El gran día de la heredera al trono quedó ensombrecido en buena parte por la fotografía y el vídeo que el pasado lunes difundió el PSOE de la reunión de su secretario de Organización y "número tres", Santos Cerdán, con el ex presidente de la Generalitat, hoy fugado en Bélgica, Carles Puigdemont. Cerdán se convirtió ayer en el objetivo de los periodistas a la caza de algún detalle más sobre un encuentro que ha levantado una enorme polvareda y viene a confirmar que el apoyo de los 7 diputados de Junts a la investidura de Pedro Sánchez es una realidad.

En todo caso, desde la dirección nacional del Partido Popular entienden que la fecha escogida para esa reunión en el despacho de Puigdemont en Bélgica -bajo una gran imagen del referéndum ilegal del 1 de octubre- no fue casualidad, porque lo que buscaba Moncloa, precisamente, "era tapar esa foto con otra foto, la de la jura de la Constitución por parte de la Princesa de Asturias", es decir, "Sánchez ha usado a Doña Leonor para tapar sus vergüenzas", denuncian.

Subrayan que ésta viene siendo la estrategia habitual del equipo que rodea al presidente del Gobierno en funciones, "solapar los escándalos". Algunos barones autonómicos del PP señalaron ayer a El Independiente como muestra de este tacticismo gubernamental el olvido en el que ha caído la foto de Sánchez con la portavoz del Grupo de EH-Bildu, Mertxe Aizpurua, coalición que "acoge a partidos con un pasado sangriento incapaces de condenar el terror de ETA".

Denuncian que la estrategia habitual de Moncloa es "solapar los escándalos"

Las portadas de este miércoles reflejarán de forma mayoritaria la jura de la Constitución de la Princesa de Asturias, quien, con su mayoría de edad, se convierte en heredera directa de su padre, perdiendo con ello la reina Leticia una hipotética regencia en caso de ausencia de Felipe VI. No obstante, la ley de amnistía pactada con los que se saltaron la ley entre septiembre y octubre de 2017 a cambio de dar el "sí" a Sánchez para mantenerle en Moncloa, no desaparecerá de la agenda política ni mucho menos.

Porque lo previsible es que pasado este 1 de noviembre, día de fiesta en toda España, vengan en cascada los anuncios de acuerdos con ERC, Junts, BNG y PNV. También la presentación de la proposición de ley de la amnistía, que los socialistas quieren que esté en el registro del Congreso de los Diputados antes de la sesión de investidura y, muy probablemente, se conozca este viernes la fecha de celebración de dicho debate para la próxima semana.

Si como todo apunta los días elegidos son el 7 y 8 de este noviembre, la planta séptima de Génova deberá decidir si mantiene o no la reunión de la Junta Directiva Nacional del partido, máximo órgano entre congresos y foro en el que muchos esperaban anuncios sobre la remodelación pendiente del partido y de los Grupos Parlamentarios populares de Congreso y Senado. No obstante, un destacado dirigente del núcleo duro de Feijóo insiste en que no habrá anoticias sobre dicha remodelación hasta que se despeje la situación política.

El discurso de Francina Armengol, "decepcionante"

Esta misma fuente califica, por otro lado, de "decepcionante" el discurso de la presidenta del Congreso, Francia Armengol, por entender que "el día en que la heredera al trono juraba la Constitución y su sometimiento a las leyes, no es para hablar de los Juegos Olímpicos de Barcelona, sino de monarquía parlamentaria, integridad territorial de España, estado de las autonomías o igualdad entre los españoles", principios todos ellos consagrados en la Carta Magna.

La representante de la tercera institución del Estado "pasó de puntillas", a juicio de los populares, sobre las cuestiones que alteran a los socios de gobierno y aliados parlamentarios de Pedro Sánchez, prácticamente todos ellos ausentes de un acto con un fuerte componente institucional y político que, como explicó la Princesa de Asturias en el Palacio Real, simboliza "la unidad y permanencia de España".

El PP no ha entrado a debatir si su líder tomará la palabra o no en el debate de investidura de Pedro Sánchez. Porque si bien este dio una muestra de desprecio institucional a su adversario mandando a un incendiario Óscar Puente para dejar de manifiesto que no se sentía concernido por un debate que, dijeron entonces, "hacía perder el tiempo a los españoles", el líder del PP "no hará nada raro y será él el que defienda la postura del primer partido de la oposición".