Es lo que tiene las prisas, que al final lo que sale es un churro. Y eso es lo que le ha pasado a este anteproyecto de Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual que la ministra de Igualdad Irene Montero se empeñó en presentar en sociedad antes del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para así darse un baño de prestigio entre el colectivo de mujeres que batallan no solo por la igualdad de derechos sino por una tipificación más adecuada de los delitos de violación y agresiones sexuales varias.

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