Boris Johnson y Jeremy Hunt se disputarán finalmente el liderazgo conservador y el puesto de primer ministro del Reino Unido. Los 160.000 militantes tories tienen la última palabra sobre la sucesión de Theresa May. Habrá que esperar hasta la semana que arranca el 22 de julio para saber si Johnson, favorito en todas las votaciones de los diputados conservadores, logra el acceso al 10 de Downing Street.

El ex ministro de Asuntos Exteriores y ex alcalde de Londres Boris Johnson (Nueva York, 1964) ha sido el primero en las cinco cribas sucesivas que han realizado los tories en las dos últimas semanas. En las sucesivas votaciones ha logrado superar siempre los 114 votos de la primera eliminatoria hasta los 154 en la cuarta ronda, el 50% del total. Ha recabado 160 en la quinta ronda. El actual ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, ha tenido 77, solo dos más que Michael Gove, titular de Medio Ambiente.

Partieron diez aspirantes y este jueves ya solo quedaban cuatro. Por la mañana ha quedado eliminado Sajiv Javid, ministro del Interior. Es la primera vez desde 1965, cuando empezó este sistema para elegir al líder conservador, que se necesitan más de cuatro rondas. "Emocionado por el apoyo", se ha mostrado Sajiv Javid en la red social Twitter.

Una vez superado el escollo de los 313 diputados conservadores, a Boris Johnson solo le queda convencer a los 160.000 militantes conservadores de que será mejor primer ministro que Jeremy Hunt, ministro de Asuntos Exteriores. En principio, si no comete errores, lo tiene fácil. Siempre ha sido el favorito de las bases, mucho más que de los diputados.

Jeremy Hunt (Surrey, 1966) ha quedado siempre segundo, salvo en la cuarta ronda en la mañana del jueves en la que ha sido tercero después de Michael Gove, por dos apoyos. Es el candidato que Boris Johnson prefería como rival, sobre todo como venganza contra Michael Gove, el ministro de Medio Ambiente, quien le dio la espalda en el último momento cuando David Cameron anunció su marcha tras la victoria del sí en el referéndum del Brexit, el 23 de junio de 2016.

Hunt ha asegurado que al final de la contienda “ganará el mejor, y el mejor seré yo”. El jefe de la diplomacia británica, quien votó a favor de seguir en la UE pero ahora afirma que es un brexiter convencido, presume de ser la persona adecuada para conseguir una salida en mejores condiciones que el actual acuerdo y mantiene que tiene experiencia en tratar con Bruselas.

Johnson se presenta como el primer ministro que hará efectivo el Brexit el 31 de octubre, con o sin acuerdo. Su firmeza hasta ahora le ha ganado el apoyo del influyente Jacob Rees-Mogg, del European Research Group, uno de los grandes azotes de Theresa May por su Brexit blando.

Nadie sensato defendería una salida sin acuerdo. Nadie responsable descartaría una salida sin acuerdo", ha escrito Johnson

“Nadie sensato defendería una salida sin acuerdo. Nadie responsable descartaría una salida sin acuerdo”, ha escrito Boris Johnson en The Daily Telegraph sobre su posición. Boris Johnson, que fue corresponsal en Bruselas del Telegraph, suele publicar una columna semanal en este diario.

Este jueves ha amanecido con las sospechas, formuladas por Amber Rudd, ministra de Pensiones y Trabajo, de que el entorno de Boris Johnson intentaba apuntalar la candidatura de Jeremy Hunt como venganza contra Michael Gove, quien, sin embargo, ha elogiado en todo momento las cualidades del ex alcalde de Londres, según The Guardian. Frente a él, Gove esgrimía sus mayores posibilidades de vencer a los laboristas liderados por Jeremy Corbyn.

El temor con Boris Johnson es que haya conservadores que se rebelen si pretende que el Reino Unido salga de la UE sin acuerdo. Podrían incluso apoyar una moción de censura laborista, lo que llevaría a que se celebraran elecciones anticipadas, con el riesgo de que los laboristas abanderados por Jeremy Corbyn, debilitados pero menos que los tories, se impongan en las urnas.

Perfil bajo de Boris en la campaña

Carismático y elocuente, Boris Johnson ya sobrepasó todas las líneas rojas en la campaña del Brexit, en la que defendió el recurso a puras mentiras para movilizar a los euroescépticos. Su equipo, conocedor de que es una bomba con piernas, ha intentado que mantenga un perfil bajo en la campaña y solo ha participado en uno de los debates para evitar que se dispare en un pie.

Jeremy Hunt, que ha defendido el Acuerdo de May hasta el final, se parece demasiado a la primera ministra saliente como para presentarse como una opción renovadora. Muchos le consideran la continuidad de May, “una Theresa May con pantalones” o “Tit”, en abreviatura.

Cuenta con el apoyo de pesos pesados conservadores como Amber Rudd, ministra de Trabajo, o Penny Mordaunt, de Defensa, pero no es popular entre los militantes, que solo se inclinarían por su candidatura si supieran que Boris Johnson conducirá al Reino Unido al abismo.

El viernes 7 de junio Theresa May, quien ejerce aún como primera ministra, hizo efectiva su renuncia como líder del Partido Conservador. En los casi tres años al frente de los tories ha luchado contra un Parlamento y un partido divididos para ejecutar el mandato de los británicos al votar a favor del Brexit el 23 de junio de 2016.

El entonces primer ministro conservador, David Cameron, dimitió y dejó paso a un nuevo liderazgo. May fue la elegida, pero no ha podido llevar a cabo la salida de la UE. Al anunciar su marcha, el pasado 24 de mayo, reconocía, emocionada, que había hecho todo lo posible por poner en marcha el Brexit y que no había podido conseguirlo.

Como decía Churchill, espero que la campaña se esté haciendo en verso, y luego se gobierne en prosa", advierte Rutte, primer ministro holandés

Ahora serán Boris Johnson o Jeremy Hunt quienes han de encontrar la salida del laberinto. En Bruselas, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, y el holandés, Mark Rutte, han anticipado que habrá choque de trenes si el próximo primer ministro no logra que se apruebe el acuerdo ya negociado o convoca una consulta o elecciones y retrasa su aplicación.

“Como decía Churchill, espero que la campaña se esté haciendo en verso, y luego se gobierne en prosa”, ha declarado Mark Rutte, quien aún confía en que el nuevo primer ministro sea flexible y realista sobre la posición británica en relación con el Brexit. Más claro: sea quien sea el sucesor de May no habrá cambios en el Acuerdo.