Desbloqueada la incógnita electoral andaluza y confirmada la candidatura de Macarena Olona por parte de Vox, solo queda por conocer un dilema: qué bloque ideológico o partido gobernará Andalucía la próxima legislatura. La demoscópica GAD3 sitúa a Juanma Moreno Bonilla al borde de la mayoría absoluta (55 escaños) con una estimación de 51 representantes. Este resultado le permitiría conseguir el objetivo de emular a su compañera Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, al superar la suma de toda la izquierda, y presionar a Vox, con 17, para gobernar en solitario con su apoyo externo. IMOP amplía la ventaja de Moreno Bonilla sobre PSOE, Unidas Podemos o Adelante Andalucía, y lo sitúa entre los 50 y 53 parlamentarios.
Lo que reflejan todas las encuestas publicadas es que Andalucía empieza a virar hacia la derecha. El PP resulta ganador en todas ellas, con una distancia de unos 17 parlamentarios respecto al PSOE, que quedaría en segunda posición. Vox ascendería de la quinta a la tercera plaza, donde se afianza con contundencia al superar la barrera del quince por ciento electoral.
El sondeo de GAD3 es el primero que contempla el desembarco de Olona en Sevilla de manera oficial. La meta fundamental de Abascal y los suyos es ser determinante en la construcción de un futuro Gobierno andaluz y poder presionar a Moreno Bonilla, sin socio preferente por la debacle de Ciudadanos, para replicar lo acontecido en Castilla y León. Quieren llegar fuertes y con bastiones territoriales a las próximas generales. Especialmente, teniendo en cuenta que podrían ser antes de lo previsto por la crisis interna entre el Gobierno y socios de investidura como Esquerra Republicana por el caso del espionaje a líderes del procés.
Para logarlo, Olona y Abascal necesitan, como mínimo aguantar el tirón en los feudos que les auspiciaron a las instituciones en el anterior ciclo electoral. Los datos oficiales más recientes son los de las generales de 2019, del 10-N. La diferencia global en la región entre PP y Vox fue, únicamente de 7.293 votos, y los ultraconservadores quedaron por encima de los populares en las provincias de Almería (26,93-26,04%), Cádiz (21,62-18,31%), Huelva (21,22-19,99%) y en Sevilla (18,16-18,1%).
Resultado ajustado con el PP
En la repetición electoral de las nacionales del 10-N, Vox se impuso sobre el PP de Moreno Bonilla en cinco de las ocho provincias por escasa diferencia, excepto en Cádiz, que obtuvo una diferencia de 20.119 votos. En la capital andaluza, la distancia con el PP fue de 647 papeletas. En Almería y Huelva de 2.642 y 3.033 respectivamente, y en la circunscripción de Málaga, solo 969 sufragios dieron la victoria al PP.
Vox ganó en 34 poblaciones andaluzas en 2019. Ahora ascendería a 68
El apoyo mayoritario a Vox le viene, principalmente de dos fuentes. La primera es la de un perfil 'protesta'. Personas sin adscripción ideológica específica que en el pasado pudieron sentirse cómodos bajo el paraguas del socialismo andaluz y en las últimas convocatorias habían optado por la abstención. Son las personas desfavorecidas por la globalización: de mediana edad, entre los 35 y los 55 años, con un nivel de renta medio-bajo y con una de cualificación muy concreta con estudios que abarcan desde el ciclo primario al secundario.
El 'cinturón' mediterráneo, desde la provincia onubense hasta la frontera con Murcia, es el principal nicho de votos para el partido de Abascal. Son regiones con alta tasa de temporalidad -por ejemplo, con empleos de verano- y de paro: Cádiz (26,3%), Málaga (20,16%), Granada (18,95%), Jaén (18,36%), Huelva (18,24%), Sevilla (17,95%); Córdoba (16,85%) y Almería (16,85%) superan la media española del 13,65% anunciado por la EPA la semana pasada. El voto antiinmigración es la segunda fuente de apoyo a la derecha radical, una consecuencia de que la costa mediterránea es una zona de abundante flujos migratorios irregulares; personas que acaban asentándose y trabajando como temporeros en el campo o en la construcción. En trabajos que los nativos, en muchas ocasiones, rechazan.
El 'cinturón' verde
Los datos electorales del 10-N reflejan que las listas de los de Abascal obtuvieron la victoria en treinta y nueve municipios en 2019. Feudos en Huelva, como Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Punta Umbría, Aljaraque, Lucena del Puerto, Almonte; en Cádiz, como Chipiona, Rota, Jerez de la Frontera, Los Barrios, Algeciras, San Roque y La Línea de la Concepción; en Málaga, como Manilva, Casares, Estepona, Benahavís, Tolox, Coín, Alhaurín el Grande, Cómpeta, Canillas de Albaida, Vegas de Genil, Júzcar y Algarrobo; en Granada, como Nívar, El Ejido; en Almería, como Roquetas de Mar, Vícar, La Mojonera, Benahudux, Huércal de Almería, Níjar, Sufli y Vera; y, más discretamente, en las provincias de interior como en Iznatoraf (Jaén), Lucena (Córdoba) y Los Palacios y Villafranca (Sevilla).
Ahora, un estudio de EM Analytics apunta que Vox será la fuerza más votada en sesenta y cinco localidades de Andalucía el próximo 19 de junio, la mayoría costeras aunque con cierta influencia ya en el interior. Su sondeo, en comparación con las últimas generales, indica que perderá la primera posición en favor del PP en Lepe, Benahavís, Nívar, Vera e Iznatoraf. Sin embargo, ganará músculo en poblaciones donde, en esa ocasión, ganó el PSOE. Son, en total, treinta y cuatro enclaves socialistas que perdería Juan Espadas en su primera candidatura a la Junta.
Vox afianza la primera posición en feudos socialistas a costa de la abstención, Cs y el PP
El PSOE pierde la primera posición respecto a la última convocatoria electoral en Sanlúcar la Mayor y Palomares del Rio (Sevilla); en Cártama, Benamocarra, Frigiliana, Pujerra, Guaro y Mijas (Málaga); Ventas de Huelma, Armilla, Peligros, Jun, Cástaras, Darro, Albuñol, Nevada, Monachil, Las Gabias, Churriana de la Vega, Albolote, Alhendín, Castril y Arenas del Rey (Granada); Paterna del Río, Félix, Pechina, Uleila del Campo, Zurgena, Turre y María (Almería); Puente de Génave, Aldeaquemada (Jaén), y Chiclana de la Frontera y San Fernando (Cádiz).
De estos anteriores feudos, Palomares del Río optó por Adelante Andalucía en 2018. Armilla, Peligros, San Fernando, Chiclana de la Frontera o Aldeaquemada por Ciudadanos; y Mijas, Monachil, María, Alhendín o Churriana de la Vega por el PP.
Es complicado determinar la razón de este ascenso verde en cada municipio, pero puede responder a dos factores. El primero, es la transferencia de voto popular y de Ciudadanos a Vox. El voto naranja fue un ejercicio de descontento con el PP y, ahora, puede encontrar 'seguridad' en torno al partido; sin necesidad de compartir todas las políticas: es un voto de castigo o alternativo. También puede retornar al PP, mientras que los más críticos con Moreno Bonilla optar por la papeleta de Vox.
En concreto, están llamado a las urnas 6.641.828 electores. Ciudadanos logró el 10-N 659.631 sufragios y dado que la mayoría de encuestas le dan un papel extraparlamentario, no superaría el 3% necesario. Eso deja 'libre' un rango de votos en el bloque de centroderecha próximo a 600.000.
En segundo lugar, y más probable, es la abstención del votante de izquierdas, que, a diferencia de 2019, no estaría tan movilizado ante la 'alerta' de la ultraderecha que empleó Pedro Sánchez en los últimos comicios. Sobre todo los votantes más a la izquierda del eje ideológico como Adelante Andalucía o Unidas Podemos, un espacio extremadamente fraccionado. Más con la entrada de nuevos actores como Andaluces Levantaos.
Vuelco en favor del PP
A Vox, no obstante, aún se le resisten las provincias. En los comicios generales anteriores, los socialistas ganaron en todas las provincias. Y, en las regionales de 2018, únicamente se les resistió Almería, que fue a manos del PP. El 10-N, Vox absorbió gran parte del voto conservador y escaló a la segunda posición en territorio almeriense, a menos de tres puntos del PSOE.
Ahora, según EM Analytics, los de Espadas perderían todos los enclaves excepto Sevilla y Huelva en favor de Moreno Bonilla. El PP lograría retornar a la primera plaza de nuevo en Almería, algo que no ocurre desde 2016 y el PSOE quedaría relegado a la tercera posición por debajo de Vox. Verdes y conservadores coparían, apunta la demoscópica, más de dos tercios de los votos.
Moreno Bonilla, apunta IMOP, es el favorito por un 51,2% de los andaluces para presidir la Junta. Asimismo, lo prefieren como jefe de Gobierno un tercio del electorado definido como de 'izquierdas' o 'progresista' por delante de Espadas. Es el candidato más conocido en la autonomía (un 92,6%) y el mejor valorado con un 6,6 sobre diez.
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