España está a punto de arrancar su campaña de las elecciones europeas del 9 de junio y prácticamente un solo tema monopoliza el debate: la crisis diplomática entre España y Argentina a cuenta del "ataque frontal" de Javier Milei contra Pedro Sánchez y su mujer. Un choque que se agrava día a día y que no se disipará, probablemente, pronto: el presidente argentino se niega a recular y encadena una andanada tras otra contra el jefe del Ejecutivo español y Exteriores advierte de que tras su tercer medida, la adoptada este martes, la retirada definitiva de la embajadora en Buenos Aires, pueden venir otras tantas más. El conflicto, pues, puede ir engordando en pleno viaje hacia las urnas del 9-J porque en el horizonte planea el segundo viaje que Milei tiene previsto a Madrid, el 21 de junio, para recoger un premio, y el Gobierno sopesa no ponerle facilidades, lo que alimentaría la tensión entre los dos países.

Ninguna de las partes recoge cable desde el pasado domingo. Desde luego, no quien encendió las hostilidades, el mandatario argentino. Él calificó el domingo de "calaña" a Sánchez y de "corrupta" a su esposa, Begoña Gómez, en la convención organizada por Vox en Madrid. "Insultos" a las instituciones españolas "inaceptables" que motivaron el primer movimiento del tablero: el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, llamó a consultas a la embajadora en Buenos Aires, María Jesús Alonso Jiménez. El lunes, el jefe de la diplomacia convocó al jefe de la misión diplomática argentina en Madrid, Roberto Bosch, y encabezó la reunión con él para exigirle esas disculpas públicas.

Exteriores decide la retirada definitiva de la embajadora, María Jesús Alonso. No volverá a ocupar la legación diplomática salvo que, cuando se supere la crisis, el Gobierno volviera a nombrarla y pidiera a Argentina su plácet

No las hubo. La respuesta de Milei llegó a través de una entrevista al canal Todo Noticias el lunes por la noche (madrugada del martes en España). El mandatario argentino no paró el motor: calificó de "cobarde" a Sánchez por "meterse abajo de la pollera [faldas] de las mujeres" para mandarle "pegar". Lo decía por las críticas lanzadas por varias ministras del Gobierno. Y se negó a rectificar porque se consideraba él mismo el "agredido": quien primero disparó, alegó, fue el ministro Óscar Puente el 2 de mayo, por sugerir que consume "sustancias", que se droga. Un episodio por el que el titular de Transportes mostró su arrepentimiento y que de hecho la Casa Rosada dio por zanjado.

Exteriores decidió subir un peldaño más. Albares anunció este martes, tras la reunión del Consejo de Ministros, la retirada definitiva de la embajadora en Buenos Aires. Es decir, que María Jesús Alonso Jiménez ya no regresará a la legación diplomática. A partir de ahora, al frente de la cancillería quedará un encargado de negocios. Si se supera la crisis entre los dos países, Exteriores tendría que iniciar el proceso de nuevo: designar a un nuevo embajador —Alonso Jiménez o bien otra persona—, solicitar el preceptivo plácet a las autoridades argentinas y, una vez concedido, entregar las credenciales.

Milei replicó al poco a través del canal televisivo La Nación +. Consideró la decisión un "disparate propio de un socialista fatalmente arrogante". Sánchez "no es España, y mucho menos su mujer", "se convertirá en el hazmerreír de todo el mundo por la payasada que está haciendo por un tema de índole personal", dijo. El político libertario insistió en que no se refería a él el domingo, pese a que la referencia era clara: "Se sintió aludido, por lo cual es su problema, era una frase que no contenía nombres. A partir de ahí hace una escalada diplomática sin sentido". Incluso se permitió un consejo: un psicólogo para el líder socialista, "para que madure", y un "buen abogado" para su mujer. Argentina, adelantó, no responderá recíprocamente: no retirará su embajador en España, Roberto Bosch, que precisamente entregó sus credenciales al rey Felipe VI el pasado 16 de mayo en el Palacio Real de Madrid. En las últimas horas, Milei no ha parado de conectar a Sánchez con el kirchnerismo, dada su relación con el expresidente peronista Alberto Fernández, ahora residente en España. Una "conjura absurda" que este mismo ha negado tajantemente.

Milei califica la medida de "disparate propio de un socialista fatalmente arrogante". Apunta que no retirará a su embajador en Madrid y aconseja a Sánchez que se busque un psicólogo

Albares, durante su comparecencia, rubricó que el Gobierno no tiene "ningún interés en ninguna escalada", porque no había "provocado el choque", pero entiende que es su obligación "defender la dignidad y la soberanía de las instituciones españolas", "mucho más cuando la agresión se produce desde la capital de España". El ministro buscaba reforzar su argumentación precisamente con ese dato: el Ejecutivo actuó "de buena fe" y trató con "hospitalidad" a Milei, porque le permitió aterrizar en la base aérea de Torrejón de Ardoz, reservada a las autoridades, y le garantizó la seguridad durante su estancia en Madrid. Y lo que se encontró fue, por su parte, "insultos" a las instituciones españolas "para hacer una injerencia flagrante en los asuntos internos".

No se contempla ruptura de las relaciones

El camino, probablemente, no se detendrá aquí. "Para quien lo quiera entender, la colaboración es siempre más poderosa que la confrontación", advirtió Albares, como anticipo de lo que puede estar por venir. Fuentes diplomáticas no aclararon qué medidas pueden ser las siguientes, pero en la escala de protesta se encuentran la declaración de persona non grata del embajador y su expulsión del país —es lo que hizo Mariano Rajoy con el representante de Venezuela, después de que Caracas hiciera lo mismo con el embajador español— y, en último extremo, la ruptura de relaciones diplomáticas. Pero esta última posibilidad es la que, según indicaban este martes fuentes de la Moncloa, no se contempla por el momento, porque eso sí tendría afectación a las relaciones bilaterales. Una ruptura supone, directamente, el cierre de la embajada. Y no hay que perder de vista que los lazos entre Madrid y Buenos Aires son muy fuertes. España es todavía el segundo mayor inversor en Argentina, solo por detrás de Estados Unidos, con una posición de unos 19.720 millones de euros (21.410 millones de dólares), informa EFE. El país acoge a la mayor colonia de españoles en el extranjero (482.176 a 1 de enero de este año, según el INE).

El Ejecutivo podría no facilitar la cobertura de jefe de Estado al mandatario argentino si finalmente viaja a Madrid el 21 de junio para recoger el Premio Juan de Mariana

El propio ministro remarcó durante la rueda de prensa que quiere que los lazos entre los dos países, "que son indisolubles, porque son lazos fraternales, entre pueblos hermanos, se mantengan". "El Gobierno de España en eso no va a variar", "va a proteger y va a fomentar esos lazos", incidió.

Pero el 21 de junio Milei tiene intención de regresar a Madrid para recoger un premio del Instituto Juan de Mariana. Albares ya adelantó que estudiará "en detalle" qué tipo de visita quiere hacer el político ultra, pero fuentes diplomáticas añadían que no se descartaba ninguna medida. Dado que no puede impedirle físicamente la entrada en España, porque además a los ciudadanos argentinos no se les requiere visado, el Ejecutivo sí puede no ponerle las facilidades que le dispuso en su primer viaje, no darle la cobertura propia de un jefe de Estado. Tras conocer las intenciones del Gobierno español, Milei volvió a responder, esta vez a través de su cuenta de X: "Veremos hasta dónde le llega el totalitarismo en sangre. Aviso, yo viajaré a recibir el Premio Juan de Mariana. Veremos si su gran complejo de inferioridad le permite que los liberales españoles puedan galardonarme en persona". Exteriores evitó dar más concreciones de sus planes. Las medidas, señalaban, no se anuncian, se adoptan. Punto.

Pero mientras Milei mantenía la tensión con Madrid, su Gobierno intentaba calmar tibiamente las aguas. La ministra de Exteriores argentina, Diana Mondino, restó importancia a la retirada de la embajadora en Buenos Aires: calificó la escalada entre los dos países de mera "anécdota" que no dañará las relaciones bilaterales, especialmente los poderosos lazos económicos. "Las inversiones se manejan de otra manera también. Son inversiones de larguísimo plazo. Las empresas españolas a lo largo de los años tienen muchísima actividad. La comunidad argentina en España y española en Argentina es enorme", subrayó durante un evento en el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), informa Europa Press.

"Enormemente preocupante"

La polémica lleva colonizando el debate político en España desde el domingo. Y es previsible que lo siga haciendo en los próximos días. Para empezar, este mismo miércoles, cuando el presidente Sánchez comparece en el pleno del Congreso para abordar distintos asuntos, entre ellos los negocios de su mujer, sobre los que el PP no levanta la sospecha.

Los socialistas están seguros de que el choque con Milei puede ayudar a movilizar al electorado progresista. Y ni la cúpula ni la candidata a las europeas, Teresa Ribera, van a renunciar a advertir de los riesgos de la ultraderecha y de una derecha plegada a ella. "La imagen que vimos el domingo en el palacio Vistalegre [el recinto madrileño donde Vox organizó la convención ultra de este fin de semana] es enormemente preocupante —sancionaban este martes fuentes de la dirección federal—. Vinieron a Madrid porque España es el bastión que quieren vencer, una construcción democrática de derechos y valores. Es una alerta, la señal clara de que no podemos dar por garantizada la democracia".

La convención de Vox, para los socialistas, es "la foto de la amenaza real", la que puede hacer peligrar la construcción europea. Debe ser un "revulsivo" el 9-J, dice la dirección del PSOE

Ribera hará campaña por Más Europa —ese será su lema de campaña el 9-J—, e incidirá en cómo las derechas lo que pretenden es debilitar la Unión, caminar hacia una Europa más esquelética, con menos derechos, menos solidaria. Su mensaje es que no se puede dar la construcción europea por afianzada y segura. La convención de Vox, con Milei como gran estrella, es la "foto de la amenaza real". Y frente a ella, "la democracia cristiana en Europa se inclina por rendirse". "Hay que tomárselo como lo que es, una situación muy preocupante que debería ser un revulsivo para poner pie en pared y que no haya pereza para acudir a las urnas", concluían fuentes de Ferraz. El presidente argentino, por tanto, como agente movilizador de los votantes progresistas.

La decisión de retirar la embajadora española en Buenos Aires fue criticada por el PP. La dirección de Alberto Núñez Feijóo lo consideró una "sobreactuación electoral" del Gobierno que está "comprometiendo la posición de nuestras empresas en el exterior y de nuestros intereses en aquel país". "Los intereses diplomáticos de España están sometidos a los intereses electorales del PSOE", señalaron.

El PP advierte de que se están comprometiendo los intereses de España en Argentina y el PSOE subraya que este es un "hecho inédito de enorme gravedad" que merecía una respuesta tajante

Los socialistas lo negaron. Recordaron que este es un caso "único" en la historia, porque se trata de un mandatario extranjero que acude a la capital de un país hermano "a faltar el respeto a su Gobierno y a sus instituciones, lo que constituye un hecho inédito de enorme gravedad". El Ejecutivo, razonaban, "ha intentado reconducir la situación por vías diplomáticas", pero la respuesta de Milei "ha sido la de redoblar sus ataques e insultos". Y tras recordar que la decisión tiene (escasos) precedentes, tanto en los Gabinetes de Sánchez —con Venezuela, en 2020—, como con Mariano Rajoy —en Siria, en 2012, y con el régimen chavista de Nicolás Maduro, en 2016 y 2018—, denunció la actitud del PP. En concreto, que en lugar de exigir disculpas al presidente argentino, optara por "aliarse con la ultraderecha en lugar de defender a España, a diferencia de lo que hizo el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero frente a Hugo Chávez, defendiendo a José María Aznar" en la cumbre iberoamericana de 2007. "Entre España y la internacional de la ultraderecha, Feijoo siempre elige a la ultraderecha", acabaron fuentes oficiales de la cúpula de Sánchez.

La espiral no termina. El conflicto se agrava a un lado y otro del Atlántico pero también es ingrediente, otro más, de una campaña europea que se enfila cada vez más polarizada.