La Conferencia de Desarrolladores de Apple (Worldwide Developers Conference, o WWDC por sus siglas en inglés) es uno de los eventos tecnológicos del año. Todos los profesionales que viven en el ecosistema de la empresa más grande del mundo se juntan durante unos pocos días en San José, California, para marca el futuro de los millones de usuarios de iOS.

Desde este lunes, y hasta el viernes 9, la legión de desarrolladores de Apple en  todo el mundo estará en Estados Unidos. En total más de 5.000 profesionales que han pagado 1.600 dólares por cabeza, casi 1.420 euros, para participar en las conferencias y contrastar ideas con otros ingenieros y programadores.

Además, la WWDC de este año será diferente a la de las últimas ediciones. Tradicionalmente, Apple utiliza esta concentración casi estival para presentar sus actualizaciones relacionadas con el software, como los avances en iOS para móviles o los nuevos sistemas operativos de sus portátiles. Del mismo modo, la llegada de nuevos dispositivos y toda la parte de hardware quedaba postergada hasta los respectivos Apple Event de septiembre.

Este año, y por primera vez desde 2013, todos los analistas apuntan a que Apple presentará actualizaciones en el iPad, una nueva línea de MacBook y, muy posiblemente, un home speaker que pueda competir con Google Home y con Amazon Echo.

Apple pondrá así en marcha su apuesta por el hogar y, sobre todo, por sacarle el máximo partido posible a Siri. Su asistente de voz, que fue el primero en estar plenamente integrado en el un smartphone, se ha quedado atrás en funcionalidades en un carrera en la que Google y Amazon están muy por delante. Al menos de momento.

De esta manera, la compañía de Tim Cook también seguiría apostando por su división de servicios, una de las que le gusta destacar al CEO de la compañía en sus comparecencias anuales. El año pasado esta parte del negocio de la firma de Cupertino ingresó más de 24.000 millones de dólares, casi 21.500 millones de euros, poco más de 10% de la facturación total.

Más novedades

El evento, que comenzará alrededor de las 19 horas en la Península, también servirá como marco para presentar novedades en el iPad y en la línea de portátiles MacBook, de la que la compañía no quiere olvidarse ni va a dejar atrás.

La tableta, que recientemente cumplió siete años, es quizás la pata más débil de todo el entramado de la compañía que más capitaliza de todo el mundo. Las cifras de ventas están cayendo en picado desde el año 2013, cuando se despacharon 71 millones de unidades en todo el mundo, y los ingresos se desploman en dobles dígitos en los últimos trimestres.

Apple ya ideó una estrategia para reforzar las ventas de la tableta, con un reducción de precio y una actualización de la versión de 9,7 pulgadas que sí que ha revitalizado algo las ventas, aunque no suficiente. De momento la línea Pro, más enfocada a profesionales que al usuario medio, tampoco está resultado un gran éxito debido a su alto precio.

En cuanto a los ordenadores portátiles, precisamente el último dispositivo que Apple presentó en una conferencia de desarrolladores allá por 2013, los ingenieros de la compañía también han tenido que ponerse las pilas ante la creciente competencia. Los Surface de Microsoft son un rival a tener muy en cuenta y hasta Huawei, con sus MateBook, está empezando a plantar cara.

Por eso, si se cumplen todos los pronósticos, van a salir a la luz tres nuevos miembros de la familia MacBook, uno de ellos con una pantalla de 12 pulgadas y otro un MacBook totalmente renovado. Estas novedades, en cualquier caso, estarán presentes en el rendimiento y en la potencia de los dispositivos, pues no se esperan grandes cambios en cuando al diseño o la apariencia exterior ya clásica en los portátiles de la compañía.