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Francia decreta el estado de alarma a partir del sábado

El presidente Emmanuel Macron anuncia un toque de queda para las zonas de alerta máxima, entre ellas París

Emmanuel Macron anuncia el estado de alarma en su comparecencia televisiva.

EFE

La segunda ola del coronavirus está retrasando el reloj a marzo en muchos países europeos, entre ellos Francia. El gobierno francés ha decretado el estado de emergencia sanitaria (alarma) a partir del sábado. A su vez, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado un toque de queda en las zonas de alerta máxima, entre ellas París, durante al menos cuatro semanas, extensible a seis semanas.

En una entrevista televisada en hora de máxima audiencia en Francia, Macron ha explicado que, dado el elevado nivel de propagación del coronavirus en Francia, con jornadas de más de 20.000 casos, se hace necesario un toque de queda a partir de las 21 horas en París y toda la zona metropolitana (Ille de France), Lille, Lyon y otras zonas con tasas elevadas de transmisión: Grenoble, Aix, Rouen, Montpellier, St Etienne y Toulouse. En estas ciudades cerrarán todos los restaurantes, cines, teatros y espacios de ocio.

Esta medida coincide con el decreto del gobierno, anunciado justo minutos antes de la intervención de Macron en televisión, sobre el estado de alarma, que precisa la ratificación de la Asamblea Nacional. Francia levantó el estado de alarma impuesto tras la primera ola del coronavirus el pasado 10 de julio.

No se prohíbe circular entre las 21 horas y las 6 de la mañana, pero habrá una "limitación" de movimientos para los que se precisará una justificación. Quienes violen esta norma serán amonestados con una multa de 135 euros.

No van a cerrarse los centros escolares, ni los comercios. "Lo más importante es reducir los contactos que no sean necesarios, y en el trabajo y en las escuelas siempre llevar la mascarilla". Aconseja el teletrabajo pero no se impondrá, "porque tampoco es la panacea".

 Va a aplicarse durante seis semanas a partir del sábado 17 de octubre. Macron ha dicho que el fin es llegar al 1 de diciembre con la propagación controlada.

Esta intervención de Macron es la más importante en esta crisis por la pandemia del coronavirus desde su llamamiento a la nación del pasado 14 de julio.

Ni inactivos ni en pánico

"No estamos como en marzo, no hemos perdido el control, pero nuestros servicios sanitarios están en una situación preocupante. No podemos permanecer inactivos pero tampoco entrar en pánico", ha dicho Macron.

"Nuestro objetivo es proteger a los ciudadanos y proteger los empleos... Nuestro objetivo es reducir los contactos privados, que son los más peligrosos y por eso el toque de queda es pertinente. Así se ha hecho en Guayana", ha añadido el presidente.

Macron ha evocado a Alemania para explicar cómo la propagación afecta incluso a aquellos países que lo hicieron bien el primera ola. "Todos estamos comprometidos, debemos estarlo, en esta batalla contra el virus", ha subrayado el presidente.

Ha recomendado que se lleve la mascarilla siempre, incluso en las reuniones familiares privadas, salvo cuando se ingieran alimentos o bebidas, pero solo en esos momentos. En la vida privada también debe limitarse a seis el número de personas en los encuentros, como en los restaurantes.

Es duro tener 20 años en 2020. No tengo intención de dar lecciones a los jóvenes porque son quienes están haciendo tremendos sacrificios

emmanuel macron

"Es duro tener 20 años en 2020, es duro. No tengo intención de dar lecciones a nuestros jóvenes, porque son quienes están haciendo tremendos sacrificios: exámenes anulados, la angustia por el empleo.... Hay que trasladar la idea de que han de hacerlo para proteger a los otros", ha añadido.

La clave para vencer al coronavirus sería pruebas, alertas y protección (tester, alerter, proteger).

El gobierno busca con estas medidas drásticas crear un electroshock para detener los contagios, según la cadena de televisión BFMTV. La medida ha inquietado al gobierno, debido a que podría ser revocada por el Consejo Constitucional. También por su impacto económico, sobre todo por los restaurantes y el negocio de la cultura.

A principios de esta semana, el primer ministro, Jean Castex, aseguraba que no se podía descartar nada, dada la situación en los hospitales. El sábado 10 de octubre se llegó a los 27.000 nuevos casos y el domingo se registraron 16.000.

París es la zona más afectada con 413,2 casos por 100.000 habitantes. Toulouse, Montepellier, Lyon, Marsella, y Montpellier también están en alerta máxima.

El toque de queda se ha aplicado con éxito en la Guayana, territorio francés en ultramar. En la primera ola ya se impusieron toques de queda temporales en varias localidades francesas.

En su mensaje a los franceses. Macron ha dicho: "Necesitamos que unos nos ayudemos a los otros. Saldremos juntos".

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