A pesar de los buenos propósitos y de la conversación que mantuvieron ayer por la tarde Pedro Sánchez y Pablo Casado, en la que se habló de "lealtad institucional, apoyo y unidad", los populares creen que el jefe del Ejecutivo dista mucho de haber roto los puentes con el mundo independentista. El hecho de que haya bajado el tono de hace semanas, en que hizo distintas apelaciones a la aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía catalana, les lleva a pensar que "ha dado marcha atrás a la espera de ver cómo salen los números de las elecciones".

Y es que desde ERC han hecho llegar el mensaje a Gobierno y Ferraz de que están dispuestos a facilitar la investidura del hoy presidente en funciones tras las elecciones del 10 de noviembre, a cambio, eso sí, "de condicionar al PSOE". Hay una línea de comunicación abierta entre el portavoz parlamentario republicano, Gabriel Rufián, con su homóloga socialista, Adriana Lastra, pero también con el ministro de Fomento y secretario general socialista, José Luis Ábalos, y con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, entre otros, una vía de diálogo que no se ha interrumpido en ningún momento.

Ayer mismo, Casado emplazó a Sánchez a que rompiera su pacto de Pedralbes - en el que se acordó la polémica figura del "relator"- y los acuerdos de gobernabilidad con ERC y/o PdeCat en 40 ayuntamientos catalanes y en la diputación de Barcelona, que es una de las más altas instituciones de Cataluña. Entendía el líder del PP que era la manera de hacer creíble su llamamiento al constitucionalismo, con suyos líderes no habló antes de la declaración institucional que leyó en Moncloa.

Pero no parece que ni Sánchez ni el PSC estén por esa labor, sino "por atemperar al mundo independentista", a juicio de los populares, que quieren dar un una imagen de unidad con el Gobierno pero que estarán "vigilantes" para que las penas se cumplan y no haya beneficios penitenciarios prematuros, como temen.

El PP alerta que la Fiscalía debe impedir un tercer grado prematuro

Recuerdan los populares que debe ser la Fiscalía, -que apoyaba el delito de rebelión-, la que "actúe" en caso de que el juzgado de vigilancia penitenciaria aplicara en breve el tercer grado dado que las competencias en esta materia están transferidas a la Generalitat. De momento, la Fiscalía ya ha anunciado recursos si el régimen penitenciario de los líderes del procés "no es el adecuado".

También insistirán los populares "en que no hay posibilidad alguna de un indulto", lo que demuestra la desconfianza hacia Sánchez a pesar de que éste afirmó en su declaración institucional de ayer que los nueve condenados, de los doce juzgados, cumplirán íntegras sus penas, que suman más de 100 años. Bien es cierto que el debate sobre el indulto ha sido superado por la exigencia de un sector del independentismo, entre ellos ERC, de una nueva ley de amnistía, lo que permitiría a los condenados no tener que asumir el delito cometido.

Además, creen en el PP que "la cancelación de un sólo vuelo", es motivo para que el Ejecutivo central aplique la Ley de Seguridad Nacional para asumir el control de la policía autonómica y eso ya ha pasado y con creces, ante la imposibilidad de pilotos y personal de vuelo de acceder al aeropuerto de El Prat, el segundo en importancia de España por detrás de Adolfo Suárez-Barajas. Precisamente, el ministro de Fomento invitó a no "ceder ante la sobreactuación" y minimizó los acontecimientos en el aeródromo barcelonés limitando los vuelos cancelados a un exiguo porcentaje del 6 por ciento.

No perder votos en Cataluña

Además, el comunicado del PSC, ahonda en la impresión de que los socialistas juegan también a no perder votos en Cataluña, de la que dependen para ganar las elecciones. Las apelaciones a que es hora de "abrir una nueva etapa presidida por la firme voluntad de diálogo", unido al llamamiento "a la serenidad y al respeto a las opiniones de todos" y el anuncio de que empleará "todos sus esfuerzos en hallar caminos de entendimiento y también para buscar soluciones a un problema que es evidentemente político", según el comunicado que han hecho público los socialistas catalanes, les hace desconfiar de que haya una ruptura con el mundo independentista.