Hay un nuevo Íñigo Errejón en la escena política. Su experiencia tras cinco años de éxitos y frustraciones ha dado a luz a un político que renueva su discurso y sus formas para defender sus ideas y estrategias, las mismas que puso al servicio político de Podemos desde su creación en 2014. Quizás la transformación más interesante del político se produce en la superación de lo que su entorno llama el "psicodrama" con Pablo Iglesias, la clásica relación entre los números 1 y 2 de los partidos políticos que acaba con su amistad por diferencias a la hora de decidir las estrategias para alcanzar el poder.

 "Nos conocimos enfrentados, pero no tardamos mucho en comprender que veníamos del mismo sitio y debíamos cuidarnos, porque nos quedaba mucho camino por recorrer juntos. En Pablo Iglesias he encontrado un compañero de mente incisiva y voluntad bolchevique, así como un permanente estímulo intelectual. Él me enseñó que el arte de la guerra se practica con método y tesón, haciendo más que diciendo, como me quiere».

Así describe Íñigo Errejón su relación con Pablo Iglesias en el capítulo de agradecimientos de su tesis doctoral sobre La Lucha por la hegemonía durante el primer Gobierno del MAS en Bolivia (2006-2009), un análisis discursivo. Al referirse a su amigo en 2011, tres años antes de la fundación del partido, hablaba de amor y de guerra.

Desde entonces, esa relación bipolar ha marcado los principales éxitos y fracasos de una organización que estuvo a punto de cambiar la historia de España. En marzo de 2016 se produjo el primer gran desacuerdo entre ellos. Errejón se inclinaba por darle el Gobierno a Pedro Sánchez mientras Iglesias quería repetir elecciones para derrotar al PSOE en las urnas. Ya en esa decisión crucial se impuso Iglesias ante un Errejón que nunca le ha plantado cara… hasta hoy.

"Quiero mencionar también, para ir acabando con los agradecimientos, a dos personas con las que encontré una complicidad intelectual poco frecuente. De esa complicidad han surgido ya algunos textos y proyectos de estudio que siguen abiertos". Iglesias deja para el final del capítulo de agradecimientos de su tesis a su entonces amigo y compañero, al que se refiere ya en 2008 con ese afán por destacar sus aspectos más pueriles que en Podemos han utilizado sin piedad en sus batallas contra él.

"El segundo es Iñigo Errejón, al que conocí comiendo pan con azúcar —es como un suizo, decía— en el puesto de chuches de la facultad. Tuve la suerte de darle una clase (una sola) que me permitirá, en el futuro, presumir de haber sido profesor nada menos que de Iñigo Errejón", explica en el documento, de 2008 y titulado: Multitud y acción colectiva postnacional: un estudio comparado de los desobedientes: de Italia a Madrid (2005-2008).

Tras sus desencuentros, Errejón ha encontrado nuevos referentes que avalan su tesis populista, la de huir de etiquetas ideológicas "melancólicas" como la izquierda y la derecha para centrar su discurso en la lucha de "los de abajo contra los de arriba". La congresista Alexandra Ocasio-Cortez representa el éxito de la forma de hacer política que él intentó practicar en Podemos. De hecho, en su campaña autonómica la emuló con medidas efectistas como que los electores recibieran una llamada automática de teléfono con la voz de Errejón invitándolos a aceptar esa conversación para concertarla otro día.

"Siempre dije que Manuela Carmena era mi referente político, y ahora para mí es como si hubiera entrado una segunda mujer entre mis referentes, Ocasio-Cortez. Manuela es mi referente en cuanto a gestión, y Ocasio-Cortez, en las formas y en los contenidos". "Es la idea de la transversalidad, de no hacer tanto énfasis en la izquierda como en los de abajo, y de reconstruir un acuerdo social que se haga cargo de todos, voten lo que voten”, explicó en una entrevista con El País cuando lanzó su candidatura a presidir la Comunidad de Madrid.

La segunda es su apuesta por incorporar al discurso político la preocupación por el cambio climático, una nueva ola de movilización social, sobre todo entre los más jóvenes, que junto al feminismo puede suplir el compromiso ciudadano para cambiar a los políticos que en su día generó el 15-M, sobre el que cabalgó Podemos. La ventana de oportunidad para un nuevo partido que ofreció ese contexto social se reproduce ahora con estos nuevos movimientos de 'indignados' en la estrategia de Más País.

"Íñigo tiene ahora la parte verde mucho más marcada", explica una de las personas más cercanas políticamente a él en la actualidad, el diputado madrileño Héctor Tejero, investigador del Centro nacional de investigaciones Oncológicas (CNIO), activista contra el cambio climático y autor del libro ¿Qué hacer en caso de incendio?: Manifiesto por el Green New Deal, que tanto inspira a Errejón.

"Diría que este Errejón no es más cercano al PSOE que el de antes, como dicen. Creo que mantiene la idea originaria de Podemos que se perdió después de las elecciones del 20 de diciembre de 2015", explica. "Más País tiene un perfil verde muy claro porque la transición ecológica es un mecanismo fundamental para afrontar muchos problemas ciudadanos, desde la desigualdad hasta la democratización de las instituciones. Eso nos diferencia de Podemos y del PSOE", aclara.

Su conciencia ecologista le viene de la persona que más le ha marcado en su pensamiento, su padre, José Antonio Errejón Villacieros, al que dedica su tesis. "José Antonio ha sido y es padre y compañero. Le dedico la tesis doctoral por que me ha enseñado a pensar y combatir. A él le debo mi formación, el respeto por los libros y el amor por l@s nuestr@s. También la capacidad de esfuerzo. Todo eso, sin darse cuenta, lo ha conseguido siendo mi principal referencia intelectual, política y vital. Y convirtiendo su orgullo en mi mejor recompensa", explica en el documento.

José Antonio Errejón fue uno de los firmantes del Manifiesto de Tenerife, que en 1983 dio origen al partido político Los Verdes. Funcionario de carrera y alto cargo en la Administración General del Estado, militó en el Partido del Trabajo de España durante la transición y formó parte de Izquierda Anticapitalista. Es habitual en los actos de su hijo y no duda en escuchar a los compañeros de su vástago, cerveza en mano, para conocer las inquietudes y consideraciones de las nuevas generaciones sobre la situación política.

Errejón sin errejonistas

Cuando comenzó su andadura en la Comunidad de Madrid, Errejón prescindió de la mayoría de las personas que formaban parte de la corriente errejonista en Podemos y se abrió un nuevo núcleo duro que le acompaña en esta nueva aventura nacional. De ahí las dificultades que está encontrando para fichar a candidatos de su confianza por los territorios.

Ahora, junto a sus 'liberados' de siempre, un equipo de amigos y compañeros que le acompañan en labores como llevar su agenda o atender a los medios de comunicación, Errejón cuenta con nuevos consejeros. Junto a Tejero le acompaña su amiga y ex pareja Rita Maestre. "Diría que tiene el inigualable mérito de haberme aguantado en los tiempos de zozobra, y, quizá más aún, en los del buen viento. Sin embargo, eso sucede en el transcurso de compartir los días a puñados, como las ganas, la guerra y las manos. Y eso sí me sería insustituible", escribe sobre ella en su tesis. Maestre le sirve también de nexo de unión con Carmena, cuyo criterio "pesa mucho" en las decisiones de Errejón, según explican sus colaboradores. "Mantienen una relación muy estrecha, hablan mucho y lo hacen todo de acuerdo. No habría dado el paso sin su visto bueno", aclaran. Su círculo íntimo se cierra con su sucesor como portavoz en la Asamblea de Madrid, Pablo Gómez Perpinyà, y la ex diputada nacional Tania Sánchez, ahora de baja maternal, pero que mantiene "máxima confianza y mando" en Más País.

En lo que no ha cambiado Errejón, aunque rehuya esos debates, es en cuestiones sensibles para la sociedad española como el régimen venezolano o el independentismo catalán. "Les queremos, Chávez vive y la lucha sigue", recita con el puño en alto en un vídeo que estos días se divulga en redes sociales con su intervención en un homenaje al ex presidente venezolano en 2014.

Más espinosa aún es su relación con el nacionalismo y el independentismo catalán. "Als Països Catalans vaig tenir sempre una terra d'acolliment. Allí vaig comprendre la importància de les arrels, la identitat i els seus acompanyants necessaris. Vaig sentir enveja, calor i emocions", escribe en su tesis. Con un vocabulario pancatalanista que irrita en Valencia y Baleares, Errejón asegura que en los países catalanes siempre tuvo una tierra de acogida. "Allí comprendí la importancia de las raíces, la identidad y sus acompañantes necesarios. Sentí envidia, calor y emociones".