"Pedimos a Pedro Sánchez un gesto humanitario para que las personas que están en prisión se acerquen a prisiones catalanas y por lo menos deje de castigarse a sus familias y personas queridas". Ada Colau ha marcado los deberes del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez reclamando un cambio de postura del Gobierno en el proceso judicial contra los líderes del 1-O, mostrando de nuevo la proximidad con el independentismo que le recriminan sus ex socios del PSC.

"Hasta que no sean liberados no tendremos clima de normalidad real" ha añadido Colau en una comparecencia dedica a valorar el cambio de gobierno en España y la formación del Govern en Cataluña, que ha saludado como una "oportunidad" para abrir una nueva etapa de diálogo y distensión.

Colau se ha felicitado por esta nueva etapa y ha defendido que "ellos" siempre abogaron por dejar a un lado posiciones maximalistas. Una reividicación que le ha llevado a evitar valorar la composición del nuevo Gobierno de Sánchez y el nombramiento de Josep Borrell al frente de Exteriores, que ha desatado las iras del independentismo.

Se trata de un "tema prioritario" para la alcaldesa de Barcelona, que ha señalado al nombramiento del nuevo Fiscal General del Estado y la gestión de instituciones penitenciarias como vías para que el Gobierno suavice sus posturas en el proceso judicial contra los líderes del 1-O.

El PSC pide no mezclar temas

El portavoz del PSC en el Consistorio, Jaume Collboni, se ha apresurado a responder a Colau pidiéndole que "no mezcle peras con manzanas" y no vuelva a caer en el error de supeditar a Barcelona a las necesidades del independentismo.

Collboni se ha remitido además a la postura del PSC para rechazar las reclamaciones de Colau: "es un tema judicializado que no está sobre la mesa". Los socialistas catalanes evitan a toda costa aparecer en público como agentes de presión sobre Pedro Sánchez en esta cuestión y hoy Collboni ha vuelto a demostrarlo recriminando a Colau que fije como prioritaria para Barcelona una cuestión ajena a la ciudad.

También el portavoz local del PP, Alberto Fernández, ha afeado las exigencias de Colau, a la que ha tachado de "diputada del independentismo" más que alcaldesa de Barcelona.

Collboni se ha felicitado, sin embargo, porque la alcaldesa haya fijado una "agenda de Barcelona" que será la base de sus argumentos en las reuniones que ya ha solicitado con Quim Torra y Pedro Sánchez. "Llega tres años tarde, pero nos alegramos de que Colau tenga por fin una agenda para Barcelona".

Si hemos podido echar al PP tenemos que poder regular los alquileres para acabar con los precios abusivos

En este sentido Colau ha fijado como prioridad del ámbito municipal la regulación del mercado de la vivienda, especialmente el alquiler. "Si hemos podido echar al PP tenemos que poder regular los alquileres para acabar con los precios abusivos" ha clamado.

La alcaldesa ha abogado una y otra vez por el diálogo, tanto entre administraciones como dentro del pleno municipal, en el que su grupo está más solo que nunca tras la ruptura con el PSC. POr ello ha anunciado una ronda de contactos para fijar esa agenda de Barcelona en la que, junto a la emergencia que para ella supone la cuestión de la vivienda, ha situado las infraestructuras pendientes en Barcelona, la deuda del Gobierno en la financiación del transporte público y la de la Generalitat en el pago de las guarderías públicas.

Colau se ha referido también a la política de acogida a los refugiados, acusando al PP de "haber tenido una política racista, incumpliendo sus obligaciones" y ha reclamado al PSOE un "cambio radical" en esta materia y en la lucha contra la violencia machista.