Política

Trump a Putin en la cumbre de Helsinki: "El mundo quiere que nos llevemos bien"

Al inicio de su reunión, el presidente de Estados Unidos felicita al líder ruso por la organización del Mundial de fútbol

Donald Trump y Vladimir Putin en Hensilki

Donald Trump y Vladimir Putin en Hensilki EFE

Con una hora y 10 minutos de retraso, ha empezado la primera cumbre entre el presidente de EEUU, Donald Trump, y el líder ruso, Vladimir Putin, celebrada en Helsinki. “El mundo quiere que nos llevemos bien. Los dos países somos potencias nucleares”, dijo Trump, antes del encuentro con Putin, a quien ha felicitado por la organización del Mundial.

"No nos hemos llevado bien en los últimos años, pero yo no llevo aún mucho tiempo. Creo que podemos tener una relación extraordinaria", añadió el presidente de EEUU en el Palacio Presidencial de Helsinki. Trump y Putin se dieron la mano apenas tres segundos y parecían algo tensos.

"Tenemos muchos temas de los que hablar, desde el comercio hasta cuestiones militares como misiles o proliferación nuclear, o de China, de nuestro común amigo el presidente Xi", explicó Trump sobre la agenda. Ni una palabra de la injerencia en las elecciones estadounidenses, Crimea, el ataque con novichok en Salisbury o Ucrania. Su intervención duró apenas seis minutos y acabó diciendo: "Es estupendo estar aquí con usted".

Finlandia, el país más feliz del mundo, ha sido el escenario de la cumbre entre dos de los líderes más controvertidos de las últimas décadas, el estadounidense Donald Trump y el ruso Vladimir Putin. Es territorio neutral, con reminiscencias de la Guerra Fría, tiempo en el que parece anclado el ex jefe de la KGB, Vladimir Putin.

Helsinki ya fue escenario de un encuentro entre los presidentes George HW Bush y Mijail Gorbachov en 1990, donde hablaron de la Guerra del Golfo. También se vieron en la capital finlandesa Bill Clinton y Boris Yeltsin en 1997.

Primero ha llegado a Helsinki el presidente Trump, procedente de Escocia, tierra de nacimiento de su madre. Le ha recibido el presidente Sauli Niinisto, con quien ha desayunado.

Presidente, bienvenido al país de la libertad de prensa", decía un anuncio del 'Helsingin Sanomat'

En la calle había protestas, menos multitudinarias que las de Londres. El diario Helsingin Sanomat  hacía gala de que en Finlandia la libertad de prensa es sagrada. “Presidente, bienvenido al país de la libertad de prensa", decía un cartel en su edificio.

Con un retraso de 55 minutos aterrizaba en la capital finlandesa, Vladimir Putin, que aún saborea el éxito de la organización de la Copa del Mundo de Fútbol. Venció Francia en el campo pero Putin se alzó con el triunfo por ejercer de anfitrión en una competición que se recordará por el éxito en seguridad.

Putin suele hacerse esperar: al Papa Francisco, 50 minutos y hasta cuatro horas y 15 minutos a la canciller Merkel. Sin embargo, Trump se hizo esperar en el Palacio Presidencial. La lucha de machos alfa comenzaba desde el minuto cero.

Tenían previsto mantener un encuentro de 90 minutos tan solo en presencia de los intérpretes. Tras un almuerzo de trabajo con sus asesores en el Salón de los Espejos, comparecerán ante la prensa.

Por el hecho de celebrarse la cumbre de los dos líderes mundiales, Putin ya ha logrado el reconocimiento internacional que buscaba desde que la UE promoviera el aislamiento de Rusia por la anexión de Crimea en 2014. Trump reconoce a Rusia como superpotencia, su competencia, lo que Putin persigue desde que llegó al poder.

Amaneció el lunes con tuits de Trump en los que aseguraba que “las relaciones con Rusia nunca han estado peor” y echó la culpa a su antecesor, Barack Obama, y a la “caza de brujas” desatada a raíz de la investigación sobre la injerencia rusa en la campaña electoral de 2016. El Ministerio ruso de Exteriores contestó a Trump en inglés: “Estamos de acuerdo”.

Los representantes demócratas y algunos republicanos, como el senador John McCain, demandaron a Trump que cancelase el encuentro por las recientes imputaciones a 12 espías rusos por su injerencia en las elecciones que terminó ganando contra pronóstico el magnate estadounidense.

A la vez, Trump apunta a la Unión Europea como “su enemigo”, en una entrevista en CBS. Aunque se refiere al terreno comercial, especialmente por el déficit comercial con Alemania, el golpe sacude el orden internacional, tal y como se ha concebido desde la Segunda Guerra Mundial.

Tenemos un montón de enemigos. Creo que la UE es un enemigo, por lo que nos hacen en comercio", dijo Trump

“Tenemos un montón de enemigos. Creo que la UE es un enemigo, por lo que nos hacen en comercio… Rusia es un enemigo en ciertos aspectos. China es un enemigo económicamente. No quiere decir que sean malos. Son competencia”, afirmaba Trump a la CBS. “Respeto a los líderes de estos países pero se aprovechan de nosotros”, añadía.

Los líderes europeos quisieron quitar importancia a “la retórica” de Trump. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, reafirmó que “EEUU y la UE son amigos, quien diga lo contrario difunde fake news”.

La Alta Comisionada de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, se preguntó de forma retórica a quién considera Trump sus amigos. “Estados Unidos es nuestro amigo y el cambio de Administración no cambia las relaciones con el país y con la gente”.

Tras su vis a vis con Putin, Trump dará por seguro que ha ganado un nuevo amigo. También salió de la cumbre de la OTAN clamando victoria cuando los aliados escuchaban música de funeral. Al igual le ocurrió con la primera ministra, Theresa May, a quien primero ninguneó en la prensa y luego elogió e incluso se permitió aconsejarle que demandara a la UE.

El mundo tal y como lo conocíamos se desvanece. Asistimos al nacimiento del mundo, según Trump, donde los hombres fuertes como Putin se consideran más fiables que aliados legendarios con los que su nación y su pueblo comparten valores. La Unión Europea ha de actuar más unida que nunca para detener este tsunami.

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