podría referirse de manera algo más concreta a la amnistía, una cuestión que aún no ha explicado con el argumento de que la negociación sigue.

El presidente reitera que solo cuando los acuerdos se logren habrá "luz y taquígrafos", no antes

Puede ofrecer algo más de información, sí, pero no el detalle, según dijo justo a continuación. "Entiendo que los medios de comunicación exijan y demanden la información sobre las negociaciones, pero en las negociaciones siempre se impone un tiempo de discreción. Y cuando los acuerdos se logren, se impondrá un tiempo de luz y taquígrafos. Y es lo que he dicho siempre. Cuando haya un acuerdo, todo será explicado con luz y taquígrafos. Pero estamos ahora mismo en un momento de tejer esos acuerdos con el resto de formaciones políticas que van a garantizar la estabilidad parlamentaria que haga factible esta legislatura. Y en eso está el Partido Socialista".

Investidura "cuanto antes"

Sánchez no citó este viernes el término tabú, amnistía, pero, tras resaltar la importancia del acuerdo firmado esta semana con Sumar, reiteró que todo lo se haga para "normalizar o estabilizar la situación política en Cataluña" se hará "siempre en coherencia" con lo que su Gobierno ha venido haciendo en los últimos cinco años, "y los resultados están ahí".

¿Y cuándo será la investidura? Sánchez no quiso aproximar fechas: pretende que haya Gobierno "cuanto antes". El líder del Ejecutivo aseguró que se ha dado "un avance muy importante esta semana", gracias al acuerdo con Yolanda Díaz, y espera "seguir dando avances en los próximos días". Es decir, que se vayan cerrando las alianzas con el resto de fuerzas y que "pronto" España tenga un nuevo Gobierno.

¿Habrá ministros de Podemos? "No soy yo quien tiene que responder a esa pregunta", señala, en clara alusión a que los integrantes de Sumar en el Ejecutivo los tendrá que decidir Yolanda Díaz

Y preguntado si en su futuro Ejecutivo habrá ministros de Podemos, sostuvo que no es él quien tiene que "responder a esa pregunta". Es decir, que ha de hacerlo la propia vicepresidenta segunda en funciones. Dicho de otro modo: es Díaz la que ha de bregar con su propio espacio y decidir la correlación de fuerzas interna. Él aceptará los nombres que ella le ponga sobre la mesa.

De su comparecencia de este viernes se colige, por tanto, que las negociaciones avanzan y van por buen camino, aunque hay todavía dificultades, como el relato del procés que debe prologar la ley de amnistía, el reconocimiento de Cataluña como nación o la figura del mediador internacional que exige Junts. ERC insiste en que el 1-O no figure como delito y en las cuestiones más económicas y de gestión: el traspaso completo de Rodalies o el déficit fiscal de Cataluña. La posibilidad de un referéndum de autodeterminación está fuera de la mesa, según han insistido PSOE y PSC en todo este tiempo.

Que Sánchez se disponga este sábado a dar una primera explicación política de la amnistía y de las negociaciones da a entender que el proceso ya está muy avanzado y a falta de remate final. Y para este último empujón el presidente reclama el aval de la militancia como fórmula de blindaje frente a las críticas. Las de Page —el expresidente aragonés Javier Lambán sigue convaleciente y no acudirá este sábado al comité— y las de la vieja guardia, encabezada por Felipe González y Alfonso Guerra. En la dirección están convencidos de que militantes y cuadros apoyan sin fisuras a su líder. Y es verdad que en el partido la pulsión que se siente es clara: el deseo que haya Gobierno cuanto antes, aunque ello suponga pagar el peaje de una medida difícil de digerir, pero ya amortizada, como la amnistía.