Solo resta el tramo finalísimo, pero ya se puede dar por hecha la investidura de Pedro Sánchez. Y darla por inminente. Una vez pasado el último hito, la solemne jura de la Constitución por parte de la princesa de Asturias ante las Cortes Generales, este martes, lo que seguirá es, previsiblemente, una carrera. Anuncio tras anuncio de acuerdos del PSOE con sus socios. No solo eso. También podría registrarse en los próximos días la ley de amnistía. Los detalles faltan por cerrarse, pero la dirección socialista sí está dispuesta a que el texto llegue al Congreso antes del debate de investidura, que desea que arranque la semana próxima.

La Cámara baja bullía este 31 de octubre con el acatamiento de la heredera de la Corona, pero su protagonismo no podía eclipsar por completo la otra foto impactante de las últimas horas, la del número tres del PSOE, Santos Cerdán, con el expresident Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española desde hace seis años, en las dependencias de Junts en el Parlamento Europeo. El encuentro duró en torno a una hora y en él se habló no solo de la investidura y de posibles fechas, sino "de la legislatura". Porque para los socialistas era y es fundamental no solo amarrar la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno, sino garantizar una mínima estabilidad y el compromiso de los posconvergentes de apoyar las iniciativas que el nuevo Gabinete de coalición lleve al Congreso.

La dirección no contempla foto o llamada de Sánchez y Puigdemont, aunque no descarta una imagen de Cerdán con él de cierre del acuerdo, pero se podría cerrar todo vía telefónica, advierte

Oficialmente, Cerdán no selló el pacto con Puigdemont, pero nadie duda de que el hecho de que Sánchez asuma el altísimo coste de esa foto, apenas 48 horas después de que defendiese ante el comité federal de su partido la amnistía, son señales claras de que la alianza es un hecho. Sin vuelta atrás. Ferraz no descarta que pueda haber una nueva foto del secretario de Organización con el expresident en Bruselas, pero podría bastar una conversación telefónica final. Lo que no se contempla, según indicaban desde la dirección, es ni una llamada ni una imagen del presidente con Puigdemont. Y es que lo que ha buscado la cúpula es evitar la implicación del Gobierno, la instantánea de un miembro del ala socialista del Ejecutivo con el dirigente huido. Sánchez prefirió enviar a su número tres, al cargo de mayor rango de la dirección descontados él mismo y la vicesecretaria general, María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones.

Todavía no hay "nada cerrado", pero el PSOE está intentando que la sesión de investidura se celebre la semana próxima, a partir del lunes 6 de noviembre. Y para conseguirlo necesita rematar la negociación con todos los socios —Bildu ya ha confirmado su , pero quedan pendientes el PNV, ERC y BNG, además de Junts—, algo que podría precipitarse en los próximos días. De hecho, la idea es, si todo se amarra tal y como quiere Ferraz, que para el viernes la presidenta del Congreso, Francina Armengol, pueda anunciar la fecha del debate —señalar el pleno es una potestad exclusivamente suya—.

Precisamente este viernes está programada una reunión de la Mesa y de la Junta de Portavoces, encargada de ordenar las sesiones, por lo que si Sánchez logra someterse a la confianza del Congreso la semana próxima necesitaría tener todo atado antes del viernes, 3 de noviembre, para que la maquinaria de la Cámara empezara a moverse. Lo que se da por hecho es que Sánchez saldría investido en primera votación, con 178 votos, dos por encima de la mayoría absoluta, ya que Junts solo se plantea o o no, nunca abstención. Si el guion se cumple, Sánchez podría llegar al Congreso del Partido de los Socialistas Europeos (PES), el 10 y 11 de noviembre en Málaga, ya con la legitimidad de haber recibido la confianza de la Cámara baja.

La consulta interna "no condiciona"

"A partir del domingo, cualquier día es bueno", indican en la cúpula. Es decir, la consulta a la militancia del PSOE "no condiciona" la fecha de la investidura, ni se esperará a que concluya para fijar el pleno, precisan. El referéndum a las bases se está desarrollando toda esta semana de forma electrónica, y el sábado los afiliados podrán acudir a sus agrupaciones para votar de manera presencial. El domingo se conocerán los resultados.

Ferraz esgrime que son 56 los diputados que piden la amnistía, y el PSOE lo apoya, así que es de esperar que también firme el texto

Teniendo en cuenta ese calendario, el PSOE tiene en la cabeza que la ley de amnistía puede quedar registrada en la Cámara baja antes de que comience el debate. Desde la dirección señalan que son 56 los diputados que defienden esa norma —ahí contabilizan a Sumar (31), ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6) y PNV (5), aunque debería entrar en ese cómputo el BNG (1)—, y el PSOE apoya esa iniciativa. De esta manera, lo "lógico" es que la presentación de la proposición de ley se haga de manera conjunta, aunque de nuevo nada está cerrado. La reforma del reglamento del Congreso para permitir el uso de las lenguas cooficiales estaba firmada por el PSOE y todos sus socios, salvo los posconvergentes, aunque estos respaldaron toda la tramitación y la refrendaron en el pleno. Ese podría ser ahora el modelo. Ya los independentistas, como detallaba este diario a comienzos de este mes, contaban con ese escenario: registro de la ley antes de la investidura.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (d), conversa con los presidentes de Congreso y Senado, Francina Armengol y Pedro Rollán (i), durante el acto de jura de la Constitución de la princesa Leonor ante las Cortes Generales, en el Congreso de los Diputados, este 31 de octubre de 2023. EUROPA PRESS / A. PÉREZ MECA

De cualquier modo, Ferraz no quiere confirmar su timing hasta que estén todos los pactos con todos los grupos liquidados. De ahí la prudencia. Pero sí insiste en que no busca solo la investidura, sino asegurarse la legislatura, para que el Gobierno de coalición con Sumar no caiga a la mínima. En el equipo de Sánchez remiten a la foto de conjunto, cuando ya todos los acuerdos sean públicos y estén sobre la mesa, para analizar entonces qué ha puesto de su parte cada partido. "Cuando veamos el pacto, veremos en qué cedemos todos. No es cuestión de ceder, sino de pactar", indican en la dirección. Y es que la cúpula es consciente de que hasta ahora solo han emergido las cesiones de Sánchez —término que rechaza—, sin que el independentismo, al menos hasta ahora, haya dado pasos atrás ostensibles. Sin que ERC y Junts hayan hecho cesiones que hagan más digerible un pacto muy complicado para los socialistas.

En el entorno de Cerdán alegan que la foto que se difundió a los medios, en la que salía recortada la imagen gigante del 1-O, fue "pactada"

La foto de Cerdán con Puigdemont en Bruselas la víspera de la jura de Leonor entra dentro de esa entente con los posconvergentes. En el entorno del secretario de Organización afirman no sentirse incómodos con esa imagen —"Los gobiernos tienen que dar más de sí que el resto"—, y aseguran que la fotografía que se dio del encuentro fue "pactada". En ella aparecían, además de Cerdán y Puigdemont, el número dos de Junts, Jordi Turull, y la presidenta del grupo de los socialistas y demócratas europeos, Iratxe García, y el jefe de la delegación del PSOE en la Eurocámara, Javier Moreno. Pero quedaba fuera del encuadre una imagen gigante del referéndum ilegal del 1-O (con urna incluida) que presidía la sala y que estaba situada sobre las cabezas de Puigdemont y Turull. El vídeo que difundió Ferraz tampoco tenía sonido. Las mismas fuentes no querían confirmar (tampoco lo negaban) si antes de este encuentro publicitado con el expresident hubo otros privados con el número tres. Todo se sabrá, dijeron, cuando el pacto esté hecho.