La presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que repetirá mandato esta legislatura, no exigirá a los diputados el cumplimiento expreso de la Constitución y del Reglamento del Congreso en los juramentos, y tratará los acatamientos de la misma forma que lo hizo el pasado mes de mayo: sin cotos.
Según apuntan fuentes del PP, Batet respondió a última hora de la tarde del lunes al escrito que envió el Grupo Parlamentario Popular, en el que solicitaban que la presidenta de la Cámara Baja controlase las fórmulas de acatamiento de la Constitución, para evitar promesas "humillantes", según señaló hace unos días el propio Pablo Casado.
En la misiva, los populares solicitaban a la dirigente socialista que enviase un escrito a todos los diputados electos recordándoles la obligación de jurar correctamente para adquirir la plena condición de diputado, en base a lo que dicta el Tribunal Constitucional, que establece que los acatamientos no pueden acompañarse de "cláusulas o expresiones que, de una u otra forma, vacíen, limiten o condicionen su sentido propio, sea cual fuese la justificación invocada para ello".
Los populares denuncian que Meritxell Batet ignora todas estas peticiones en su respuesta y aseguran que, de nuevo, en "una exhibición de consciente irresponsabilidad", dará por buenos todos los juramentos sin que sean estrictamente constitucionales. Es más, censuran que la presidenta del Congreso elude su responsabilidad al respecto, ya que en la misiva reconoce que "el responsable de lo que ocurra será la presidencia entrante, y no ella".
La respuesta de la dirigente socialista vuelve a poner encima de la mesa el debate sobre la permisividad que debe emplearse en el acatamiento de la Carta Magna ante las imaginativas fórmulas que protagonizaron en la pasada sesión constitutiva los por entonces presos preventivos del procés y los diputados de ERC y JxCat, cuando se emplearon consignas como "por la República catalana" o "por los presos políticos".
El Congreso de la XIV Legislatura echa a andar este martes con la elección de los nuevos miembros de la Mesa presidencial en una sesión en la que el foco estaba puesto en Vox y sus posibilidades de entrar o no en el órgano rector de la Cámara, así como en las 'coletillas' para acatar la Constitución que utilizarán los diputados electos, sobre todo provenientes de los diputados de ERC, JxCat, Bildu y los antisistema de la CUP, que utilizarán una fórmula en catalán y diferenciada.
Las sesiones constitutivas del Congreso y del Senado se celebran de forma simultánea, las dos a partir de las diez de la mañana, con la presencia de los parlamentarios elegidos en los comicios generales del pasado 10 de noviembre.
En la Cámara Baja, la sesión está presidida por el diputado electo de mayor edad, que volverá a ser el socialista burgalés Agustín Javier Zamarrón Moreno, de 73 años, al que asistirán en calidad de secretarias las dos más jóvenes. En esos puestos también repetirán Marta Rosique, de ERC, de 23 años, y Lucía Muñoz Dalda, de Podemos, de 26.
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