En la frontera sur de Estados Unidos se está gestando una crisis migratoria que amenaza con ser el gran quebradero de cabeza del presidente demócrata, Joe Biden, en el tramo final de su mandato y en la campaña electoral. Más de 150.000 migrantes, según fuentes del gobierno federal citadas por la CNN, están a la espera de cruzar desde México a EEUU, una vez que este jueves expire el Título 42, es decir, las restricciones impuestas a la entrada al país por la Administración Trump por el Covid. Biden ha enviado 1.500 soldados adicionales a la frontera de EEUU y México. Ya había otros 2.500.

Unas 60.000 personas se encontrarían en el estado mexicano de Chihuahua, otras 35.000 en Tamaulipas, y 25.000 en Coahuila, mientras otras decenas de miles estarían en el sur de México y otros países de América Central. Diariamente pasan unas 6.000 personas y se espera que el número se duplique una vez que deje de estar en vigor el Título 42.

En El Paso, en la frontera de Texas y México, miles de migrantes llevan días durmiendo en las calles. Tanto El Paso como Laredo y Brownsville han declarado el estado de emergencia. El párroco Rafael García, del Sagrado Corazón, se pregunta en The New York Times: "Esto es una auténtica crisis. Si esto pasa ahora, ¿qué pasará después del 11 de mayo?"

En Tijuana, México, unas 6.000 personas esperan en refugios improvisados o casas de conocidos con la vista puesta en San Diego, al otro lado. Enrique Lucero, responsable de migración de Tijuana, decía a CNN: "Estamos al borde de una crisis humanitaria".

En los primeros días de la pandemia de coronavirus, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades emitieron una orden de salud pública que en principio tenía como objetivo frenar la propagación del coronavirus. Bajo el Título 42, la Oficina de Aduanas y de Protección de Fronteras se prohíbe la entrada de ciertas personas "que potencialmente representan un riesgo para la salud".

Quienes intentan pasar son expulsados al país desde donde han cruzado de forma inmediata. Así se realizaban las devoluciones a los que llegaban como migrantes sin papeles desde México o Canadá. Los menores no acompañados no están afectados por esta medida.

Estaba el presidente Trump en la Casa Blanca cuando empezó a aplicarse el Título 42, pero se ha mantenido con Biden. A pesar de que en su campaña se refirió a que trataría con la migración de forma más humana, ha prorrogado todo lo posible la medida.

Según Leonardo Castañeda y Katie Hoeppner, de American Civil Liberties (ACLU), el Título 42, impulsado por Stephen Miller, asesor de Trump que ya intentó promover medidas similares en 2018, tenía como objetivo frenar la inmigración. Incluso los científicos la cuestionaron, entre ellos el experto en Covid, Anthony Fauci. Recomendaban a la Administración Biden que adoptara medidas para el día después a esta norma pero todo indica que no han sido suficientes.

Esto es una auténtica crisis. Si esto pasa ahora, ¿qué pasará después del 11 de mayo?

RAFAEL GARCÍA, PÁRROCO EN EL SAGRADO DE CORAZÓN DE EL PASO, EN NYT

A pesar de las limitaciones, más de tres millones de personas han cruzado la frontera a EEUU desde que Biden llegó a la Casa Blanca. Los gobernadores republicanos de estados como Florida expulsan a los que llegan a sus tierras en dirección a ciudades demócratas como Nueva York o Washington, que están desbordadas.

El 1 de abril de 2022 los Centros de Control de Enfermedades consideraron superada la emergencia sanitaria, pero ha seguido vigente. Durante las elecciones de mitad de mandato los republicanos defendieron que se mantuviese en vigor, a pesar de que eran los primeros en pedir que se levantaran otras limitaciones por el Covid.

Una bomba de relojería en la campaña

La izquierda del Partido Demócrata considera inhumana esta norma y la que se aplicará, el Título 8, mientras que los republicanos acusan a Biden de no defender adecuadamente la frontera sur. Todo solicitante de asilo en EEUU ha de buscar protección primero en otro país. Van a abrirse centros de tramitación del asilo en Colombia y Guatemala para que los migrantes no se desplacen a no ser que tengan el visto bueno de EEUU.

La frontera no ha estado abierta, ni está abierta ni se abrirá"

john mayorkas, secretario de seguridad nacional de EEUU

"La frontera no ha estado abierta, ni está abierta ni se abrirá", ha insistido el secretario de Seguridad Nacional de EEUU, John Mayorkas, en un llamamiento dirigido a los que aspiran a cruzar la frontera. De hecho, el Título 8 es en algunos aspectos más duro que el vigente. En caso de expulsión, el migrante no podrá volver en los siguientes cinco años. Pero plantea el problema de que hay que detener y comprobar los casos uno a uno un procedimiento para el que no hay suficiente capacidad. Confían en que algo cambie mientras están detenidos o bien en pasar sin ser apresados.

El riesgo de que el sistema se desborde es enorme. En El Paso los centros albergan a 5.000 personas, el doble de su capacidad. En Río Grande, los agentes tienen bajo custodia a 6.000 migrantes donde caben 4.500.

Los migrantes proceden de México, Guatemala, Honduras o El Salvador. Recientemente se han incorporado con fuerza los venezolanos. Hay más de siete millones de venezolanos que han dejado su país por las depauperadas condiciones económicas y la represión política.

Desde que se aprobó el Título 42, México ha sido el país donde han recalado los que estaban a la espera de llegar a Estados Unidos. Las autoridades mexicanas dan por hecho que habrá una mayor afluencia de migrantes en los próximos días. Está previsto que el presidente Biden hable con el mexicano, Andrés Manuel López Obrador, este jueves sobre la cuestión migratoria. Según cita Gideon Rachman en el Financial Times, en el entorno de Biden creen que no será en Ucrania, sino en la frontera sur de EEUU, donde se decidirá si consigue un segundo mandato.

Para Trump y sus seguidores supremacistas será fácil instrumentalizar la migración, como ya lo hicieron en elecciones anteriores. Y no parece que Biden haya elaborado un plan alternativo y coherente con los principios que defiende su partido para abordar este desafío.