Cataluña ha decidido levantar la fase de emergencia en el sistema Ter Llobregat, que abastece a cerca de seis millones de personas del área metropolitana de Barcelona y parte de Girona, y flexibilizar las restricciones al uso del agua, gracias a las últimas lluvias.

"El aumento de las reservas permite modificar a la baja las restricciones de los últimos tres meses, salir de la emergencia y levantar parte de las restricciones, aunque la sequía no ha terminado", ha anunciado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que ha comparecido junto al conseller de Acción Climática, David Mascort, después de la reunión de la Comisión Interdepartamental de Sequía del ejecutivo catalán.

El conseller ha concretado que el sistema Ter Llobregat, que entró en emergencia a principios de febrero, regresa a la fase previa del plan de sequía, la excepcionalidad, en la que estaba el verano pasado y que incluye restricciones, aunque menos severas que las actuales.

Mascort lo ha justificado por las aportaciones de las lluvias de marzo y abril, período en el que ha llovido "un 26% más que la media de los últimos años" en Cataluña.

Los embalses del sistema Ter Llobregat, el más grande de Cataluña y que abastece a 202 municipios de Barcelona y Girona, estaba a principios de marzo en el 14,5% de su capacidad, con 92 hectómetros cúbicos (hm3) y este martes ha alcanzado el 25,4%, con 154 hm3.

La previsión es que, por las últimas luvias y el deshielo, los pantanos de este sistema sigan aumentado hasta alcanzar al final de esta semana los 160 hm3, según el conseller.

Preguntado por si ha influido en la decisión las elecciones catalanas de este próximo domingo, Mascort ha justificado que los datos ya dan para pasar a excepcionalidad y que esto supone "una semana menos de restricciones para los payeses": "Ojalá lo hubiésemos podido hacer hace 15 días o 3 semanas", ha afirmado.

"Si alguien piensa que este conseller lo hace porque vienen elecciones me conoce muy poco", ha añadido David Mascort.

Mascort ha defendido que el Ter Llobregat regresa al escenario de excepcionalidad en el que estaba el verano pasado pero "más preparado", pues hace un año el 60% del agua del área metropolitana de Barcelona procedía de los pantanos y hoy en día es el 50%, por el incremento del agua regenerada.

En paralelo, el consumo general ha caído de media un 10%, se ha congratulado el conseller, que en todo caso ha llamado a la ciudadanía a mantener este esfuerzo pese a la mejoría de la situación.

Excepcionalidad al menos hasta final de año

Mascort ha asegurado que, con estos datos, el sistema Ter Llobregat puede mantenerse en la excepcionalidad al menos hasta final del presente año, teniendo en cuenta un hipotético escenario de "lluvias mínimas históricas" durante este periodo.

Si en cambio en otoño las lluvias son más generosas de lo habitual, como ha ocurrido de momento en la primavera, la fase de excepcionalidad se podría alargar todavía más.

Las piscinas comunitarias se podrán llenar

En la fase de excepcionalidad, como ocurrió el verano pasado, se pueden llenar las piscinas públicas y privadas que sean de uso comunitario, lo que incluye las de comunidades de vecinos, municipales, clubes deportivos, hoteles, cámpines y centros deportivos, pero no las unifamiliares.

La dotación máxima de consumo por habitante y día, contando todos los usos (doméstico, industrial, agrícola y recreativo), sube de los 200 a los 230 litros.

Sigue prohibida la limpieza de calles y el riego de césped de jardines públicos y privados con agua potable; solo se puede hacer riego de supervivencia de árboles y plantas con la mínima cantidad de agua indispensable, mientras que no se pueden lavar coches fuera de establecimientos.

La reducción de dotación de riego agrícola es del 40% -antes era del 80%-, mientras que las reducciones en industria y en usos recreativos son en ambos casos del 15%.

El pantano de Darnius Boadella no cambia de fase

En el norte de Girona, el pantano de Darnius Boadella sigue siendo el más crítico de toda Cataluña y se mantiene en la fase II de emergencia; si bien las últimas lluvias han mejorado la situación, aún está al 16,34% de su capacidad.

En todo caso, Mascort ha confiado en que próximamente pueda pasar a fase I de emergencia esta zona del norte de la Costa Brava, en la que también se instalarán este verano 12 desalinizadoras móviles.

El conseller ha detallado que mantienen el proyecto de la desalinizadora flotante del Puerto de Barcelona, anunciada antes del frente de lluvias y que inicialmente debía empezar a funcionar en otoño.

Mascort ha dicho que, pese a la mejoría, la máquina estará "a punto" por si debe entrar en funcionamiento más adelante, teniendo en cuenta que las dos nuevas desalinizadoras de Foix y Tordera II aún no están licitadas y que entrarían en funcionamiento entre 2028 y 2029.

Gracias al aumento de las reservas, el caudal mínimo ecológico del río Ter volverá a excepcionalidad, pasando de 1.000 a 2.000 litros por segundo