Pablo Casado no va a secundar a Albert Rivera porque no quiere jugar con él esta partida. Y Rivera sabe perfectamente que Pedro Sánchez no va a aceptar las condiciones que le ha puesto para obtener a cambio una abstención que Casado no ha comprometido y que el presidente sigue pretendiendo que le salga gratis gracias al pánico de Podemos, y sobre todo al pavor del líder de Ciudadanos ante la posibilidad, parece que recién descubierta, de que unas nuevas elecciones le arrebaten una importante porción de los 57 escaños conseguidos en los comicios de abril.

Para seguir leyendo Regístrate GRATIS