El presidente de la Generalitat, Quim Torra, afrontará hoy su primer pleno como president con una bancada vacía y una duda por resolver: ocupar, o no, el escaño que tradicionalmente ocupa el presidente catalán. El escaño de Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla, Artur Mas y, en la última legislatura, Carles Puigdemont.

Sumidos en la dinámica del "legitimismo" y la "restitución" Quim Torra y su equipo se esfuerzan por demostrar a cada paso que la suya es una presidencia "custodia" como él mismo afirmó en Berlín, a la espera de que Puigdemont pueda ocupar de nuevo el Palau de la Generalitat.

A esa escenificación respondía su polémica toma de posesión, tachada de "clandestina" por la oposición, en la que rechazó colgarse la Medalla de la Generalitat. O la negativa de Puigdemont a que utilice el despacho presidencial en el Palau de la Generalitat, exigencia que Torra no ha desmentido.

Por eso la gran incógnita ahora es ver si Torra osará ocupar el primer escaño del ala izquierda del hemiciclo, reservado tradicionalmente al presidente de la Generalitat. o lo deja vacío, con uno de los lazos amarillos que los grupos independentistas han convertido ya en atrezzo habitual de los plenos en la cámara catalana.

Solo en los escaños del Govern

Lo que sí está decidido es que Torra se sentará solo en la primera fila reservada a los miembros del Govern. Ante la imposibilidad de constituir el gobierno que quería, integrado por consejeros en prisión y en el exilio, por la negativa del Gobierno a permitir su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat, Torra ha optado por ocupar en solitario ese espacio. Una nueva imagen para ejemplificar el bloqueo del Gobierno.

Ni siquiera los futuros consejeros que ya son diputados, como Elsa Artadi (JxCat) o Ernest Maragall y Chakir El Homrani por ERC, acompañarán a Torra, en una decisión impuestas desde el Palau de la Generalitat, atendiendo al hecho de que no han tomado posesión como consellers.

Pese a esta anomalía, el Pleno del Parlament sí creará las comisiones legislativas derivadas que serán las responsables del control al gobierno por consejerías, puesto que el DOGC sí ha publicado el decreto de estructura del Govern, firmado por Torra el sábado junto a los nombramientos de sus consellers.

Una votación en la que previsiblemente se hará efectiva la delegación de voto del ex consejero de Sanidad Toni Comin, huido en Bélgica y uno de los miembros del anterior ejecutivo que habían aceptado ser "restituidos" en su cargo por Torra. Comin se acogió a la doctrina del Tribunal Supremo para sus ex compañeros de gobierno en prisión incondicional cuando la justicia española emitió la euroorden para pedir a Bélgica su extradición.

Sin embargo, una vez resuelta la petición por parte de la justicia belga, que ha denegado la extradición, ya no puede argumentar que no asiste al pleno por estar a disposición de la justicia, recordaron en la última reunión de la Mesa los partidos de la oposición para exigir que se le retire el voto delegado. La mayoría independentista, sin embargo, impuso de nuevo su rodillo para argumentar que ERC debe acreditar primero que ha cambiado la situación jurídica de Comin.