La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, continúa la estrategia del Ejecutivo socialista de intentar restar gravedad a los incidentes que se están registrando en Cataluña en protesta por la sentencia del procès. En una entrevista en Onda Cero este martes por la tarde, la vicepresidenta ha explicado que sería deseable que imágenes como las del asalto al aeropuerto de Barcelona no se produjeran, pero que "forman parte de la libertad de los catalanes que quisieron ayer manifestarse".

Calvo ha defendido el prestigio internacional de España, así como su potencia económica y turística, para censurar el afán independentista por "deteriorar" la imagen exterior del país. No obstante, ha recordado que de 1.067 vuelos sólo se cancelaron 67 para pedir a los líderes políticos que se "asuma con mucha tranquilidad" la existencia de esos altercados. "Son imágenes que si no las tienes mejor, pero no dejan de formar parte de la libertad de los catalanes que quisieron ayer manifestarse", ha asegurado.

Preguntada por la instrumentalización de las instituciones catalanas en favor de la ideología independentista, Calvo ha afirmado que "las instituciones no deben tener activismo" y ha instado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, a actuar como el presidente de todos los catalanes, no sólo de los que comparten su ideología. "Es su responsabilidad que la convivencia transcurra con tranquilidad y seguridad", ha recodado.

La vicepresidenta también ha criticado el "inaguantable doble lenguaje" de Torra, que alienta las protestas en las calles mientras envía a los cuerpos de seguridad del Estado para que "las calles estén tranquilas". "Ese discurso es noche y día", ha criticado, tras recordar que "mucha gente en Cataluña pensó que lo que le prometían sobre independencia era posible" y que, como explica la sentencia del procès, "les mintieron, les engañaron".

A pesar de esos desencuentros, Calvo ha vuelto a abogar por el diálogo con las intituciones catalanas porque el Gobierno central también es "el Gobierno de Cataluña y nos preocupa Cataluña". En ese sentido, ha defendido que los independentistas catalanes tengan el tratamiento penitenciario adecuado a sus circunstancias como cualquier otro preso en España.