La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no ha asistido hoy a la inauguración del Salón del Automóvil de Barcelona, que ha presidido en Barcelona el Rey Felipe VI con motivo de su centenario. Colau, inmersa en una campaña electoral en la que las encuestas le otorgan un empate técnico con el republicano Ernest Maragall, probablemente no ha querido arriesgarse a que una fotografía junto a Felipe VI se interfiera en una campaña en la que insiste en presentarse como la candidata más “republicana” y azote de las élites.

Además del plantón de Colau, Felipe VI ha sufrido un nuevo desplante del presidente de la Generalitat, Quim Torra, quien sí ha acudido al almuerzo inaugural del salón, pero no ha participado en la bienvenida inicial de las autoridades al Jefe de Estado. Torra y Felipe VI se han saludado brevemente cuando el Rey ha entrado en el recinto para la foto de familia, donde le esperaba el president.

Ambos han compartido después mesa durante el almuerzo inaugural, al que no ha asistido tampoco el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que ha optado por permanecer en Madrid por el estado de extrema gravedad de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Desplantes repetidos

Los desplantes del actual inquilino de la Generalitat se han convertido en norma desde que Quim Torra accedió a la presidencia catalana tras el proceso independentista y la aplicación del 155. El independentismo recrimina a Felipe VI que en su discurso institucional del 3 de octubre de 2017, tras el 1-O, no cuestionara las cargas policiales. Desde entonces, Torra ha evitado cualquier reconocimiento institucional.

Fue así en los Juegos Mediterráneos de Tarragona, primer evento en el que coincidieron y en el que Torra amenazó con plantar por la presencia del Rey. Finalmente acudió, presionado por políticos y empresarios locales, pero lo hizo anunciando que la Generalitat daba por rotas las relaciones de la Casa Real.

Tras eso, Torra ha evitado los saludos institucionales, argumentando que se trata de un “besamanos”. Y Ada Colau se ha sumado a todos los desplantes que han acompañado las dos ediciones de Mobile World Congress celebrados tras el 1-O. En 2018, junto a Roger Torrent, y hace unos meses junto a Torra.

Reconocimiento al Rey

En la bienvenida al almuerzo inaugural, el presidente del Salón, Enrique Lacalle, ha aprovechado para dar el contrapunto con un efusivo agradecimiento a Felipe VI por su apoyo al Automobile Barcelona. Un caluroso reconocimiento que ha contrastado con el mutismo del nuevo presidente de la Fira, Pau Relat, procedente de la patronal independentistas Femcat.

Lacalle ha destacado el "obligado agradecimiento a su majestad el Rey por presidir el centario del salón" recordando que la primera edición fue inaugurada por su bisabuelo, Alfonso XIII. "Hoy cien años después, nuestro rey, Felipe VI, nos hace el honor de inaugurar Automobile Barcelona ratificando el compromiso de la Casa Real con nuestro salón".

También el presidente de la patronal del motor, Anfac, Vicente de los Mozos, ha destacado el compromiso de la Casa Real con este sector. "La Casa Real siempre ha estado a nuestro lado desde hace 40 años, de la misma manera siempre puede contar con nosotros" ha asegurado el portavoz de un sector que representa 9% del PIB. España es el segundo fabricante  de Europa y el noveno del mundo.

El coche conectado

Conectividad, electrificación, movilidad, medio ambiente, digitalización, car sharing, seguridad, geolocalización y big data marcarán esta edición centenaria en la que también se podrá ver una exposición con 25 coches clásicos. El Ashton Martin de James Bond será una de las estrellas de esta muestra, en la que también estarán los pioneros de la automoción española de Hispano-Suiza.

El salón se estructura en tres grandes ejes: un primero dedicado a las novedades de las marcas y a la transformación tecnológica que está dando forma al futuro de la automoción a través de la conectividad, la conducción autónoma, la electrificación, el internet de las cosas y nuevas modalidades de transporte; un segundo eje en el que los visitantes podrán experimentar y vivir estas nuevas tecnologías en la Connected Street,  y un tercero que propondrá un amplio recorrido por los 100 años de historia además de su estrecha relación con la ciudad de Barcelona y con el desarrollo de la industria automovilística en España