El nuevo Gobierno aún está en construcción. Y tardará algunas semanas más en completarse. Ya están los ministros —22—, cierto, pero queda por montar toda la estructura. En la primera reunión del Ejecutivo se nombró a los directores de Gabinete de los ministros, designaciones publicadas este jueves en el BOE, pero para la próxima semana se dejan los secretarios de Estado, los números dos de cada departamento. A partir de ellos se sucederán más nombramientos y ceses, hasta completar la nueva estructura. Cambios que también alcanzan al PSOE.

Uno de ellos ya se puede dar por descontado. Pedro Sánchez reforzó a Pilar Alegría en el organigrama de su Gobierno. A su cartera de Educación y Formación Profesional, sumó Deportes —desgajada de Cultura, que pasó a Ernest Urtasun— y, sobre todo, la portavocía del Gobierno, heredada de Isabel Rodríguez, nueva titular de Vivienda y Agenda Urbana. Alegría, por tanto, va a tener que dejar su cargo como portavoz del PSOE, al que accedió en la remodelación de la cúpula de julio de 2022, forzada por la dimisión de Adriana Lastra como vicesecretaria general. Alegría ha ido consolidándose como una pieza clave dentro del círculo de confianza del presidente, junto a María Jesús Montero, vicesecretaria general del PSOE y ahora vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Hacienda y Función Pública, y Félix Bolaños, superministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes y secretario para la Reforma Constitucional y Nuevos Derechos de la ejecutiva socialista.

No hay urgencia en nombrar un portavoz, y puede salir un miembro de la ejecutiva para explicar los temas, dependiendo de los que sean", explican en Ferraz

El próximo lunes, 27 de noviembre, Sánchez reunirá a su dirección del partido y, en principio, no se prevé un reemplazo exacto de Alegría como portavoz del partido, aunque la decisión no se tomará hasta que el presidente vuelva de su viaje por Israel, Palestina y Egipto, que concluye este viernes. Por ahora, lo que está sobre la mesa es que no haya un nuevo rostro oficial que represente a la dirección federal del PSOE. O mejor dicho, que no haya uno solo. Según confirmaban diversas fuentes de Ferraz, y como avanzaba El Periódico de España, el planteamiento que por el momento se baraja, a falta de que Sánchez lo sancione, es que ofrezcan la visión del partido y den la réplica al PP distintos portavoces. Es decir, que según los temas conteste un dirigente u otro. Se ensayaría así una portavocía coral. Múltiple. "Aquí todavía no se ha hablado de ningún nombre. En todo caso, no hay urgencia en nombrar portavoz, y puede salir cualquier miembro de la ejecutiva federal para explicar las materias, dependiendo de las que sean", indican desde el cuartel general del partido.

La vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda y de Función Pública, María Jesús Montero, a su llegada ese 22 de noviembre de 2023 al palacio de la Moncloa para asistir al primer Consejo de Ministros del nuevo Gabinete de Pedro Sánchez. EFE / JUAN CARLOS HIDALGO

En el fondo, el PSOE emulará el modelo del PP, que no cuenta ahora mismo —también Alberto Núñez Feijóo tiene pendiente una reorganización de Génova— con un solo portavoz: se van turnando, según los temas (y el tono de combate al Gobierno) Cuca Gamarra, la número dos; Elías Bendodo, el coordinador general; Miguel Tellado, el vicesecretario de Organización, o Borja Sémper, el de Cultura y Sociedad Abierta. Ferraz, por tanto, quiere atacar ahora por diversos flancos al PP, aprovechando la plataforma de gestión que lógicamente ofrece el Ejecutivo.

¿Y quiénes?

De hecho, Sánchez apuntaba, en su carta dirigida a sus ministros este miércoles, un doble plano de acción. Por un lado, la de su Ejecutivo, al que pidió, además de "unidad", no alimentar el "ruido" y responder con "trabajo" a la "crispación" de la derecha. Y por otro, el golpe más a la espinilla que se puede permitir el partido. Por eso también diferenció el rol de Isabel Rodríguez, más institucional, del de Pilar Alegría, más de combate y con menos corsés. Ahora que Alegría ha dado el salto a la órbita de la Moncloa, a ella la reemplazarán en el PSOE, previsiblemente, distintos portavoces. Para multiplicar las réplicas al PP.

En la cúpula recuerdan que tienen banquillo. Otras veces han salido Narbona o Montero. Jalloul es bien valorada por el presidente

¿Y quiénes? En la cúpula no quieren poner nombres y recuerdan que tienen banquillo y está en la ejecutiva federal. En ocasiones anteriores, el PSOE ha recurrido a la propia Montero, la vicesecretaria general, a la presidenta del partido, Cristina Narbona, o a dirigentes de área, como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (Política Municipal), además del propio secretario de Organización, Santos Cerdán, el número tres del organigrama y el hombre de confianza del líder que más ha salido claramente reforzado, junto a la ministra de Hacienda y Bolaños, de las negociaciones de investidura.

En la ejecutiva se sienta una dirigente, Hana Jalloul, secretaria de Internacional, a quien Sánchez valora por el papel protagonista que tuvo a la hora de amarrarle los apoyos para que se convirtiera en líder de la Internacional Socialista. Jalloul sonó en las quinielas como ministrable, pero finalmente no entró en el Ejecutivo.

Muchos nombramientos pendientes

En Ferraz, no obstante, todo lo ponen en condicional: la portavocía coral puede ser una solución transitoria. Porque, recuerdan, la Navidad está a escasamente a un mes, y a la vuelta de vacaciones se empezará a engrasar la maquinaria electoral con vistas a las autonómicas gallegas y vascas —que podrían adelantarse a marzo— y a las europeas de junio. Para afrontar el nuevo ciclo, la dirección tendrá que montar un comité electoral, que suele tener un portavoz al frente. En las pasadas campañas, lo era la propia Alegría. Y, en todo caso, todo tiene que pasar por el filtro del presidente, que deberá tomar una decisión durante el fin de semana para que la sancione la ejecutiva del lunes.

Se escuchan más dudas respecto a la portavoz en el Senado, pero sus compañeros en la cúpula parlamentaria creen que no será removida

Otra cuestión importante son las portavocías parlamentarias. No hay nada aún en firme, pero en las alturas del partido se cuenta con que repetirá con seguridad Patxi López en el Congreso. Se escuchan algunas dudas más respecto a la catalana Eva Granados, portavoz en el Senado, pero se estima que no se la removerá. También lo creen sus compañeros de dirección parlamentaria en la Cámara alta. El nombre de Granados circuló en el PSOE como posible ministra, como cuota del PSC —igual que la alcaldesa de L'Hospitalet, Núria Marín— pero el presidente no la integró en su Gabinete.

Quedan por delante, por tanto, muchas decisiones que tomar. Sobre los segundos y terceros escalones del Ejecutivo —también habrá cambios—, sobre los delegados del Gobierno —tardarán algo más—, sobre la reorganización, mayor o menor, del partido y de los grupos. Empieza la legislatura, y Sánchez necesita reajustar poco a poco su alineación. Pero igual que ocurrió con sus ministros las últimas semanas, ahora tampoco ha dado demasiadas pistas.