Estos días el ambiente está muy enrarecido en Pamplona. Irrespirable en algunos lugares. El ayuntamiento es uno de ellos. La fractura entre grupos, entre Gobierno municipal y oposición, es evidente. En realidad, el clima siempre estuvo contaminado, desde el primer día. Cuando UPN accedió a la alcaldía el 17 de junio el líder de la oposición, EH Bildu, recibió a la nueva alcaldesa como una suerte de ‘intrusa’ que ocupaba un sillón que a él correspondía y que sólo la actitud del PSN había impedido. Desde entonces el clima se fue deteriorando hasta hacerse tóxico. Desde el anuncio de la moción de censura que aupará a Joseba Asiron en Pamplona y derrocará a Cristina Ibarrola, ambos ni se cogen el teléfono ni se responden los mensajes.

El cruce de acusaciones, la falta de diálogo o incluso las descalificaciones, han comenzado a salpicar el día a día en la ciudad. La primera gran grieta es la social, la segunda la ruptura de relaciones anunciada por UPN con el PSN. A ella le sigue la marejada interna en el seno del Partido Socialista, que por ahora no aflora en público, pero que es evidente en la vida política navarra.

El episodio más reciente se vivió ayer cuando dos concejales que concurrieron en las pasadas elecciones por la plancha del PSN renunciaron a ocupar el cargo para el que se habían presentado. Quienes debían haber asumido la vacante que dejaba Elma Saiz en el Consistorio, -Tomás Rodríguez y María José Blanco-, se negaban a dar el paso. El partido tendrá que recurrir a un tercer suplente, Miguel Matallanes, un joven estudiante de 22 años que se convertirá en el quinto concejal del PSN en el Ayuntamiento de Pamplona. Lo hará tras la moción de censura, ya que el pleno de toma de su acta se celebrará posteriormente.

Ni Rodríguez ni Blanco han hablado. Ella aduce, según el PSN, razones de incompatibilidad laboral. El, un experimentado funcionario con larga trayectoria política, por ahora guarda silencio. El PSN afirma que la razón que ha motivado el paso atrás de sus dos aspirantes es el “señalamiento” y las “amenazadas” que presuntamente habría realizado UPN en público contra quienes facilitarán con su voto que Asiron ocupe la alcaldía a partir del día 28. La alcaldesa Ibarrola instó a los cargos del PSN a "retratarse" votando a favor del candidato de EH Bildu y apelando a su “conciencia”. Ayer UPN fue más allá al subrayar que el paso que dará el PSN “repugna” a muchos votantes y cargos del PSN y que acusar a UPN de ser el responsable de la renuncia de sus concejales “es el colmo del cinismo”.  

PSN, de la puerta de atrás al aplauso

El Partido Socialista de Navarra ha justificado su acuerdo con EH Bildu en el Ayuntamiento de Pamplona en una supuesta urgencia para desbloquear la “paralización” de Pamplona. Lo destaca en su acuerdo, donde se apunta que deben “priorizar y poner en valor lo que nos une frente a la divisiones y conflictos permanentes causados y provocados por UPN”.  

Hasta el momento la mayoría de los cargos del PSN ha optado por permanecer en  silencio, por no escenificar discrepancias en público. Pero en clave interna el clima está lejos del aplauso y el respaldo generalizado a la decisión de facilitar la alcaldía de la capital navarra a Bildu. Según fuentes consultadas por ‘El Independiente’, la familia socialista navarra está fracturada. Concejales, parlamentarios, cargos de agrupaciones locales o antiguos cargos socialistas navarros han manifestado en privado a representantes de otros grupos que no comparten la directriz marcada por la dirección del PSOE.  

La propia Ibarrola asegura en una entrevista que hoy publica ‘El Independiente’ que hace días que los insultos y las agresiones verbales contra ella se han disparado por las calles. Acusa a Asiron de lo que le pueda ocurrir por el clima de tensión que han ido alimentando y situando a parte d la ciudadanía en su contra.

El jueves no será un día fácil para ellos. Tampoco para el gobierno saliente ni para quienes apoyan a regañadientes y forzados por las circunstancias al Ejecutivo que lo relevará. Desde primera hora de la mañana y durante todo el día el entorno de EH Bildu ha reservado la plaza del Ayuntamiento para festejar la llegada al poder de Asiron. Todo apunta a que la salida del Gobierno derrocado y del proclamado no será recibida del mismo modo por quienes ocupen la plaza. Hace cuatro años la portavoz del PSN del Consistorio, Maite Esporrin, abandonó el Consistorio por la puerta de atrás y abucheada por no haber accedido a apoyar a Bildu. Mañana, los cuatro ediles del PSN votarán a favor de que Asiron tome el mando de la alcaldía gracias a una moción de censura.

La "paralización" de Pamplona

Oficialmente UPN no tiene previsto ningún acto de apoyo. Días después de conocerse el acuerdo para la moción de censura la formación que lidera Javier Esparza convocó a los ciudadanos a un acto de apoyo a Ibarrola en el que participaron más de 12.000 personas.  

A la alianza PSN-Bildu, -con el apoyo de Geroa Bai y Contigo-Zurekin- le preceden silencios, mentiras y movimientos estratégicos ocultados a simpatizantes, militantes y cargos. Es la culminación de una decisión incómoda que sobrevuela al PSN en Navarra desde hace años. Tener que ‘devolver el favor’ a la izquierda abertzale –por el respaldo en el Parlamento Foral- se logró esquivar la pasada legislatura, pero cuatro años después, parecía imposible volver a hacerlo. La moneda de cambio que le reclamaba y se resistía a ceder a la izquierda abertzale era el poder del Ayuntamiento de Pamplona.

Mañana, el ‘Día de los Santos Inocentes’, el PSN dará un nuevo paso en su ‘baile’ junto a la coalición de Arnaldo Otegi. Bildu apoyó a Pedro Sánchez aparentemente sin contraprestación alguna. Oficialmente el PSN insiste en asegurar que lo hace para sacar de la “paralización” a Pamplona. Una conclusión tomada apenas seis meses de que los socialistas optaran por presentar su propia candidatura y frustrar la de Bildu. Pasadas las elecciones generales y completada la investidura de Sánchez con el apoyo de Bildu, la resistencia del PSN desapareció. El cambio de actitud comenzó cediendo la presidencia de la Federación Navarra de Municipios y Concejos a Bildu y culminará este jueves cediéndole la alcaldía de Pamplona.