La adopción por la Comisión del paquete de defensa de la democracia supone un paso fundamental a la hora de salvaguardar los valores fundacionales de nuestra Unión, que son la democracia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales. Las injerencias rusas, los ciberataques, los programas espía intrusivos y la presión sobre los medios de comunicación y la sociedad civil son solo algunos ejemplos de ataques contra elementos de nuestras democracias.

Más de 400 millones de europeos votarán el próximo año en las elecciones europeas. La Unión Europea ha creado un espacio democrático rico y sin precedentes, más allá de lenguas, fronteras, culturas e historias.
Nuestros ciudadanos disfrutan de libertad para expresar opiniones diversas, participar en la vida democrática, contribuir a la elaboración de políticas y elegir a sus representantes. Esta valiosa libertad es nuestro orgullo y nuestra responsabilidad, especialmente frente a las amenazas exteriores que pretenden menoscabar estos procesos democráticos. Tenemos el deber y la responsabilidad morales y políticos de cuidar, proteger y garantizar lo que hemos construido.

El paquete de defensa de la democracia responde a una necesidad crucial en la Unión Europea actual. Una encuesta reciente indica que el 81 % de los ciudadanos de la UE considera que la injerencia extranjera en nuestros sistemas democráticos es un problema grave que exige medidas. Nuestra respuesta es triple: mejorar la transparencia, velar por la integridad de nuestros procesos electorales y fomentar un espacio cívico propicio.

En primer lugar, proponemos una nueva norma por la que se arrojará luz sobre la influencia extranjera encubierta mediante la introducción de obligaciones de transparencia. Los ciudadanos tienen derecho a saber si un Gobierno extranjero financia actividades en la UE en un intento de influir en la opinión pública y en el debate democrático. Por supuesto, seguimos estando orgullosos de las libertades de opinión y de expresión de la UE, también para los Gobiernos extranjeros, y esto no cesará. Simplemente deseamos tener constancia de las influencias en nuestra elaboración de políticas y estrechar las posibilidades de financiación encubierta en nombre de Gobiernos hostiles de terceros países.

En segundo lugar, estamos reforzando nuestros procesos electorales. Las oportunidades de utilizar plataformas en línea para difundir desinformación o intentar manipular a la población nunca han sido mayores. El paquete tiene por objeto promover elecciones libres y justas, protegiéndolas contra los ciberataques y los intentos de manipulación. La revolución digital ha acercado la política a los votantes, pero también ha generado riesgos. Necesitamos un mejor intercambio de información entre las autoridades, más esfuerzos por parte de las plataformas de información, una mejora de la alfabetización digital y garantías de que las herramientas de vigilancia no se utilicen para interferir en el debate democrático, ni para atacar a agentes políticos y periodistas.

Por último, el paquete promueve y protege un espacio cívico activo. Los mejores aliados de la democracia son los ciudadanos, por lo que es fundamental que creemos resiliencia democrática, tanto frente a amenazas internas como externas, y en todas las generaciones, especialmente las más jóvenes. Este paquete faculta a los ciudadanos y a las organizaciones de la sociedad civil para participar más eficazmente en los procesos de elaboración de políticas públicas, reforzando así la resiliencia democrática desde dentro. Esta iniciativa se basa en las inversiones ya realizadas y en las vías de participación y compromiso de los ciudadanos abiertas por la Conferencia sobre el Futuro de Europa y continuadas por los paneles europeos de ciudadanos.

Nuestras nuevas iniciativas tienen por objeto garantizar que los ciudadanos puedan confiar en el proceso electoral ¡y en los resultados! Un sistema democrático funcional no es algo que se pueda dar por supuesto, sino que necesita que todos lo cuidemos, todos los días. El paquete de hoy demuestra el planteamiento dinámico de la UE a la hora de defender el proceso democrático y vela por que la Unión Europea siga siendo una fuente de inspiración en materia de democracia, transparencia y participación ciudadana.


Věra Jourová es vicepresidenta de Valores y Transparencia en la Comisión Europea, y Dubravka Šuica es vicepresidenta de Democracia y Demografía.