Política

Sánchez levanta en pie de guerra a las autonomías por no reformar la financiación

Pedro Sánchez, en el Consejo de Ministros con Josep Borrell.

Pedro Sánchez, en el Consejo de Ministros con Josep Borrell. EFE

Pedro Sánchez ha levantado en pie de guerra a comunidades autónomas de distinto signo político con su anuncio de no reformar el sistema de finaciación. Antes de llegar a la Moncloa, el entonces jefe de la oposición exigió al presidente Rajoy en numerosas ocasiones que abordara ese cambio de modelo para ofrecer una solución al sostenimiento de los servicios públicos de comunidades infrafinanciadas y gobernadas por el PSOE como Andalucía o Valencia.

Para ponerse al frente de reclamaciones de presidentes como Susana Díaz o Ximo Puig, Sánchez incluso dio un ultimátum a Rajoy en el mes de noviembre, cuando le marcó el 31 de diciembre de 2017 como fecha límite para abordar el problema. “El estado de las autonomías es el estado del bienestar. Por tanto hablamos de cómo financiamos servicios sociales tan importantes para las comunidades”, aseguró entonces en rueda de prensa conjunta con el presidente de la Generalitat Valenciana. Poco después, el entonces presidente Rajoy se reunió con Susana Díaz en la Moncloa para poner en marcha la reforma.

Tras todas esas declaraciones, reproches y ultimátums, Pedro Sánchez sorprendió a propios y extraños durante la sesión de control al Gobierno en el Senado el martes por la tarde, cuando anunció que no reformaría el modelo de financiación autonómica por "falta de tiempo". En vez de abordar el cambio del sistema en profundidad, abogó  por iniciar contactos bilaterales con las comunidades más asfixiadas para ayudarles a encontrar recursos.

Ese primer anuncio generó una desazón que se ha convertido en indignación belicosa este miércoles después de que Sánchez reiterara el anuncio en el Congreso de los Diputados. Rápidamente, comunidades gobernadas por el PSOE y por el PP han levantado armas. Especialmente tensa es la situación en autonomías como Andalucía o Valencia, que han hecho del agravio del Gobierno del PP y el victimismo político su principal argumento de campaña de cara a las inminentes elecciones autonómicas. Dejar de confrontar con un Ejecutivo del PSOE por el mismo motivo desmontaría todo su argumentario del último año.

"Tomadura de pelo"

Por su parte, las comunidades del PP se han apuntado con entusiasmo a esa estrategia de confrontación. Desde Castilla y León, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, ha asegurado que Sánchez "está tomando el pelo a las comunidades y a los españoles". Para Del Olmo, el presidente del Gobierno tiene una "memoria frágil" porque hace nada esta exigiendo a Mariano Rajoy una propuesta y ahora dice "que en dos años no da tiempo".

En la misma línea se ha expresado el presidente del PP en Extremadura, José Antonio Monago, que ha asegurado que Sánchez vino a esa comunidad "a tomarnos el pelo mientras Vara aplaudía". Frente a esas críticas, la vicepresidenta extremeña, Pilar Blanco-Morales, ha anunciado que el nivel de reivindicación de Extremadura hacia el Gobierno de la nación "va a ser el mismo porque lo que exigimos es de justicia".

Desde Galicia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha exigido a Sánchez que aclare "exactamente cuál es el calendario en financiación autonómica". El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, reclamado la convocatoria urgente del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para abordar ese asunto con "transparencia" y no en reuniones "ocultas" que pueden acarrear "más discriminación".También el consejero de Administración Pública y Hacienda de La Rioja, Alfonso Domínguez, ha considerado que queda tiempo "más que suficiente" para aprobar la reforma pero ha pedido que no se aborde en reuniones bilaterales, para garantizar "la transparencia".

En el mismo sentido se ha expresado el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, que ve tiempo "más que suficiente" para abordar la reforma o, al menos, "intentarlo". Mientras, Cantabria ha sido la única comunidad que ha visto "razonable" que no se pueda culminar la revisión y ha abogado por una reestructuración de la deuda de las comunidades que permita "aligerar su carga fiscal" hasta que llegue un nuevo modelo. Canarias ha recibido la noticia con "cierta perplejidad" y la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, ha lamentado que se desaproveche la oportunidad de revisar el sistema, algo que tenia que haberse hecho hace cuatro años.

Desde Cataluña, el nuevo Govern ha mostrado su interés en participar de cualquier discusión que implique recursos para la comunidad aunque reclamando la bilateralidad "como principio" al Gobierno de Sánchez. El ejecutivo catalán, cuya área económica lidera Pere Aragonès, optó la pasada legislatura por mantenerse al margen de la reforma y no designó representante en la comisión de expertos que elaboró el informe base para el nuevo modelo.

Díaz reclama 4.000 millones

Por su parte, la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha anunciado que en su próxima reunión con el presidente del Gobierno defenderá el “mandato” del Parlamento regional que reclama que Andalucía reciba 4.000 millones de euros más por su infrafinanciación autonómica. Mientras la Junta de Andalucía elevaba el nivel de confrontación con el Ejecutivo de Sánchez, en el que está integrado su ex consejera de Hacienda, el aparato del partido difundía el vídeo de un mitin en el que Díaz le advertía a Sánchez que no le obligara a elegir entre el PSOE o Andalucía.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha valorado que Sánchez quiera introducir mejoras a corto plazo pero ha subrayado que no se puede renunciar a cambiar el modelo "lo más rápidamente posible" porque es "injusto".

El anuncio que ha cogido por sorpresa a las comunidades autónomas también ha tenido respuesta en Baleares y su presidenta, la socialista Francina Armengol, se ha mostrado comprensiva con Sánchez si bien ha dejado claro que no renunciará a negociar "de forma rápida" un nuevo sistema.

En Castilla-La Mancha, el consejero socialista de Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, ha insistido en que la reforma de la financiación es uno de los temas más urgentes que debe afrontar el Gobierno, y en el caso de esta comunidad "corre mucha prisa".

Para el Gobierno de Asturias y a la espera de que Sánchez explique su postura, las negociaciones deben abrirse y si no se culminan "al menos encauzarlas".

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