El portavoz de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, vive los últimos meses de legislatura al frente del partido en la Asamblea sin la garantía de volver a ser candidato en 2019. Las dudas sobre su papel en la región pesan en el seno de la formación naranja desde hace meses y, aunque las últimas encuestas dan la victoria a Ciudadanos en la comunidad con el triple de escaños que en 2015, la popularidad de Aguado sigue siendo la segunda más baja de entre los cuatro portavoces regionales, incluso tras el escándalo del máster de Cifuentes.

Ese es precisamente su talón de Aquiles. Los madrileños no le conocen pese a ser el socio de investidura de la hasta hace unos días presidenta de la Comunidad de Madrid. Dentro del partido son muchos los que reconocen que durante los tres años que lleva en la Asamblea de Madrid sosteniendo el gobierno del PP no ha logrado el reconocimiento esperado, como sí lo ha hecho, por ejemplo, Begoña Villacís en la capital. En el último sondeo de Metroscopia, realizado en el mes de abril tras la polémica del máster de Cifuentes, la actuación política mejor valorada es la del socialista Ángel Gabilondo, con un 53%. Pese al batacazo del PP en esta encuesta y el salto de Ciudadanos, la actuación de Cifuentes sigue siendo mejor valorada que la de Aguado, con un 27% frente al 21% del líder naranja.

En el partido destacan su currículum, pero señalan su "falta de coordinación" con la formación a nivel nacional

Incluso entre sus propios votantes, la aprobación de Aguado es del 31%, sólo un punto por encima que la de Ruiz-Huertas entre los votantes de Podemos. La propia Cifuentes sigue manteniendo la aprobación del 64% de los votantes populares, aunque la nota final de los tres líderes es negativa (-9 Ruiz-Huertas; -13 Aguado y -46 Cifuentes-). Sólo aprueba el socialista, Ángel Gabilondo, que mantiene la confianza del 79% de sus votantes y una nota en positivo (+23). En resumen, el portavoz naranja no ha sabido sacar provecho de la crisis de gobierno del PP madrileño.

Pero no es solo la imagen de Aguado la que presenta dudas de cara a las próximas autonómicas. No fue el primer nombre que se puso sobre la mesa de cara a los anteriores comicios y pese a ser el elegido no ha logrado el resultado esperado. Grandes figuras del partido a nivel nacional señalan una "falta de coordinación" en sus actuaciones con respecto a las decisiones de la cúpula y llegan a cuestionar su labor de oposición durante la legislatura. Si bien se ha cumplido un porcentaje alto del acuerdo de investidura firmado en 2015, consideran que la sociedad no sabe qué es gracias a él.

A nivel autonómico, Madrid es sólo una de las cinco comunidades donde Ciudadanos ha sido llave de gobierno -fue decisivo en Andalucía, Murcia, Castilla y León y La Rioja-. Uno de los compromisos que adquirió el partido tras su salto a la política nacional fue el de no entrar en gobiernos hasta 2019 para coger experiencia, pero tras tres años de rodaje, pesos pesados de la formación naranja siguen viéndole "un poco verde" pese al gran currículum que le acompaña.

Fuera de la Ejecutiva Permanente desde 2017

Ignacio Aguado tampoco confirma su candidatura para el año que viene. En entrevistas recientes, al ser preguntado sobre este asunto, se ha limitado a decir que "me haría ilusión" repetir, pero lo cierto es que se prevén muchos cambios de cara a 2019, sobre todo desde el anuncio de Albert Rivera sobre nuevas incorporaciones independientes como la de Manuel Valls.

El líder del partido incluso se dirigió a sus líderes territoriales pidiéndoles comprensión y asumir esta nueva realidad, ya que muchos de los presentes se verán perjudicados por el nuevo "talento" que está por llegar. Carina Mejías, la portavoz de Ciudadanos en la ciudad de Barcelona, ya sabe que no repetirá candidatura tras el posible aterrizaje del ex primer ministro francés y en Madrid, ante las dudas con Aguado, podría suceder algo similar.

Hay que recordar que el peso de Aguado dentro del partido ha ido disminuyendo considerablemente. Era uno de los integrantes de la Ejecutiva Permanente hasta que en febrero de 2017 se creó el nuevo equipo, sin contar con él. A cambio, le dieron el área de Deportes, una responsabilidad bastante menor de la que tenía en la Permanente.

Con su peso en el partido menguado y el bajo conocimiento de los madrileños sobre él, sólo podría salvarle el escándalo del máster de Cifuentes, pero dado que ni eso ha conseguido aumentar su popularidad, a estas alturas la posibilidad de que repita como candidato es remota.